¿De qué va esto?

Esto es un blog pro-Israeli.

Lo creamos hace ya casi cinco años, en los albores de la operación Litani, tras el secuestro de Ehud y Eldad. Cuando Gilad llevaba más de un mes en manos de Hamas.

Han pasado casi cinco años. Gilad sigue en manos de Hamas, Ehud y Eldad volvieron a Israel. Muertos. Muchas cosas han pasado, pero poco ha cambiado. Una tregua, Sderot bajo el fuego de los qassam, atentados, una operación contra Hamas, la reconciliación entre Fatah y Hamas, informes sesgados, la ONU, secuestros en Gaza, flotillas pseudo-pacifistas…

Lo que nos hizo abrir este blog en ese momento, fue notar que no recibíamos información sobre lo que pasaba en Israel. Empezamos a traducir noticias, a escribir crónicas basándonos en la información que recogíamos de fuentes de todo el mundo.

Después la calma, después otras luchas en otros lugares. Nos volvimos más críticos, más pesimistas.

Pero seguimos aquí, y pensamos, que pese a quien pese, Israel seguirá existiendo. Y seguiremos peleando, para que eso sea así.

jueves, 29 de enero de 2009

Guerra, paz e hipocresía.

Julio Maria Sanguinetti
Ex Presidente de la República del Uruguay

Una vez más, la guerra en la frontera de Israel... Ahora no es en el Norte, como en 2006, cuando Hezbolá, un poder militarizado adentro de un débil Estado libanés, se aburrió de tirar misiles hacia el otro lado y llegó al secuestro y la muerte, obligando, finalmente, a la reacción militar del agredido. Hoy estamos en la frontera Sur, la de Gaza, liberada por Israel en el 2005, cuando se pensó que la paz podía alcanzarse comprándola con tierra y, al igual que en Sur del Líbano, retiró su ejército. En esta ocasión no se trata de Hezbolá sino de Hamas, distintos pero idénticos en el proclamado objetivo de la desaparición de Israel.

En su tiempo, Israel informó, reclamó, denunció. Nadie se molestó. Por supuesto, en el Sur del país se vivía bajo el terror permanente y a cada rato había que esconderse en refugios salvadores. Una vez y otra se advirtió, pero los muertos no eran muchos y eran israelíes, o sea los más poderosos, los aliados de los EE.UU. Y, naturalmente, nadie contestó. Hasta que un día hubo que detener la agresión, o por lo menos intentarlo, y los mismos que callaban saltaron como resortes a clamar por la paz, a organizar manifestaciones en todas las capitales por los pobres palestinos sitiados en Gaza, que es -se dice- un "campo de concentración israelí". Lo que no se dice es que si esas fueran las motivaciones israelíes, más sencillo hubiera sido seguir ocupando militarmente Gaza. Lo que no se dice es que la mayoría de esos palestinos viven del trabajo que encuentran en Israel, porque en su territorio, sus enriquecidos correligionarios nunca se propusieron instalar hoteles para turismo o establecimientos que dieran trabajo, expectativas de mejora, creando así -a la vez- el clima de la paz. Merleau Ponty escribió hace años que la capacidad de violencia revolucionaria está en función inversa de lo que se tenga para perder; quien tiene algo, trata de no arriesgarlo, mientras que a quien nada posee todo le da lo mismo. Lo que no se dice es que la mayoría de esos palestinos quiso encontrar un camino pacífico votando una tendencia moderada para su gobierno, pero el Presidente Mahmud Abbas fue acosado y prácticamente depuesto por la mayoría circunstancial del movimiento Hamas, quien parte de la base de exigir la desaparición de Israel.

Se habla de excesos. De respuestas desproporcionadas. La verdad es que la guerra siempre es un exceso, siempre es una barbaridad, en el estricto sentido de la palabra. ¿Qué es, entonces, una respuesta proporcionada? ¿Tirar 3 mil misiles hacia el otro lado con una eficacia mayor y allí sí matar indiscriminadamente? ¿Cuántos muertos hay que esperar para justificar una reacción?

Todo esto quienes primero lo saben son los Estados árabes responsables. Lo tiene claro Egipto, que cierra a cal y canto su frontera con Gaza. Lo tienen bien asumido Jordanía y Arabia Saudita, acusados de complicidad o cobardía por los movimientos radicales, que también operan en contra de su institucionalidad, pretendiendo desplazarlos hacia el sendero ciego del fanatismo y la violencia.

En el fondo, digámoslo con todas las letras, lo sabemos todos. Pero hay quienes creen que sólo se puede posar de "izquierda" si se está contra Israel, porque es el aliado de los EE.UU. en el difícil equilibrio de esa región; que sólo se puede invocar humanismo clamando por una paz que justamente han quebrado quienes aparecen como víctimas circunstanciales de una tormenta que ellos mismos desataron para justificar su propio radicalismo.

