¿De qué va esto?

Esto es un blog pro-Israeli.

Lo creamos hace ya casi cinco años, en los albores de la operación Litani, tras el secuestro de Ehud y Eldad. Cuando Gilad llevaba más de un mes en manos de Hamas.

Han pasado casi cinco años. Gilad sigue en manos de Hamas, Ehud y Eldad volvieron a Israel. Muertos. Muchas cosas han pasado, pero poco ha cambiado. Una tregua, Sderot bajo el fuego de los qassam, atentados, una operación contra Hamas, la reconciliación entre Fatah y Hamas, informes sesgados, la ONU, secuestros en Gaza, flotillas pseudo-pacifistas…

Lo que nos hizo abrir este blog en ese momento, fue notar que no recibíamos información sobre lo que pasaba en Israel. Empezamos a traducir noticias, a escribir crónicas basándonos en la información que recogíamos de fuentes de todo el mundo.

Después la calma, después otras luchas en otros lugares. Nos volvimos más críticos, más pesimistas.

Pero seguimos aquí, y pensamos, que pese a quien pese, Israel seguirá existiendo. Y seguiremos peleando, para que eso sea así.

jueves, 17 de agosto de 2006

Haz lo que digo, no lo que hago.

Francia se ha autoproclamado defensora y garante de los Derechos Humanos, como país gestador de la Declaración de los Derechos Humanos a finales del siglo XVIII, pero parece haber olvidado que ya demostró su cariz en 1898 cuando demostró que el país de la Igualdad Libertad Fraternidad era incapaz de aplicar esos principios en el caso Dreyfuss.

He pensado que mejor que recurrir al tan conocido caso, para ilustrar esa moral francesa que siempre aconseja y recrimina, que aparece en casi todos los conflictos del mundo, de tapadillo y para mal —como ejemplo, no olvidemos que Vietnam fue colonia francesa, o que Libano y Siria fueron la parte del pastel que se repartió con el Reino Unido—; mejor recurriremos a un pequeño incidente en África, para ser más exactos en Costa de Marfil hace un par de años, cuando las tropas francesas formaban parte del contendiente de cascos azules en la zona por el conflicto entre la guerrilla rebelde y el ejercito regular.
Sabidas son las condenas de Francia cuando Israel acomete una acción de represalia tras un ataque terrorista —es curioso que haya gente que llame represalia a disparar contra una lanzadera de cohetes, ¿habrá una ONG en defensa de las lanzaderas de cohetes kassam o katyusha y su derecho a matar a israelíes o beduinos?—.
Francia dice que es aumentar la espiral del odio… y por eso… cuando el 7 de Noviembre de 2004, cuando tropas de marfileñas atacaron a los cascos azules franceses, asesinando a 9 soldados franceses, a 1 civil americano e hiriendo a 22 soldados franceses, para evitar aumentar la espiral del odio, Francia se contuvo.

Se contuvo dos segundos, los que tardó en enviar a sus tropas a volar toda la fuerza aérea de costa de Marfil, porque no les bastó con destruir los dos bombarderos Sujoi SU-25 que atacaron a los cascos azules si no que inutilizaron cinco helicópteros de combate MI24 y un helicóptero de transporte MI-8. De los soldados marfileños muertos tras el ataque ni se sabe.

Lo más sugerente es el hecho de que Francia urgió a una reunión al Consejo de Seguridad de la ONU y los quince miembros declararon que Francia y las tropas de la organización internacional en Costa de Marfil (UNOCI) tienen derecho a implementar todas las medidas necesarias para evitar nuevos enfrentamientos armados entre los rebeldes y las tropas leales al gobierno marfileño. Kofi Annan, reclamó que se autorizara una intervención militar dura para evitar una nueva guerra en ese país. (El mismo que recomendó al anterior secretario general de la ONU que los cascos azules se retirarán de Ruanda.)

Estos son los mismos que no piensan desarmar a Heezboulah.

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