¿De qué va esto?

Esto es un blog pro-Israeli.

Lo creamos hace ya casi cinco años, en los albores de la operación Litani, tras el secuestro de Ehud y Eldad. Cuando Gilad llevaba más de un mes en manos de Hamas.

Han pasado casi cinco años. Gilad sigue en manos de Hamas, Ehud y Eldad volvieron a Israel. Muertos. Muchas cosas han pasado, pero poco ha cambiado. Una tregua, Sderot bajo el fuego de los qassam, atentados, una operación contra Hamas, la reconciliación entre Fatah y Hamas, informes sesgados, la ONU, secuestros en Gaza, flotillas pseudo-pacifistas…

Lo que nos hizo abrir este blog en ese momento, fue notar que no recibíamos información sobre lo que pasaba en Israel. Empezamos a traducir noticias, a escribir crónicas basándonos en la información que recogíamos de fuentes de todo el mundo.

Después la calma, después otras luchas en otros lugares. Nos volvimos más críticos, más pesimistas.

Pero seguimos aquí, y pensamos, que pese a quien pese, Israel seguirá existiendo. Y seguiremos peleando, para que eso sea así.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿Cuánta responsabilidad tiene la prensa Occidental, de lo que pasa en Oriente Medio?

Hace unos años, leí un reportaje de un periodista, que se atrevía a lanzar un mea culpa preguntándose si el modo de informar que tiene la prensa Occidental, no era la que creaba las noticias y en gran parte el conflicto.

Lamento profundamente no tener acceso al artículo, del que recuerdo varios detalles, pero por desgracia no a su autor.

El autor comentaba como una tarde, había observado como un grupo de adolescentes palestinos, al darse cuenta de que había un grupo de periodistas cerca de un puesto de control israelí, intentaban provocar un conflicto, para salir en la foto de portada o en las páginas interiores de un periódico occidental. Se percató como los adolescentes tenían en cuenta siempre, donde se encontraban las cámaras y que se volvieron cada vez más violentos y audaces al saber, que habían captado la atención de los periodistas.

Aquello acabó como cualquiera puede imaginar, los adolescentes no pensaban dejar de lanzar piedras mientras hubiera periodistas dispuestos a sacarles fotos o grabarles en vídeo, así que al final los adolescentes fueron detenidos.

En un epilogo épico, el veterano periodista, explicaba como un joven oficial israelí de poco más de veinte años, les echaba el rapapolvo por envalentonar a un grupo de adolescentes palestinos que iban a acabar en prisión por culpa de los periodistas y su deseo de “retratar la verdad”.

El periodista, un corresponsal veterano, entonaba un mea culpa y aceptaba su responsabilidad, al provocar, incitar y jalear a un grupo de adolescentes para que atacaran un puesto de control israelí. Sospechaba, más que razonablemente, que sin la presencia de las cámaras los jóvenes palestinos esa noche habrían dormido en sus casas.

Hace unos meses, un video mostraba como un israelí intentaba evitar que su coche, en el que iba su hijo, acabara apedreado por unos adolescentes palestinos, acababa “atropellando” a un adolescente que se lanzó directamente contra el coche.

Aquel video tuvo su polémica por varias razones. El conductor israelí resultó ser un político de la derecha israelí. Ser político de derechas e israelí, te convierte directamente en un asesino de masas, y da igual si iba con su hijo en el coche (detalle que muchos medios omitieron), el coche que los “simpáticos adolescentes” intentaban apedrear.

Unas horas más tarde de la aparición del video, algunos medios de comunicación israelíes, denunciaron que la prensa extranjera había sido “llamada al lugar” y que se había representado la noticia para ellos.

Varios detalles del video, hicieron que no se difundiera demasiado. Había niños tirando piedras contra un coche en marcha que bajaba una cuesta bastante empinada.

Por muy mal que a uno le caigan los israelíes, cualquiera que conduzca un coche sabe lo difícil que es conducir cuesta abajo, y puede imaginar la dificultad de que te estén tirando piedras.

La sospechosa presencia de los medios extranjeros, y los niños lanzándose contra el coche, en vez de intentar esquivarlo, hicieron dudar a convencidos pro-palestinos de la intención de los creadores de ese vídeo.

Aunque no hay de que preocuparse, hasta con sospechosos vídeos de niños tirando piedras en cuestas empinadas contra coches que bajan la cuesta, siempre habrá quien defienda el “sanguinario espíritu israelí”, que hace que un malvado conductor “atropelle” a un pobre adolescente palestino, que lo único que hizo para ser atropellado fue lanzarse contra el coche, tras perseguirlo y lanzarle piedras.

Recuerdo, soy viejo y tengo bastante buena memoria, una foto que puede que tenga veinte años, puede que fuera de la primera intifada, en la que se puede ver a un chico palestino preparándose para tirar una piedra contra un tanque israelí. Y como fondo, un montón de periodistas extranjeros tomando la foto.

Después de veinte años, las cosas no han cambiado tanto. Pallywood sigue funcionando, y la prensa occidental sigue creando noticias y conflictos sin venir a cuento, sin tener en cuenta que la prensa no debe crear noticias, debe contarlas y con objetividad.

Lo de la objetividad me recuerda otro de esos momentos gloriosos de la prensa (en este caso española). Durante la segunda intifada y una de las operaciones lanzadas por el ejército israelí para acabar con los grupos terroristas, un grupo de periodistas extranjero entró en zona de guerra, y se cruzaron con un comando israelí, que buscaba francotiradores, que les ordenó que se fueran.

El relato lloroso de los corresponsales era tan quejumbroso, que estuve a punto de llamar compungido a la cadena para la que trabajaban y ofrecerme a pagarles una tila, tratamiento psicológico por el shock sufrido o un par de ansiolíticos.

La parte más quejumbrosa e impactante del vídeo era como explicaban el miedo que habían pasado, al sentir como los soldados israelíes les apuntaban con sus armas. Momento en el que yo me quedé mirando atentamente la televisión y me pregunté secretamente: “¿Este corresponsal, de verdad, ha hecho la mili?”. Y me preguntaba, entonces, como me pregunto ahora. ¿Cómo se puede apuntar a alguien con un arma, si apoyas el antebrazo en él, y la mira apunta directamente al suelo? Quizás estaban preocupados por sus zapatos, serían de marca…

Uno puede entender el miedo que entra, al entrar en una zona de combate, cuando te dicen que hay francotiradores en la zona, sobre todo al pensar que te puede pillar un fuego cruzado y no lo cuentas. Pero todo tiene su límite.

Aún así, me sorprende la capacidad de fabulación de los periodistas, porque antes al menos no se grababan a sí mismos haciendo el gilipollas, (en muchos casos) y no dejaban constancia en vídeo de sus hazañas.

Acabé pensando tanto entonces, como ahora, que los periodistas creen que si los palestinos no les crean una historia, o el video no acompaña a su descripción, ¡no importa! Tampoco importa, si mienten sobre el material que no emiten. Pueden inventar, porque siempre habrá alguien dispuesto a creerles. Porque para eso sacaron la carrera de periodismo. Para hacer literatura, que la realidad está sobrevalorada.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Y con esta van...

Las noticias vuelan y como no, un grupo de nuestros "abiertos de mente", "tolerantes" y "anti-dogmaticos" estudiantes de Vigo, han vuelto a dar muestra de uno de los grandes problemas de la Universidad Española. Esta se ha convertido en el cortijo del pensamiento único dictado por una izquierda intolerante, en muchos casos extrema, que habla de tolerancia, de educación, de cultura y que propugna con sus acciones una y otra vez el pensamiento único.

Lo ocurrido hace unos días en Vigo, no es un caso aislado. Las victimas del pensamiento único son aquellas que han osado disentir de lo considerado politicamente correcto. De actitudes como "Israel genocida" o "Que vienen los fachas" o "Que vienen los rojos" hemos llegado a un punto en el que el débate se hace imposible, porque la policia del pensamiento decide quién puede hablar y quién no puede. Lo cual nos hace recordar, al menos a mí, aquel exabrupto del entonces ministro* de Exteriores Moratinos cuando se le echó en cara la actitud completamente anti-israelí y soterradamente antisemita que estaba teniendo el gobierno de Zapatero: ¡No te permito...!

Esa lección ha quedado grabada a fuego en la mente de mucha gente, que cree que la Libertad de Expresión, les da permiso para difamar, insultar y amenazar de muerte a todos aquellos que no comparten su forma de pensar o sus modos. Y así están las cosas.

Parafraseando al inclito Moratinos, yo no permito que una panda de gilipollas se crean con el derecho de callar a todo aquel que disienta, a todo aquel que no piensa como ellos.

Tampoco permito que esos mismos gilipollas se crean con el derecho de amenazar de muerte, de difamar, de hacer pintadas, de romper cristales, de vandalizar edificios y de agredir a los demás, escudandose en una falsa moral y una dignidad moral que jamás han tenido y desde luego nunca van a tener.

¡No toleramos vuestra intolerancia! Enteraos de una vez.

*no se merece una mayuscula

MI AGRADECIMIENTO A LOS VIOLENTOS

Esta semana he viajado a Galicia para dar una serie de conferencias en universidades, en un colegio mayor y para los miembros de la Asociación Gallega de Amistad con Israel (AGAI). Este tipo de viajes y conferencias es parte integral de mi agenda de trabajo. Desde mi llegada a España impartido más de 50 en distintos foros, con distintos públicos y siempre han transcurrido con normalidad y han generado un diálogo muy interesante entre la Embajada y distintos grupos de la sociedad española.