Todos los esfuerzos por la paz, naturalmente, son bienvenidos. Pero ninguno tiene el menor sentido si no es sobre la base de que Hamas deponga su objetivo de la desaparición de Israel. Quien de buena fe actúe, primero que intente arrancarle algún compromiso a quienes cierran toda hipótesis de diálogo. ¿Qué diálogo puede haber si una de las partes proclama la desaparición de la otra?

En el fondo, la generalidad reconoce, aunque no lo diga, que esta es la misma guerra de hace 60 años, cuando en 1948 las Naciones Unidas crearon dos Estados, uno judío y otro árabe, que entonces no fue aceptado por quienes decían defender la causa palestina. Si en aquel momento, se hubiera creado este Estado, ¡cuánta sangre se habría ahorrado! La circunstancia de fondo permanece: quienes sustentan la desaparición de Israel, al punto de que cuando algún movimiento cambia su parecer para una línea constructiva, de inmediato es jaqueado por otro radical que le aparece a su costado. Así viene ocurriendo desde la OLP y Arafat, que nació como terrorista y murió como dialoguista. Mientras no se cambien los textos en las escuelas y las prédicas en los templos, sembrando el odio contra el pueblo judío, siempre aparecerá alguien más fanático para continuar este largo conflicto, que ha provocado ocho guerras convencionales y por lo menos dos Intifadas.

Por cierto, los muertos duelen, sean de quien sean. Por supuesto, el ejército israelí, como todos los ejércitos en combate, seguramente comete excesos. Pero no un genocidio, como se afirma con trivialidad, porque si esta fuera la idea es obvio que no habría quinientos muertos ni se harían las sacrificadas operaciones de infantería que se realizan. Bastarían las bombas y los misiles. Los muertos duelen, sí. Pero también la hipocresía de lo "políticamente correcto", la dualidad de quienes no quieren ir al fondo mismo de la cuestión que es el fanatismo, la xenofobia, el antisemitismo, el totalitarismo, el sometimiento de la mujer, el odio proclamado y difundido desde la tierna infancia de quienes -se proclama- nacen para servir a la gloria de Alá en el más allá.

enviado por nomi

sábado, 24 de enero de 2009

Sobre el tan mentado fosforo blanco.

17-01-2009 Entrevista
Armas de fósforo– el punto de vista del CICR
El jefe de la Unidad Armas del CICR, señor Peter Herby, esboza las normas aplicables al uso de armas de fósforo para explicar el modo de proceder de la Institución respecto de este asunto.

¿Se ha confirmado el uso de armas de fósforo blanco por Israel en el actual conflicto en Gaza?

Sí. Según extendidos informes de los medios de comunicación, imágenes y análisis de acreditados expertos, se han usado armas de fósforo en el conflicto.

¿Cuáles son las normas de derecho internacional humanitario aplicables por lo que respecta al uso de armas de fósforo y al respeto de la vida de los civiles?

Permítame comenzar diciendo que hay normas fundamentales, en las que se dispone que los civiles han de ser protegidos de los efectos de todas las operaciones militares y que está rotundamente prohibido atacar a los civiles con cualquier arma.

Como el uso de cualquier otra arma, el uso de las armas que contienen fósforo está regido por las normas básicas del derecho internacional humanitario. En estas normas se dispone que las partes en un conflicto deben hacer una distinción entre objetivos militares por una parte, y civiles y bienes de carácter civil, por otra. En el derecho también se exige que tomen todas las precauciones factibles para prevenir daños entre civiles y bienes de carácter civil que podrían resultar de las operaciones militares. Están prohibidos los ataques que causan daños "desproporcionados" entre los civiles y la población civil.

Hay otras restricciones sobre el uso de fósforo blanco como arma incendiaria, es decir poner fuego a los objetivos militares. El uso de tales armas de fósforo contra cualquier objetivo militar dentro de una concentración de civiles está prohibido, a no ser que el objetivo militar esté claramente separado de los civiles. El uso de armas incendiarias lanzadas desde el aire contra objetivos militares en una concentración de civiles está sencillamente prohibido. Estas prohibiciones están contenidas en el Protocolo III de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales.

Además, en el derecho internacional humanitario consuetudinario, que se aplica a todas las partes en cualquier conflicto, se exige tomar un particular cuidado cuando se ataca un objetivo militar con armas incendiarias que contienen fósforo blanco, a fin de evitar daños entre los civiles y los bienes civiles. Si dicha sustancia se usa contra combatientes, la parte que lo usa tiene la obligación de evaluar si cabe emplear un arma menos dañina para poner fuera de acción a los combatientes.

Si las municiones que contienen fósforo blanco se usan para señalar objetivos militares o para producir cortinas de humo, entonces, su uso se rige por las normas básicas del derecho internacional humanitario.