Sin embargo, eso no es lo que ha sucedido en la Universidad de Vigo. La Facultad de Económicas de esta Universidad me invitó a hablar sobre las Relaciones entre España e Israel en el marco del 25 aniversario de su establecimiento pero, al llegar a la sala destinada a tal efecto, me estaba esperando, además del grupo de alumnos y profesores para escucharme, otro de unos 15 manifestantes ruidosos y violentos con pancartas y una bandera palestina (*). Debido a la actitud agresiva de estos últimos y al constatar que estaba en peligro la integridad de aquellos que habían venido a escuchar, tomamos la decisión de suspender el acto.

En relación a este hecho, quiero decir tres cosas:

  1. Creo que este tipo de violencia en la Universidad y las consecuencias que se derivan hacen que este sea un día triste para la democracia, para la libertad de expresión y para la propia Universidad. ¿En qué queda la Universidad si no es un espacio dedicado al debate, a la libertad de ideas y a la libertad de expresión?

  1. Agradezco mucho la actitud de la Facultad de Económicas por invitarme a su casa y por intentar llevar a cabo el acto a pesar de las presiones previas y las amenazas violentas pero, especialmente le agradezco al decano su sensibilidad cuando me expresó su avergonzamiento por los acontecimientos acaecidos en su facultad.

  1. También estoy agradecido al propio grupo de los violentos, ya que convirtieron la visita del Portavoz de la Embajada de Israel a Galicia en un acontecimiento mediático. En lugar de hablar con unos pocos alumnos y profesores de una Facultad de Vigo, he sido entrevistado por 9 medios de comunicación gallegos; entrevistas que, si bien empezaron con una condena a los violentos, luego constituyeron 9 oportunidades de presentar ampliamente a todo el público gallego el punto de vista israelí en muchos y diversos temas. Pero, además de trasladarles mi agradecimiento, quiero prevenirles de que es posible que mañana les acusen de ser agentes del Mossad debido a la gran contribución que han realizado al trabajo de la Embajada de Israel. Si se da el caso, debo decirles que yo no estaré allí para defenderles y desmentir tales acusaciones.


Llegados a este punto, quiero terminar contándoos que ayer estuve recordando uno de los poemas de Martin Niemöller y parafraseándole diría que hoy se ha limitado mi libertad de expresión por ser israelí, ¿a quién le tocará mañana?




Lior Haiat
Portavoz de la Embajada de Israel


(*) Si su intención al enarbolar la bandera palestina es ofenderme, nada más lejos puesto que tanto yo como el Estado de Israel apoyamos la creación de un estado cuya bandera será esa.

Pd: Me niego a compartir el sueldo!!!

miércoles, 19 de octubre de 2011

Guilad está en casa

¡Guilad ha vuelto a casa!
No tengo mucho más que decir.

domingo, 18 de septiembre de 2011

El Islam estrecha el cerco sobre Israel

por Benny Morris

"Israel existirá hasta que el Islam lo destruya, al igual que destruyó a otros antes que él [una referencia a los reinos cruzados medievales]", afirma la Carta de Hamas de 1988 - o la constitución de los fundamentalistas musulmanes -, la organización que gobierna la Franja de Gaza y es posible que obtenga el apoyo de la mayoría de los palestinos.

Y sin duda, durante las últimas dos semanas el Islam ha estrechado el cerco sobre el Estado judío, despidiendo a los embajadores de Israel en los dos principales estados de Oriente Medio con los que mantenía buenas relaciones, Turquía y Egipto. Por supuesto, las circunstancias de cada caso fueron diferentes (la historia tiene esa capacidad de darnos una variedad infinita). En Ankara, el gobierno expulsó al embajador a causa de la negativa de Israel a pedir disculpas por hacer efectivo su bloqueo de la Franja de Gaza, desde donde, durante la última década, han sido disparados miles de cohetes y misiles contra ciudades y pueblos del sur de Israel. En El Cairo, fue la multitud, desatada por la llamada "primavera árabe" y sin un freno por parte del gobierno militar interino del país, la que invadió y destruyó la Embajada de Israel, obligando a los diplomáticos de Israel y a sus familias a huir para salvar sus vidas.

Pero en ambos casos fue el Islam, que ha eliminado progresivamente el secularismo y derribado a los gobiernos más pragmáticos y prudentes en la región, quién provocó la salida de los diplomáticos de sus cargos, prefigurando lo que el Islam, según la visión de Hamas, desea hacer y hará con el propio Israel, esa última presencia “extranjera”, y manifestación del “Otro”, en "su" Oriente Medio.

Durante meses, cautivados por el espectáculo de la caída de los dictadores y por una serie de jóvenes y competentes portavoces que utilizando el inglés confesaban su anhelo de democracia, los occidentales se hicieron la ilusión de que los levantamientos populares que sacudían al mundo árabe presagiaban un nuevo resurgimiento de la libertad. Y en el lapso de un siglo o dos, ¿quién sabe?, tal vez una auténtica democracia se desarrollaría en El Cairo, Sana y Damasco (aunque yo no apostaría por ello). Pero a corto y medio plazo, o sea, en el transcurso de nuestras vidas, lo que parece evidente es que ese tumulto es una muestra de la ruina de un supuesto gobierno responsable y del reinado del caos en las calles de El Cairo ese viernes por la noche, cuando las turbas, además de destruir la embajada de Israel, saquearon el Ministerio del Interior, estaciones de policía y una variedad de edificios, en una oleada que posiblemente anticipe la toma final del poder por el islamismo radical. Y al final del túnel, muy posiblemente, una reanudación de la guerra contra Israel.

Después de lo sucedido ese viernes por la noche, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió que, a pesar del ataque de su misión diplomática, Israel defendería la paz con Egipto (pocos días antes dijo algo similar, limpiándose la saliva de la cara, por tratar de mantener relaciones cordiales con Ankara).

Pero los deseos de Israel pudieran ser insuficientes. Durante décadas, los islamistas de Egipto, representados principalmente por los Hermanos Musulmanes (la organización matriz de los palestinos de Hamas), y también los salafistas más extremistas (de los que surgió Ayman al-Zawahiri, el sucesor de Bin Laden en la jefatura de al-Qaeda), han predicado la necesidad de la destrucción de Israel y la anulación del Tratado de Paz entre Israel-Egipto de 1979, además del desarraigo de toda influencia y valores occidentales de las tierras del Islam (véase las diatribas antisemitas y anti-occidentales de Said Qutb, el ideólogo de la Hermandad).

La paz entre Egipto e Israel no ha dejado de deshacerse estos últimos meses. El mes pasado hubo el ataque terrorista por parte de hombres armados islámicos, egipcios y palestinos, desde el Sinaí egipcio y contra el tráfico a lo largo de una carretera al norte de Eilat, acto que los medios de comunicación egipcios (como casi siempre falsamente) se limitaron a describir posteriormente como una violación israelí del tratado de paz al invadir estos el suelo egipcio y matar por error a unos soldados egipcios. Durante la semana, el protagonista fue el débil y vacilante régimen egipcio (su jefe, el general Tantawi, durante los sucesos del viernes, simplemente se negó a recibir llamadas de los líderes de Israel y Estados Unidos), inclinándose ante la ira de la "calle árabe" y dejando que la turba persiguiera su objetivo (aunque en el último minuto, bajo la presión del presidente Obama, los militares finalmente enviaron a comandos y rescataron a los seis guardias israelíes de los locales de la embajada asediada).

El embajador de Israel aún puede volver a El Cairo y la embajada aún podría reanudar las operaciones normales después de todo. Washington va a ejercer presión, y el ejército egipcio depende de las subvenciones estadounidenses y de sus piezas de repuesto. Pero en unos meses, "el ejército se echará a un lado”, y la población egipcia, educada en las rodillas del Islam y desde 1948 en un incesante odio a Israel, irá a las urnas y elegirá a un gobierno civil. El resultado más probable será la instalación de un gobierno islamista o, al menos, un gobierno de coalición con un importante componente islamista. Entonces, el tratado de paz con Israel sufrirá una muerte lenta o brusca, y mi conjetura es que gran parte de la clase media secular de Egipto tendrá que partir a las colinas (es decir, tratará de emigrar a América del Norte y Europa). Sin embargo, Israel no puede emigrar, y no tendrá más remedio que prepararse y fortalecer su frontera con Egipto antes pacífica.

Desgraciadamente, los acontecimientos en Egipto forman parte de un patrón más amplio, uno de esos episodios que alimentan y anticipan los siguientes. En gran medida, esto se puso en marcha en 1979 con la victoria de la revolución islamista en Teherán (irónicamente, el año en que Israel y Egipto firmaron el tratado de paz). Desde entonces, la mayor parte de la furia anti-Israel y las operaciones que se han organizado en la región en su contra, han sido estimuladas en una forma u otra por Teherán.

En la plaza Tahrir, en la manifestación de masas del viernes - esa que terminó con la "conquista" de las oficinas de la Embajada de Israel -, una de las pancartas decía: "Turquía, un modelo de virilidad". La referencia hacia alusión a la iniciativa diplomática de Ankara durante la semana anterior: el deterioro de las relaciones con Israel hasta el nivel de los segundos secretarios de embajada (de hecho, la expulsión del embajador de Israel) y la suspensión de todos los contratos de defensa entre los dos países.

Los turcos presentaron su decisión como resultado de la negativa de Israel a pedir disculpas por el asalto armado el año pasado a la flotilla turca que se dirigía a romper el bloqueo de la Franja de Gaza. De hecho, la disolución gradual de los lazos de Turquía con Israel ya se preveía como uno de los objetivos del Partido del Desarrollo y de la Justicia (AKP) de Recep Erdogan cuando alcanzó el poder en 2002. Pero los turcos jugaron esa partida cuidadosa y lentamente, para no irritar a Washington y a la UE. Ahora que Erdogan ha intimidado a su oposición interna y a los altos mandos del ejército turco, estabilizando la posición internacional de Turquía (al tomar la medida a la política de Obama con respecto al mundo musulmán), los islamistas de Ankara han permitido que sus profundos sentimientos antiisraelíes se expresen abiertamente. La semana pasada, Erdogan amenazó con enviar buques de guerra turcos para acompañar a una nueva flotilla que tratara de romper el bloqueo de Gaza.

Una ruptura completa de las relaciones turco-israelíes y egipcio-israelíes es sólo una cuestión de tiempo. Estos procesos también pueden desencadenarse en las próximas semanas ante la "posible declaración unilateral de independencia de Palestina y la violencia con la que inevitablemente vendrá acompañada”. Y lo más probable es que estos hechos no se limitarán a Palestina, Egipto y Turquía: el empuje, el peso del Islam y de la "calle árabe” probablemente conducirán a mayores sanciones contra Israel en el Oriente Medio.

robado de Safed-Tzfat

La escuela israelí de pensamiento político “deuteronomísta”

por Seth J. Frantzman

"A causa de la alianza estratégica entre Egipto, Jordania, Turquía y otros países, Israel, para sobrevivir, tendrá que proponer políticas y soluciones reales para el conflicto con los palestinos". Eso decía el principal editorial del Haaretz del 12 de septiembre. De acuerdo con este punto de vista, los que toman las decisiones en la Knesset son los responsables de todo lo que ocurre en el Oriente Medio.

Hamas dispara cohetes contra Israel y estos comentaristas escriben que eso sólo es una respuesta natural a la "ocupación" de Gaza por parte de Israel. El gobierno de Turquía ayuda a una ONG en la preparación de una gran flotilla con el objetivo de romper el bloqueo naval de Israel sobre la Franja de Gaza, y luego, cuando la flotilla se convierte en un fiasco, exige una disculpa israelí. De común acuerdo se crea una comisión internacional sobre el fiasco de la flotilla y cuando su informe se hace público, Turquía no se siente respaldada y expulsa al embajador de Israel.

Al igual que en la película “Atrapado en el tiempo”, donde el héroe vivía el mismo día (de la marmota) una y otra vez y trataba de perfeccionar sus opciones para conseguir a la mujer que amaba, solamente si Israel hace una y otra vez las elecciones correctas obtendrá el resultado perfecto. El problema con este punto de vista es que pretende que el cambio en la política turca hacia Israel no se debió a la agenda política del partido gobernante en Turquía, sino más bien a Israel. Así pues, no hubo una elección en Turquía de un partido político islamista de un carácter más bien hostil hacia Israel, y Recep Erdogan (su líder) y su compañero Ahmet Davetoglu (su ministro de Exteriores), no tienen una mente y unos objetivos propios: sus acciones están determinadas únicamente por Israel.

Roger Cohen, en el New York Times, escribe que "[Israel] encerrado en su mentalidad de asedio, dirigido por las riendas de Lieberman y sus secuaces - incapaces de comprender el cambio producido en el Oriente Medio impulsado por la demanda árabe de dignidad y libertad -, se mostró inflexible ampliando los asentamientos y haciendo caso omiso de la insistencia de los EEUU de que se disculpara, y el resultado es que Israel está perdiendo a uno de sus mejores amigos en el mundo musulmán, Turquía". El argumento es evidente: no estamos aquí antes los diversos intereses y objetivos de dos adultos, sólo está Israel, ese "adulto" que se equivoca, y los niños que lo rodean. Sólo Israel puede decidir su destino. Una especie de lado oscuro de los Protocolos de los Sabios de Sión, uno que apunta a la exclusiva influencia de los judíos en el desarrollo de la historia.

El libro del Deuteronomio atribuye todos los fracasos y las tragedias de Israel al sustrato rebelde y pecador de su gente, la cual a menudo se aleja de la adecuada trayectoria. Pero hoy en día nuestros "deuteronomistas" no son religiosos. Están representados por intelectuales laicos, periodistas, académicos y comentaristas de la televisión.

Según esta “escuela de pensamiento” israelí, Israel cometió un error al hacer la paz con el dictador egipcio Anwar Sadat. Debía haber tomado partido por el pueblo egipcio, ese que quería y quiere dignidad y libertad. Por supuesto, el pueblo egipcio odiaba a Sadat por firmar la paz con Israel, y de hecho algunos de ellos lo mataron por ello, pero eso, obviamente, no importa para su razonamiento. Es más, según la teoría de esta escuela, el pueblo egipcio comenzó a odiar a Israel porque Israel apoyaba a Hosni Mubarak, y el arrebato de ira contra Israel después de la caída de Mubarak no tiene nada que ver con el hecho de que el pueblo egipcio mantuviera simplemente, y desde hace bastante tiempo, una línea hostil con respecto a Israel. No, la hostilidad siempre es el resultado de las acciones de Israel. Ahora, por ejemplo, los disturbios ante la embajada de Israel tienen como origen los soldados egipcios muertos por error durante una represalia israelí tras el ataque terrorista cerca de Eilat (y en el que participaron egipcios). Pero, oh sorpresa, la invasión de la embajada también fue debida a que Israel no ha proporcionado soluciones a la cuestión palestina (y nuevamente más razonamiento solipsista).

Así podemos aprender del editorial del Haaretz mencionado anteriormente que "Israel ha puesto a prueba su alianza estratégica con Egipto" y que es "hora de que Israel apague el fuego". La idea sorprendente de que Israel es responsable de la destrucción de su propia embajada, ya que ha puesto a "prueba" a Egipto y debe, por lo tanto, "apagar el fuego", opinión que se deriva de una tenue, incluso me atrevo a decir racista, visión de Egipto. Egipto es una nación soberana, sus líderes son adultos, sus habitantes son adultos, sus alborotadores son adultos, y sus líderes y habitantes toman sus propias decisiones.

Israel no puede, mediante una varita mágica, cambiar la mentalidad de la gente o reparar ella sola sus alianzas. No puede apagar incendios ajenos si sus propios coches de bomberos no pueden ir hasta allí.

Estos “deuteronomistas modernos” deben reconocer que Israel no juega al fútbol consigo mismo, por lo que no puede controlar la pelota todo el tiempo. Reacciona, ataca, pide disculpas, apacigua, Israel hace lo que puede, pero sólo puede controlar como máximo el 50% de la relación.

Israel no puede obligar a la gente a que sean sus amigos, por lo que el hecho de que algunos no sean amigables no es una indicación de que ellos se sienten alienados a la fuerza.


Anexo:

Catherine Glick, en el JPost, esboza en su artículo “Lecciones del asalto a la embajada israelí” una sugerente reflexión:
El comportamiento de la multitud en Egipto y de la junta militar por igual, ha representado una llamada de atención para dos importantes grupos. Hasta la semana pasada, tanto la izquierda israelí como el establishment de la política exterior de EEUU creían que la situación en Egipto no era significativamente peor de lo que lo había sido bajo el depuesto presidente Hosni
Mubarak.

De hecho, la mayoría de los israelíes se despertaron de esta impresión al comprobar hace tres semanas como la frontera de Israel con Egipto ya no era frontera pacificada. Después de que la célula terrorista egipcio-palestino se infiltrara en Israel desde el Sinaí el pasado 18 de agosto y masacrara a ocho israelíes en la carretera a Eilat, la mayoría de los israelíes sintieron que las relaciones con Egipto se habían roto.

Sin embargo, hasta el pasado fin de semana, la izquierda de Israel insistía en que había una distinción entre la ausencia de ley en el Sinaí y la situación más ordenada en El Cairo. Argumentaban que todo lo que se necesitaba era calmar la situación en el Sinaí para dejar que la junta militar impusiera allí su autoridad como en el resto de Egipto. Por lo tanto, la izquierda sostiene que va en el interés de Israel modificar el tratado de paz y permitir que los militares egipcios remilitarizacen el Sinaí. Desde este fin de semana, y tras el asalto a la embajada, esos llamamientos se han convertido en los grandes ausentes del discurso público.

Después de que el ejército egipcio permitiera a la multitud hacerse cargo de la embajada, la fe residual de la izquierda en la moderación y el compromiso con la paz con Israel de la Junta Militar egipcia se ha evaporado rápidamente.

En cuanto a los estadounidenses, y a diferencia de Israel – el control de la política exterior norteamericana está en otro lado del espectro político, en los demócratas y liberales -, se apoyó a la multitud que en la plaza Tahrir pedía derrocar a Mubarak. Los estadounidenses elogiaron la desaparición de Mubarak como un triunfo de las fuerzas democráticas y liberales en el mundo árabe. Pero en las postrimerías del asalto a la embajada, diversas voces de todo el espectro político de los EEUU están pidiendo una reevaluación de las relaciones EEUU- Egipto.

Por su parte, la voluntad de Obama de intervenir en favor de los guardias de seguridad sitiados en la embajada, probablemente no estaba divorciada de su evaluación de las probables consecuencias políticas que podían producirse a partir de la masacre de los guardias de seguridad israelíes por la multitud egipcia. En tal caso, el público estadounidense inmediatamente podría equiparar el apoyo de Obama a esa "revolucionaria y democrática” multitud en contra del gobernante aliado de EEUU durante muchos años (Mubarak), con el anterior apoyo de su predecesor Jimmy Carter a la "revolucionaria y democrática” multitud iraní que derribó al Sha, también un constante aliado, en 1979. El hecho de que Obama reconozca la importancia política que tiene la evolución de las señales que nos llegan de Egipto, induce a pensar que él también podría estar dispuesto a reconsiderar una política diferente hacia Egipto en los próximos meses.


robado de Safed Tzfat

Por fortuna, existe Israel… (para poder echarle la culpa)

por Gil Mihaely – Causeur

Si la revolución egipcia – y la Primavera árabe en general – eran imprevisibles, los episodios posteriores se han revelado más bien decepcionantes (en tanto que resultaban previsibles): la caída del tirano no habría producido cambios milagrosos, y la euforia de la victoria ha dejado su lugar a la frustración y al desencanto, mientras la “unidad revolucionaria” volaba en pedazos, dejando aparecer notables divergencias sobre la estrategia a seguir durante la era post-Mubarak. Pero que el concienciado e ilusionado personal occidental se tranquilice, la unión sagrada se ha vuelto a reafirmar para designar al chivo expiatorio responsable de todas las plagas de Egipto: Israel.

Hace seis mesas apenas, los comentaristas más optimistas señalaban que los “judíos”, los “sionistas” e Israel habían desaparecido de las pantallas-radar de los manifestantes de la plaza Al-Tahrir, Esa era la prueba, afirmaban los entusiastas, a la que vez que se apresuraban a denunciar a todos esos que habían osado expresar sus dudas e inquietudes, de que el antisionismo, inclusive el antisemitismo imputado a las sociedades árabes, se revelaba como un mero cliché islamofobo, propio más bien de una caricatura occidental etnocentrista. Ahora que los fantasmas de febrero se han evaporado en el calor agobiante del verano egipcio, las buenas y viejas costumbres están de regreso. Se descubre así que el odio a Israel permanece, a pesar de los tres decenios de paz, como el único denominador común capaz de movilizar a los egipcios más allá de las rivalidades políticas y religiosas.

El atentado perpetrado el 18 de agosto en la frontera israelo-egipcia, en las proximidades de la estación balnearia israelí de Eilat, sobre el Mar Rojo, y las represalias israelíes posteriores que le han seguido han despertado esa triste pasión que mina el mundo árabe, al menos tanto seguramente como la pobreza, la corrupción y la dictadura. La muerte de seis militares y policías egipcios – quizás caídos bajo las balas de los terroristas – ha sido imputada inmediatamente al ejército israelí, rivalizando la opinión y los medias egipcias en su denuncia del “enemigo sionista” culpable de “violar la soberanía egipcia” y de haber hecho “correr sangre egipcia”.

Los hechos, evidentemente, no tienen mucho que ver con esta propaganda. Los terroristas, de los cuales se sabe que algunos eran egipcios, han entrado en territorio israelí a plena luz del día, a unos 200 metros de un puesto fronterizo del ejército egipcio, y han ametrallado los vehículos de civiles israelíes que atravesaban una carretera cercana causando siete muertos, todo ello antes de replegarse hacia territorio egipcio, detrás de una posición militar. Desde allá, han incluso replicado a los soldados del Tsahal que les perseguían, matando a uno de ellos, antes de caer finalmente abatidos. Además de comprobar que las organizaciones islamistas sitas en Gaza eran los organizadores y mandatarios del atentado, los responsables israelíes no han podido dejar de observar como El Cairo ya no controla el Sinaí, convertido desde el cambio de régimen en Egipto en un vivero de radicales islamistas y una base de retaguardia del terrorismo palestino. El amor propio egipcio ha sido pues la última víctima del comando terrorista.

Es así como la "calle egipcia" ha reencontrado brevemente los colores de otra primavera, la de 1967, cuando las masas alborozadas aclamaban la aventura suicida de un Nasser que prometía “lanzar a los judíos al mar”. Como gran diferencia, hace cuatro decenios se podía tranquilizar a los bienpensantes denunciando que había sido un demagogo quién habría manipulado a unas masas ignorantes. Hoy en día, son las propias masas las protagonistas: el odio a Israel es un elemento fundamental del consenso democrático egipcio.

De golpe, el Panteón revolucionario de la "Primavera árabe” no tiene las mismas hechuras que en Enero y Febrero. Los héroes del pueblo – en todo caso según la versión difundida por los medias occidentales – eran entonces Wahil Hanim, el celebre empleado de Google y sus amigos ciber-revolucionarios y bilingües. Hoy en día, el “movimiento del 6 de abril” demanda la expulsión del embajador israelí y el nuevo rostro de la revolución es Ahmad Al-Shahat, un joven parado apodado “Flagman” por haber reemplazado la bandera israelí de la embajada por una egipcia, mucho más correcta desde el punto de vista islámico.

Visionado su éxito millones de veces, su logro ha sido visiblemente apreciado al más alto nivel: su acto heroico le ha valido al joven trepador un alojamiento, un trabajo y una medalla: al menos hay un egipcio que puede decir que debe su prosperidad a los “judíos”. Esperando más acontecimientos, uno puede interrogarse sobre el papel de los generales egipcios. El mariscal Tantawi, jefe del Consejo Supremo del Ejército egipcio, y jefe de Estado de facto, creía que sacrificando a Moubarak y a su familia podía controlar la orientación estratégica del país, algo que el asombroso “Flagman” acaba de echar abajo.

El historiador griego Polibio pensaba que la democracia de las masas degeneraba necesariamente en “oclocracia”, es decir, el gobierno de las masas y el peor régimen posible. La evolución actual en Egipto nos enseña que se puede llegar a esa pesadilla sin pasar ni siquiera por la “democracia”.

robado de Safed-Tzfat

viernes, 26 de agosto de 2011

Mucho más que una mala semana

La última semana ha sido la peor para Israel en los últimos tres años. Tres ataques coordinados, —contra todo vehículo que circulaba por la carretera que lleva a Eilat—, una nueva tentativa de secuestro —frustrado porque los ocupantes del coche no se detuvieron, pero presenciaron como miembros de su familia que iban en otro coche eran asesinados—, lanzamientos continuados de mortero, cohetes qassam y grads —que acabaron con la vida de un padre de familia que deja a dos niñas pequeñas y una mujer a punto de dar a luz—.

El balance es de nueve israelíes muertos, decenas de heridos. Un millón de israelíes en los refugios anti-aéreos, y el Sur de Israel atacado desde Gaza. Sólo el viernes cayeron en territorio israelí más de 70 proyectiles.

Ese es el panorama que la prensa europea y sobre todo la española no quiere contar. La noticia del triple ataque en el Sur de Israel no fue más que una simple anécdota. Los lanzamientos de qassam, grad y mortero meras anécdotas dentro de los artículos que demonizan a Israel por devolver el fuego o acabar con la vida del grupo que reivindicó el triple ataque.

Por enésima vez las mismas sensaciones: Indignación. Una profunda indignación al ver como en RTVE se justifica un ataque contra un autobús público porque en él viajaban militares israelíes. No creo que el redactor de esa noticia se hubiera atrevido a justificar que Al-Qaeda atentó contra los trenes en Atocha porque los trenes también son usados por personal del ejército español. Básicamente porque sería una atrocidad. Pero la prensa española hace tiempo que parece desconocer las cosas más básicas.

Hartazgo, porque por enésima vez “Israel ataca Gaza” y ni media palabra de los ataques sobre el Sur de Israel, ni sobre el millón de israelíes que viven pendientes de las sirenas, o del buen funcionamiento del Iron Dome.

Cabreo, porque los palestinos nunca son parte de un grupo terrorista, ni aunque la yihad islámica o el comité de resistencia popular lo admitan. Son hombres, mujeres y niños. Los israelíes sólo son un número, o israelíes, o sionistas, o colonos, o civiles o militares. Nunca personas, ni padres, ni hijos, ni niños, ni bebés.

Un apunte, los enemigos de Israel se han modernizado, parece ser que utilizan facebook, twitter y demás para afinar la puntería, por eso el ejército israelí les ha pedido a los ciudadanos israelíes que no den datos sobre los impactos de qassam y grad.

Facebook y twitter se había convertido para muchos israelíes en una forma de demostrarle al mundo que el Sur de Israel está siendo constantemente atacada desde Gaza, en una forma de luchar contra los silencios interesados de aquellos que se empeñan en que el mes que viene la ANP llegue a la categoría de estado, sin obligación ninguna, y sin un plan real a corto, medio o largo plazo para subsistir.

Porque la realidad es que han vuelto a atacar a Israel, están atacando el sur del país a pesar de la “tregua” —una de esas treguas a las que Hamas, la yihad y demás grupos palestinos nos tiene acostumbrados—, y la prensa internacional, sobre todo la española mira a otro lado.

miércoles, 29 de junio de 2011

El antisemitismo es verde, recicla

Cuentan que Hitler era vegetariano, amante de los animales y creía en la importancia de proteger el medio ambiente y el reciclaje. Quizás imbuido por ese espíritu, el nuevo antisemitismo se ha reciclado siguiendo las reglas del mundo en el que vivimos. Hay que ser políticamente correcto, ¿cómo puede uno ser políticamente correcto si se es antisemita? ¡Haciéndose antisionista! No exige mucho esfuerzo. Donde antes uno decía judío, se usa israelí; donde se hablaba de dominio de la banca mundial, se habla del lobby sionista, digo judío. Donde antes estaba los niñitos cristianos que los malvados judíos usaban para hacer los matzot, ahora están los niños palestinos que los malvados israelies usan para hacer prácticas de tiro. ¡Hay que reciclarse!

Todo se recicla. Se aborrecen los símbolos nazis, pero se permite el negacionismo. El caso del negacionismo exige una aclaración. ¿Por qué luchar contra el negacionismo? Es una pregunta que se contesta con otra pregunta, ¿Por qué el neo-nazismo promueve el negacionismo?

El neo-nazismo tiene pretensiones políticas, quiere que el nacionalsocialismo vuelva a ser una opción política legítima. Y por ello ha creado una serie de teorías que intentan por varios caminos convencer a la gente de que el nacionalsocialismo no era tan malo, si no que en realidad el régimen nazi alemán fue víctima de una conjura judía. El nivel de la conjura difiere, algunos llegan a acusar a Hitler de ser judío, o le convierten en un títere que desconocía lo que estaba pasando —aunque el descubrimiento de una carta manuscrita fechada en 1919 pone en entredicho las “fundadas” tesis de Irving—. Pero no nos preocupemos por Irving, siempre le quedará reciclar sus teorías o recurrir al bolígrafo.

Uno de los efectos de la crisis económica es el reciclaje de viejos —que no olvidados— “argumentos económicos” para explicarla, que ponen en manos judías todo el dinero y el poder de la Banca y/o Estados Unidos: “los judíos controlan la economía mundial”, “el verdadero enemigo es el judaísmo internacional”, “con su maléfico dinero el judaísmo internacional compro el estado artificial asesino del que disfruta ahora”, “asesinos en Palestina con bombas, asesinos en resto del mundo con su dinero sucio y podrido”, “todas las reformas que se están haciendo en Europa para empobrecer a la gente están orquestadas por el judaísmo internacional”…

No hay mucho que decir ante ese tipo de aseveraciones, por desgracia se encuentran con facilidad, ni siquiera uno tiene que irse de tertulia a un café, o sentarse a la barra de un bar a tomar cuatro cervezas, basta con leer los comentarios de cualquier noticia sobre Israel publicada en un periódico español, incluidos los deportivos. —Que se lo pregunten a Piqué o a Guardiola—.

En “Cuarto Milenio”, han preferido “resucitar” el tema de los libelos de sangre medievales, obviando la realidad histórica. Nada nuevo tratándose del programa de Iker Jiménez. Es cierto que no se puede pedir peras al olmo, a Jiménez le encanta ser ambiguo —una forma, como otra cualquiera de evitar demandas por difamación—, tiene esa capacidad innata de decir una cosa y la contraria sin importar el tema que trate. Masonería, ovnis, toros, fantasmas, libelos de sangre,… Quizás sea realmente de locos esperar otra cosa de un programa como “Cuarto Milenio”.

Hasta el domingo, ¿alguien echaba de menos los libelos de sangre? Tampoco es que hayamos tenido tiempo de echarlos de menos, recordemos que no hace tanto tiempo un periódico sueco acusaba al ejército israelí de asesinar a jóvenes palestinos para robarles sus órganos. Según el relato aparecido en el periódico, el ejército israelí asesina a jóvenes palestinos, se lleva los cadáveres y tras extraerle los órganos devuelve el cadáver a la familia de la víctima.

El periodista, Donald Boström, aseveró tras la polémica que no tenía ninguna prueba de que ese tráfico existiera. Uno que es un poquito raro, en semejante tesitura se pregunta, ¿si no tiene ninguna evidencia, para qué escribe el artículo? Parece que Boström con esa ética profesional —no probar unas más que serias acusaciones—, no tendrá muchos problemas para lograr trabajo en “Público” si decide dejar el tabloide con el que publica sus “artículos de investigación”. Tiene el perfil de redactor del “Público”, publica conjeturas, no busca pruebas y cuando le piden explicaciones por sus afirmaciones, le exige al ejército/gobierno de Israel que demuestre su inocencia. Boström también pasa por alto que no se pueden transplantar órganos muertos. El único que lo ha conseguido es un tal Victor Frankenstein. Sospecho que ese es el nombre del doctor experto en transplantes que asesoró a Böstrom.

Incluso en el tema del VIH se recicla. Primero, científicos israelíes crearon el virus del SIDA, después el Mossad se lo inoculó a Arafat, después se pensó que mantener esa teoría manchaba la imagen del Rais, alguien podría pensar que las legendarias orgías que montaba con sus guardaespaldas —nada que ver con la guardia que acompañaba a todas partes a Gadafi—, tendrían algo que ver con su muerte. Después el “exhaustivo” examen realizado por un médico palestino, vía imágenes televisivas, descubría que Arafat había sido envenenado. Obviamente por el Mossad, que después le remató en Francia. Más tarde se vuelve a la teoría del VIH, cuando miembros de la ANP admiten que Arafat murió de SIDA.

Estoy convencido de que si Arafat hubiera muerto aplastado por un meteorito, habría quien defendería que un grupo de rabinos, reunidos en un cementerio invocaron al demonio para conseguir desviar un meteorito de su órbita para que cayera sobre la cabeza de Arafat. Otros más modernos y fans del reciclaje creerían en una conjura judeo masónica sionista extraterrestre, y los más puestos en tecnología, defenderían la existencia de una operación encubierta del Mossad desde el espacio.

Cualquier sandez sirve, todo es cuestión de reciclarla.

martes, 28 de junio de 2011

Hablemos de Yarmouk

¿Les suena Yarmouk? Seguramente no. Es un campo de refugiados palestinos ¿sigue sin sonarles? No me extraña, Yarmouk no es un campo de refugiados oficial, pero existe desde 1957 en Damasco. No es oficial porque no parece un campo de refugiados tradicional, no tiene tiendas de campaña ni chabolas. Es una zona residencial, con Internet cafés y salones de belleza, con taxis y microbuses –eso cuenta la BBC–.
En Yarmouk hace unos días pasó algo, un pequeño incidente —lo llamaré incidente, aunque no me sienta cómodo llamando “incidente” a la muerte de 14 personas—. Dentro de la cantidad de historias relacionadas con el conflicto que nos han inundado en los últimos dos meses, lo ocurrido en Yarmouk no parece más que una anécdota, no al nivel de las declaraciones del muftí libanés que cabreado por lo que considera un robo por parte de los palestinos de territorio libanés, les ha pedido “diplomáticamente” que se larguen del país. Ese tipo de comentarios “diplomáticos” que en labios del rabino Ovadiah habrían terminado con unos cuantos artículos hablando del racismo judío; —siendo justos, el rabino Ovadiah tuvo su momento de gloria, dejando en muy mal lugar a toda la comunidad judía mundial—.
Tampoco llega al nivel de la historia del perro poseído por un abogado laico condenado a muerte por un tribunal rabínico en Mea Shearim. Por extraño que parezca o kafkiano, o ya directamente ridículo. La supuesta lapidación de un perro poseído ha sido noticia de varios periódicos españoles, y motivo para que me interrogaran sobre el tema incluso cuando iba a comprar el pan. No ha habido perro más famoso desde Laika, o desde Lassie. Que en Greenpeace no se alteren, la perra —que no perro—, está vivita y coleando, fue recogida por oficiales municipales. Por enésima vez un rumor se convirtió en noticia.
Volviendo a Yarmouk, explicaré porque ese “incidente” me parece tan revelador. Tras un funeral en Yarmouk por los palestinos —12 según Israel y 23 según Siria—, muertos al intentar entrar ilegalmente en Israel. Los familiares enfurecidos decidieron atacar el edificio del FPLP-GC una agrupación palestina prosiria, a la que responsabilizaban de la utilización de sus hijos como carne de cañón para liberar la presión internacional sobre el gobierno de Assad. Miembros del FPLP-GC respondieron disparando contra personas desarmadas. El resultado fue de 14 personas muertas, un número desconocido de heridos y un edificio quemado.
No es extraño, esto es España, que la versión israelí sea ninguneada. La verdad es la que da el gobierno sirio, que no se explica como los palestinos han podido llegar hasta la frontera con Israel, ni siquiera sabe de donde salieron los 42 autobuses que llevaron a los palestinos hasta allí. Según un informe localizado por un periodista, los autobuses los puso el gobierno y se les proveyó de un salvoconducto para pasar los controles militares —no se debe olvidar que Siria está en una especie de estado de sitio, por las revueltas ciudadanas—. Según la versión siria, tan “objetiva” y poco interesada en desviar la atención de la prensa internacional, hubo 23 muertos y 350 heridos por armas de fuego. Según la versión israelí, los soldados de la frontera recibieron la orden de disparar por debajo de la cintura, a las piernas. Achacan el número de muertos al hecho de que la frontera entre Siria e Israel esté llena de minas anti-tanque.
Entiendo que es una noticia difícil de dirigir para un propalestino. Un grupo palestino mostrando como jugaba con la vida de sus compatriotas para defender a un régimen que no les reconoce como ciudadanos sirios. Hay acusaciones serias, el Partido Reformista Sirio acusó al régimen sirio de contratar a los palestinos para que asaltaran la frontera, ofreciéndoles 1000$, 10.000$ en caso de que resultasen muertos.
Resulta aún algo sorprendente —no demasiado si tenemos en cuenta los estándares de los periódicos españoles—, la escasa difusión que ha tenido este incidente. Este incidente nos muestra como el régimen de Assad utiliza a los palestinos para amenazar a Israel, —amenazar, porque habla de lanzar a sus 600.000 palestinos contra la frontera con Israel, ¿a nadie le recuerdan a las amenazas de Gadafi?— y para desviar la atención mundial.
Ni siquiera historias tan nebulosas como ese extraño atentado sufrido por el ejército sirio en Jisr al-Shaghur, que según fuentes más fiables se trataría del modo en el que el régimen habría lidiado con la deserción de un grupo de soldados sirios, incapaces de seguir acatando las órdenes de utilizar armamento de guerra contra los ciudadanos sirios que protestan pacíficamente en las calles.
Aunque si somos serios, después de más de tres meses de represión brutal, cientos de personas asesinadas —más de 1700—, más de diez mil personas refugiadas en Turquía, y 10.000 desaparecidos, no parece que el mundo esté muy preocupado por lo que ocurre en Siria. Teniendo en cuenta que lo máximo que se ha llegado, gracias a la amenaza de veto por parte de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, es a impedirle a la familia Assad —que es la que controla la economía siria—, acceso a sus cuentas localizadas en Europa y EEUU.
Assad ha tenido suerte, utilizar a los palestinos como carne de cañón le ha salido gratis, nada importan las pruebas presentadas, de cómo el gobierno sirio proveyó de autobuses a los “improvisados” manifestantes, las acusaciones de partidos de la oposición, del enfado de los familiares de los muertos, del enfado y condena de lideres palestinos.
Los propalestinos profesionales no se han enterado de nada, por eso no le han montado una flotilla para exigirle que al menos les permita moverse libremente por Siria, porque por extraño que parezca, los palestinos no pueden moverse libremente por Siria sin el permiso del gobierno sirio. Sorprendente, ¿verdad?

viernes, 22 de abril de 2011

¿Por qué Shema Israel?

Hace algunos años, un amigo me pidió que le tradujera la letra de una canción: “Shema Israel” de Sarit Hadad. Para mi no era más que una canción más, una canción que me había encontrado por casualidad y a la que no había prestado demasiada atención. Soy tan despistado que ni me fijo en la letra de las canciones en castellano.

Me pasé horas intentando conseguir una traducción poética. Pero con cada palabra que traducía, la canción se volvía terrible para mí, era como un alarido de dolor, como un grito de rabia.

Cuando entregué mi traducción, mi amigo pareció complacido y con una sonrisa me dijo, “¿sabes por qué Sarit escribió la canción?” La respuesta obvia era no. Y si respuesta me heló la sangre: “Por los reservistas asesinados en Ramallah”. ¿Alguien ha podido olvidar aquellas imágenes? Yo no.

De eso ya hace 11 años, perdí la traducción. Pero no he podido olvidarlo. Otra cosa que no he podido olvidar, es la carta del periodista italiano que pidió disculpas a la ANP y prometió no volver a dejar en evidencia a los palestinos por grabar el linchamiento de los dos reservistas. Un caso evidente de “ética periodística”. De la mierda de siempre.

Shma Israel!

Kshehalev boje, rak Elokim shomea Cuando el corazón llora, solo D’s lo oye

hakeev ole mitoj haneshama (el dolor sube desde dentro del alma)
adam nofel lifnei shehu shokea (un hombre cae antes de hundirse)

betfila ktana jotej et hadmama (con una pequeña oración que rompe el silencio)
Shma Israel Elokai ata kol iajol (Escucha Israel mi D’s tú todo lo puedes)

natata li et jaiai, natata li hakol (me diste la vida, me diste todo)
beeinai dim'a halev boje besheket (en mis ojos una lágrima, el corazón llora en silencio)

ukshehalev shotek, haneshama zoeket (y cuando el corazón calla, el alma grita)
Shma Israel Elokai ajshav ani levad (Escucha Israel mi D’s ahora estoy solo)

jazek oti elokai ase shelo efjad (hazme mas fuerte mi D’s, haz que no tenga miedo) hakeev gadol veein lean livroaj (el dolor es grande y no hay adonde huir)

ase sheigamer, ki lo notar bi koaj (haz que se acabe, porque no me quedan fuerzas)
kshehalev boje hazman omed milejet (cuando el corazón llora, el tiempo deja de andar)

haadam roe et kol jaiav pit'om (el hombre ve de pronto toda su vida)

el halo noda hu lo rotze lalejet (no quiere ir hacia lo desconocido)
leelokav kore al saf tehom (a su D’s llama al borde del abismo)

Shma Israel Elokai ata kol iajol (Escucha Israel, mi D’s que todo lo puedes)
natata li et jaiai, natata li hakol (me diste mi vida, me diste todo)

beeinai dim'a halev boje besheket (en mis ojos una lágrima, el corazón llora en silencio)
ukshehalev shotek haneshama zoeket (y cuando el corazón calla, el alma grita)
Shma Israel Elokai, ajshav ani levad (Escucha Israel, mi D’s, ahora estoy solo)

jazek oti elokai ase shelo efjad (hazme mas fuerte mi D’s, haz que no tema)
hakeev gadol veein lean livroaj (el dolor es grande y no hay donde huir)

ase sheigamer ki lo notar bi koaj..... (Haz que se termine porque no me quedan fuerzas)

Shma Israel Elokai ata kol iajol (Escucha Israel, mi D’s tú todo lo puedes)

natata li et jaiai natata li hakol (me diste mi vida, me diste todo)

beeinai dim'a halev boje besheket (en mis ojos una lagrima, el corazón llora en silencio)

ukshehalev shotek, haneshama zoeket (y cuando el corazón calla, el alma grita...)

Shma Israel Elokai ajshav ani levad.........


traducción de Aien Luraj
Entran ganas de gritar de rabia, ¡tan poco han cambiado las cosas!

Hamas tiene problemas

Según parece, en los últimos años, el salafismo se ha puesto de moda en Gaza. Miembros de grupos salafistas que han atentado en Iraq y Egipto confesaron haberse estado entrenando en Gaza. Delante de las narices de una Hamas a la que abiertamente desprecian.

Uno de los grupos es Tawhid wa Al-Jihad. Recientemente celebre, por ser responsable del secuestro, tortura y asesinato del activista propalestino Vittorio Arrigoni. El italiano fue acusado de “propagar la corrupción” —deduzco que moral—, de provenir de un estado infiel —Italia—, o por ser gay —es uno de los rumores que corre últimamente por la red, además de su relación con la responsable de AI de la zona—, u occidental, por fumar, por hablar con las mujeres palestinas directamente, por beber… o por todo eso.

Pero Tawhid wa al-Jihad no es el único grupo de corte salafista que ronda por Gaza y pretende hacerle la competencia a Hamas. Otro de los grupos es Jund Ansar Allah, el grupo salafista que declaró su intención de convertir Gaza en un estado verdaderamente islámico desde la mezquita de Ibn-Taymiyah, con una verdadera implantación de la Ley Islámica y la Sariah. La declaración acabó con 24 muertos —12 miembros del grupo salafista, 6 miembros de Hamas y 6 civiles, entre ellos 3 niños de entre 8 y 13 años— y 130 heridos —entre ellos un niño egipcio de 3 años que se encontraba en Egipto—.

El líder acabó muerto en un extraño incidente que a la prensa —sobre todo la española— no parece que le llamara demasiado la atención. ¿Han oído alguna vez hablar de un líder espiritual musulmán suicidándose con una carga explosiva para matar a un mediador? Esa es la versión que dio Hamas sobre la muerte del jeque Abdel Latif Moussa, líder del grupo salafista Jund Ansar Allah.

No es que prefiera el salafismo a Hamas, sería como escoger entre que te peguen un tiro en la cabeza o en el corazón, las posibilidades de morir son las mismas. Son los métodos salvajes de Hamas que los defensores de los derechos humanos, las ONG’s, los periodistas, los pacifistas etc. no tienen tiempo de denunciar.

Uno puede estar de acuerdo o no —yo estoy más bien en contra— con lo de “suicidar” al líder de un grupo que ha cometido varios ataques contra Israel, que ha puesto bombas en cibercafés en Gaza, y que pretende instaurar un régimen fundamentalista islámico regido por la Sharia. Está claro que ni su ideario, ni sus acciones favorecen a nadie más que a ellos mismos. Ni es bueno para Israel, ni es bueno para los palestinos.

Pero uno esperaría más resonancia ante un hecho como el asalto de Hamas a una mezquita, sobre todo al conocerse los detalles del asalto. Hamas cerró el recinto y se lanzaron varias granadas dentro, dio orden a sus tropas de ejecutar a todos —y hay una grabación que lo prueba—, hay pruebas fotográficas presentadas por la ANP de que varios miembros del grupo fueron ejecutados. Seis civiles resultaron muertos, entre ellos tres niños, y hubo más de 130 heridos. Si Israel hubiera osado asaltar una mezquita los gritos de condena habrían inundado el mundo. Pero no todos jugamos con las mismas reglas.

Pero del mismo modo que se silenció el asalto a la mezquita, se silencia que Vittorio Arrigoni fue asesinado por un grupo salafista palestino, o que Juliano Mer-Khamis fue asesinado por un militante de Hamas.

“Hablemos de locos, de dolor, de injusticia, de venganzas, pero ocultemos la verdad y culpemos de todo a Israel o a una conspiración perpetrada por el Mossad”. Ese es el leitmotiv de ya sabemos quienes.

Mientras tanto, Hamas tiene un problema, hay unos señores aún más radicales que ellos, el movimiento está de moda y parece que seguirá coleando. Dicen que ese tipo de cosas pasan, cuando pones a gente como Bin Laden en un pedestal. Parece que Hamas está empezando a enterarse. Y sabiendo como se las gasta Hamas, habrá otro baño de sangre.

Y que nadie se engañe, estos grupos pretenden también la destrucción de los judíos, y la destrucción de Israel. No son nuestros colegas.

Un pacifista muerto

Juliano Mer-Khamis además de actor y director, era un pacifista convencido. Palestino y judío. Su madre era judía, su padre un cristiano palestino. Era conocido internacionalmente por su trabajo en varias películas de Amos Gitai —Kippur, Kedma o Esther, y su participación en “La chica del Tambor”.

Dentro de Israel no era sólo conocido por su trabajo como actor en cine y televisión, también lo era por su trabajo como documentalista, al realizar un documental “Arna’s children” sobre la labor de su madre, Arna Mer, que creó un grupo de teatro infantil en Jenin durante los 80.

En el documental Mer entrevistaba a aquellos niños que ya hombres acabaron envueltos de forma violenta en el conflicto. Varios murieron en enfrentamientos contra Israel, tres cometieron atentados y dos acabaron en prisión.

Quizás fue su idealismo lo que le llevó a intentarlo de nuevo y creó el “Freedom Theatre” junto a varios activistas israelíes y un antiguo —aunque lo de “antiguo” es ampliamente discutible, al igual que sus buenas intenciones— miembro de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, Zakaria Zubeidi. Zubeidi formó parte de “Arna’s House” el grupo de teatro creado por la madre de Juliano. Además gobernó Jenin con mano firme, fue responsable de varios ataques y atentados terroristas, tomó parte durante la Batalla de Jenin y cree firmemente que Arafat fue envenenado por Israel.

Con los datos en la mano, el Teatro de la Libertad parece un intento ingenuo de disminuir la brecha que existe entre palestinos e israelíes. Y más ingenuo aún, cuando muchos sólo reconocerán a Juliano Mer-Khamis como el pacifista asesinado en Jenin por un hombre enmascarado el pasado 4 de abril. Parece que el autor fue un ex miembro de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa y simpatizante de Hamas, un vecino de Jenin: Mujahed Qaniri.

Con los datos en la mano, no puedo evitar ser pesimista, Juliano fue asesinado, pero antes fue amenazado varias veces de muerte. Muchos no le querían en Jenin. Muchos le consideraban un idealista que jugaba con fuego y acabaría quemándose. A mí, personalmente, me parece un hombre entre dos mundos que intentó hacer algo bueno y que acabó asesinado por la intolerancia, por política, porque molestaba.

El caso de Juliano no es único. Aunque B’H no todos tuvieron tan fatal desenlace. Podríamos recordar a los miembros palestinos del equipo de fútbol que jugó el partido por la paz en el Camp Nou junto a jugadores israelíes, a la directora de la banda de música que montó un concierto para supervivientes del Holocausto… Parece que ser pacifista, pero de los de verdad, se paga caro, o al menos, está muy mal visto.

Sacando provecho

¿Les suena Vittorio Arrigoni? Si son seguidores habituales del conflicto árabe-israelí, sabrán perfectamente de quien se trata.

Vittorio Arrigoni es el miembro del ISM asesinado por un grupo salafista en Gaza. El cadáver de Arrigoni apareció en una casa abandonada, le habían colgado de una viga, antes del límite de tiempo que habían dado para que Hamas liberara a Walid al-Maqdasi —líder salafista, al-Maqdasi lleva un mes en una prisión de Gaza— y varios salafistas por todo el mundo. Sus secuestradores y asesinos acusaron a Arrigoni de "esparcir la corrupción" y de ser ciudadano de un "país infiel", Italia.

Arrigoni fue grabado en video, con una venda en los ojos y señales inequívocas de que había sido golpeado. Según las pocas informaciones existentes sobre su muerte, parece que fue golpeado antes de ser colgado. Otras fuentes hablan de detalles realmente macabros rodeando su muerte, como una posible mutilación.

Dejo patente que Arrigoni jamás me habría caído bien, sobre todo tras ver como mostraba con orgullo su foto con Ismael Haniye (el “simpatiquísimo” líder de Hamas en Gaza); su militancia en el ISM, grupo de pseudos pacifistas que defienden el atentado con palestino-bomba como medio para “no se sabe muy bien qué” —será reducir el número de palestinos en Gaza—; sus tatuajes, llevaba tatuado en el antebrazo en árabe, no la palabra amor, o paz, o libertad si no “resistencia”.

Su muerte es una desgracia. Una desgracia para los ciudadanos de Gaza. Una desgracia para los verdaderos propalestinos —si existen—, que creían que se podía ayudar desde Gaza sin que su vida colgara al final de una soga. Desde luego parece que no ha sido tanta desgracia para gente como Tapial, que se ha apresurado en acusar al Mossad, al Shin Bet, a Israel, a una organización sionista misteriosa… o a lo que sea que huela a judío de asesinar a su colega de cervezas. Parece que según este dechado de estupidez vivir en Gaza es sencillo, es fácil, no le pasa nada a nadie. ¿Realmente alguien se cree semejante sandez?

Tampoco parece que el ISM lo considere un gran problema, ya ha empezado a sacar tajada del asunto. El ISM montó una manifestación en repulsa por el asesinato de Arrigoni, una manifestación no contra el grupo que se vanaglorió de su secuestro y asesinato, y que colgó un vídeo en youtube. La manifestación —¡oh sorpresa!—, fue contra Israel. ¿A qué están profundamente sorprendidos? Yo no quepo en mi mismo de la sorpresa. Voy a por unas sales para recuperarme del susto.

Otra “sorpresa”: el ISM no ha condenado el asesinato de su propio activista. Debería darles vergüenza, pero dudo sinceramente que la tengan. Ya que no condenan los asesinatos que sus amigos cometen —que nadie se lleve a engaño el ISM sólo es amigo de Hamas, de Fatah, de la Yihad… no de los palestinos—, al menos podían condenar los asesinatos de sus activistas. Pero parece que sólo tienen energía para pagarles un par de cafés a un par de terroristas suicidas, o convertir en mártir a la víctima de un accidente.

Ahora podemos pasar a las teorías que han llevado a un grupo palestino a asesinar a un propalestino. Hay varias y algunas realmente delirantes. Pasamos desde el complot sionista para acabar con el ISM y todos sus miembros (obra de Tapial entre otros) —una teoría que, sin embargo, no apoya Hamas—, a que Arrigoni fue asesinado por algún miembro de Hamas porque su presencia empezaba a avergonzar a las autoridades de Gaza, por su ostentación de un estilo de vida netamente occidental —drogas, alcohol, hablar directamente a las mujeres…—. En medio, la existencia de grupos salafistas, entre ellos Tawhid wa Al-Jihad, que consideran que el gobierno de Hamas es demasiado Light en términos religiosos, morales y sociales.

Resumiendo lo leído estos últimos días sobre las circunstancias de la muerte de Arrigoni, se ha barajado desde que Arrigoni fuera un espía del Mossad (sic), que fue asesinado por intentar convertirse en una figura política dentro de Gaza, que era abiertamente homosexual, que el grupo salafista —que parece que ha negado el asesinato—, intentaba poner en evidencia a Hamas, hasta que fue asesinado por fumar maria y hablar directamente con las mujeres palestinas,… Tienen para elegir.

No hay que olvidar los delirios de aquellos que creen que Israel introduciría a un comando del Mossad en Gaza, no para rescatar a Guilad Shalit o asesinar/secuestrar a Ismael Haniye o cualquiera de los lideres de Hamas, si no para secuestrar, torturar y asesinar a un propalestino que hasta el día de su muerte, apenas nadie conocía. Sinceramente, un argumento de lo más delirante. Pero si se vende la integridad, ¿por qué no se va a poder vender la muerte de los colegas? Que se lo pregunten a Tapial, al ISM y ONG’s de ese calibre.

En toda esta maraña de suposiciones, lo que queda bastante claro es que Arrigoni fue torturado y asesinado por aquellos a los que quería defender: Los fundamentalistas islámicos violentos de Gaza.

miércoles, 13 de abril de 2011

Las cosas cambian, pero no tanto (y 2)

Algo que tampoco ha cambiado en estos años, es la ocultación sistemática de cualquiera ataque palestino contra israelíes y/o palestinos. Ya pueden sacar mil informes las ONG’S que cuando se trata de atacar o criticar a Hamas o a Fatah —por hablar de las dos facciones palestinas más importantes en estos momentos—, los periodistas no encuentran un hueco en sus ocupadas agendas. Y en el caso de que se hable del ataque, se minimiza. Uno se pregunta, cómo llamarían esos mismos periodistas a los “cohetes artesanales” si acabaran estallando en su jardín, o hicieran un boquete en sus casas.

Otra no sorpresa, ha sido el tema Goldstone. Hace unos años, con sólo recordarlo pienso que sufría de un severo caso de ingenuidad, tenía gran respeto por la ONU, hasta que pequeños asuntos empezaron a cambiar mi forma de pensar.

Empecé a descubrir cosas como que un avezado funcionario —Kofi Anan— había retirado las tropas de Ruanda, dejando a la población completamente desprotegida del genocidio que fue cometido AGARRENSE en tan sólo 10 semanas. Cerca de un millón de ruandeses fueron asesinados a machetazos en tan sólo 70 días, apenas un poco más de dos meses.

Otra de las cosas que descubrí, fue que la ONU no ha lanzado ni una sola resolución de condena contra Sudan por las matanzas que la propia ONU reconoce. Estamos hablando de 400.000 muertos, cientos de miles de mujeres violadas y torturadas, cientos de miles de hombres mutilados y unos dos millones de refugiados.

Eso sí, la ONU encontró tiempo para condenar la construcción de lo que considera asentamientos ilegales. Aunque no lo tuvo en su momento para condenar a los países árabes por atacar Israel. Pueden buscarlo, pero no lo van a encontrar, ni en 1948, ni en 1967, ni en 1973…

Otra cosa que descubrí, fue que en la mesa de derechos humanos de la ONU se sentaba Libia. No se preocupen, ahora mismo ese lugar lo ocupa otro país, Irán. ¿A que se sienten aliviados? Tener a Irán preocupándose por los derechos de las mujeres, hace que uno respire tranquilo.

¿Otros asuntos? Desde el escándalo de los cascos azules implicados en un ataque contra Israel, y el escandaloso borrado por parte de oficiales de la ONU de las imágenes que podían dilucidar quiénes habían atacado al convoy israelí. Pasando por la implicación de la familia de Anan en el programa “Petróleo por Alimentos”, denuncias por los canales utilizados por UNICEF para llevar la ayuda humanitaria.

No se extrañen, UNICEF financió a Hamas. Del mismo modo que la FAO financió a los yanyawid de Sudán. Podrá parecerles exagerado, así que me explicaré. UNICEF pasaba la ayuda a través de la ANP, pero la corrupción estaba tan generalizada que optó por pasar la ayuda a través de Hamas, que diligentemente repartió la ayuda, creo campos para niños ensalzando a terroristas, escuelas en las que se ensalzaba a los Shahid… lo típico que uno quisiera ver en cualquier lugar del mundo. Una panda de fanáticos convenciendo a sus niños, para que se exploten matando a otros niños. ¿Lo de Sudán? resulta que la FAO, para alimentar al empobrecido Sur de Sudán compraba al Norte el grano con el que alimentaba al Sur. Como pueden imaginar el Norte no se dedicó a construir carreteras, si no que usó ese dinero para armar y pagar a los yanyawid.

Y me quedo mil cosas en el tintero. Una cosa que aprendí con el tiempo, es que cualquier noticia contra Israel se graba a fuego, cualquier rectificación sobre esa noticia, se queda en la nada, sobre todo si hablamos de España. Ya puede ser una falsa acusación de masacre —Jenin—, como niños que mueren en cámara, que resulta que no, como escándalos sobre el uso del Photoshop y la falta de control de la agencia de noticias Reuters —Por penoso que parezca, básicamente porque lo es. Se ha dado más importancia al uso del Photoshop en las revistas de moda, que el uso de fotos retocadas para ilustrar la “crueldad de una guerra” o la desaparición de “inoportunos” cuchillos en manos de “pacifistas”—.

Esa regla se puede aplicar perfectamente en el caso del Informe Goldstone. Goldstone ha descubierto que le han utilizado para demonizar a Israel. Y que la base del informe es total y completamente falso. ¡Los hay rápidos!

Lo que yo he descubierto, tras leer el informe, es que Goldstone es un mal profesional. Y más que un arrepentimiento a estas horas, debería haber empezado no realizando semejante chapuza.

Las cosas cambian, pero no tanto

Me han dicho últimamente, que paso bastante del blog. Puede que tengan razón. Cuando creamos este blog, no pensé que duraría tanto tiempo. Por muy mal que viera las cosas, no pensé que la prensa española diera aún más pena y autentica repulsión. Por aquel entonces, no había nacido Público y 20 minutos, era el tiempo que esperabas a aquel que siempre se empeñaba en llegar tarde.


Cuando empezamos el blog, leíamos aterrorizados las noticias que nos llegaban desde diferentes periódicos, siempre intentando no ser demasiado “papistas” digo “sionistas” y usando poco los periódicos israelíes, para intentar ser objetivos. Estábamos aterrorizados porque nuestros amigos nos hablaban de éxodo, de alarmas, de destrucción. Hezbollah atacaba Israel, intentando matar y destruir todo lo posible. Lo de Hamas no era más, por desgracia, que una anécdota. No era la primera vez que las tropas entraban en Gaza. No era la primera vez que un soldado era secuestrado, no era la primera vez que se pedía un rescate: mil asesinos por un joven de veinte años.

Dejemos el ataque nostálgico. Las cosas han cambiado bastante, por desgracia no tengo tanto tiempo como antes. Ni tanta energía y creo que he perdido en parte, la seguridad de que al final las cosas acabarán saliendo bien. Siempre creí en la posibilidad de una paz, pero me he dado cuenta de que va a ser mucho más dolorosa y tardía de lo que esperaba. Y a veces me pregunto, si realmente merecerá la pena.

Algo que no ha cambiado, ni disminuido, en estos años, es la utilización del conflicto palestino-israelí como una forma estupenda de tener entretenida a la gente en las tertulias de los bares. En realidad, ha aumentado. España puede decir orgullosa que es líder en la UE de algo más que en horas de sol, es el país más antisemita de toda la UE. Y antisemitas de Izquierdas. Vamos, Zapatero debe estar orgulloso, ni Franco lo había hecho tan bien.

No importa que más de la mitad de los países musulmanes estén en crisis. Túnez, Egipto, Yemen, Libia, Bahrein, Siria, Irán, Jordania, Marruecos… Algunos de los países atajaron el problema, como fue el caso de Jordania, en el caso de Gadafi resulta que se ha visto sorprendido al ser abandonado por sus antiguos colegas de negocios. Y las acusaciones que rozan el delirio, contra Israel acusando al gobierno israelí de cosas tan dispares como “provocar las revueltas” y “defender a los tiranos”, vienen en parte avaladas por las gilipolleces de Ilan Pappe, —no conozco otra palabra que defina mejor las chaladuras de semejante personaje—.

No importa que negros nubarrones, de más que sospecha, recaigan sobre el régimen iraní que dio un pucherazo más que sonado. Con una junta electoral admitiendo, que tras haber revisado parte de los votos habían descubierto, nada más y nada menos: TRES MILLONES de votos fraudulentos.

Pero no hay de que inquietarse, ni eso, ni las noticias que hablan de activistas por la democracia, torturados y ejecutados tras pantomimas que algunos llaman juicios. Ni las huelgas de hambre de conocidos cineastas iraníes, han convertido a Irán en foco de la información. Ni siquiera cuando los jóvenes iraníes, viendo lo que les venía encima, intentaron una revuelta civil que llenó de sangre las calles de Teherán y de detenidos las cárceles iraníes.

Los jóvenes iraníes, han vuelto a intentarlo y una vez más Occidente y los grandiosos humanistas de salón, se han quedado dormidos y les han ignorado.

Mientras tanto, tenemos a los que no hace ni seis meses alababan a Gaddafi, a Mubarak, a Ben Ali, o Al-Assad, descubriendo “por sorpresa” que aquellos a los que estaban defendiendo, no eran los mirlos blancos que creían que eran. Pero que nadie se preocupe, que su visión edulcorada del mundo árabe sigue en pie, esa que parece firmada por el guionista de “Pulgarcita” —para aquellos que no lo recuerden o no conozcan esta película. Imaginen el impacto visual Disney multiplicado en rosa, azul y amarillo, con sobredosis de azúcar que podría dejar ciego a unos cuantos animales de compañía. ¡Sí! Aunque parezca imposible, hay cosas aún más ñoñas que lo más ñoño del cine Disney—.

Ni Al-Qaeda pululando por Libia, ni la Hermandad Musulmana dando discursos de corte antisemita, fundamentalistas y anti sentido común en la plaza Tahrir, parecen hacer mella en aquellos que hace dos días no veían un problema en ninguno lado. Bueno, en ningún lado que no fuera Israel, claro.