El hecho de que en el derecho internacional humanitario no se prohíben específicamente las armas de fósforo no supone que sea lícito cualquier uso específico de armas que contienen esta sustancia. La licitud de cada incidente de uso ha de considerarse de conformidad con todas las normas fundamentales que he mencionado. Puede ser lícito o no, según una variedad de factores.

¿Considera el CICR que es lícito el uso que se ha dado a las armas de fósforo blanco en Gaza , según el derecho internacional humanitario?

Si delegados del CICR sobre el terreno reúnen pruebas fiables y precisas de violaciones, o si personal sanitario del CICR corrobora informes de otras organizaciones, de conformidad con nuestro modo habitual de trabajo, el CICR empezaría por hablar sobre el particular con la parte interesada, en vez de hablar de ello públicamente. Al contrario de lo que se nos ha atribuido recientemente en los informes de los medios de comunicación, no hemos comentado públicamente la licitud del actual uso de armas de fósforo por Israel.

¿Da lugar a preocupaciones humanitarias específicas el uso de armas que contienen fósforo blanco, especialmente armas incendiarias, en una zona poblada?

Sí. Las armas de fósforo blanco esparcen fósforo ardiente, que arde a más de 800 grados centígrados (unos 1.500 grados Fahrenheit), sobre una zona amplia, de hasta varios cientos de metros cuadrados. Seguirá ardiendo hasta que el fósforo se haya vaciado o hasta que ya no esté expuesto al oxígeno. Potencialmente, el arma puede causar heridas particularmente horribles y dolorosas o una muerte lenta y dolorosa. El personal sanitario debe estar especialmente formado para tratar tales heridas y puede también estar expuesto a quemaduras por fósforo. Si se usan contra objetivos militares ubicados en zonas pobladas o cerca de éstas las armas que contienen dicha sustancia deben utilizarse con extrema cautela pare prevenir víctimas civiles.

Texto de la Declaración de Independencia del Estado de Israel

La Tierra de Israel fue la cuna del pueblo judío. Aquí se forjó su identidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí logró por primera vez su soberanía, creando valores culturales de significado nacional y universal, y legó al mundo el eterno Libro de los Libros.

Luego de haber sido exiliado por la fuerza de su tierra, el pueblo le guardó fidelidad durante toda su Dispersión y jamás cesó de orar y esperar su retorno a ella para la restauración de su libertad política.

Impulsados por este histórico y tradicional vínculo, los judíos procuraron en cada generación reestablecerse en su patria ancestral. En los últimos decenios retornaron en masa. Pioneros, maapilim y defensores hicieron florecer el desierto, revivieron el idioma hebreo, construyeron ciudades y pueblos, y crearon una sociedad pujante, que controlaba su economía y cultura propias, amante de la paz, pero capaz de defenderse a sí misma, portadora de las bendiciones del progreso para todos los habitantes del país, que aspira a la independencia y a la soberanía.

En el año de 5657 (1897), respondiendo al llamado del padre espiritual del estado judío, Teodoro Herzl, se congregó el Primer Congreso Sionista que proclamó el derecho del pueblo judío a la restauración nacional en su propio país.

Este derecho fue reconocido en la Declaración Balfour del 2 de noviembre de 1917 y reafirmado en el mandato de la Liga de las Naciones que, específicamente sancionó internacionalmente la conexión histórica entre el pueblo judío y Eretz Israel y al derecho del pueblo judío de reconstruir su Hogar Nacional.

La catástrofe que recientemente azotó al pueblo judío - la masacre de millones de judíos en Europa - fue otra clara demostración de la urgencia por resolver el problema de su falta de hogar, restableciendo en Eretz Israel el Estado Judío, que habrá de abrir las puertas de la patria de par en par a todo judío y conferirle al pueblo judío el status de miembro privilegiado en la familia de las naciones.

Sobrevivientes del holocausto nazi en Europa, como también judíos de otras partes del mundo, continuaron inmigrando a Eretz Israel superando dificultades, restricciones y peligros, y nunca cesaron de exigir su derecho a una vida de dignidad, de libertad y de trabajo en su patria nacional.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la comunidad judía de este país contribuyó con todas sus energías en la lucha de las naciones amantes de la libertad y la paz en contra la iniquidad nazi, y, por la sangre derramada por sus soldados y el esfuerzo bélico desplegado, le valieron el derecho de contarse entre los pueblos que fundaron las Naciones Unidas.

El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que disponía el establecimiento de un estado judío en Eretz Israel. La Asamblea General requirió de los habitantes de Eretz Israel que tomaran en sus manos todas las medidas necesarias para la implementación de dicha resolución. Este reconocimiento por parte de las Naciones Unidas sobre el derecho del pueblo judío a establecer su propio estado es irrevocable.

Este derecho es el derecho natural del pueblo judío de ser dueño de su propio destino, con todas las otras naciones, en un Estado soberano propio.

Por consiguiente nosotros, miembros del consejo del pueblo, representantes de la comunidad judía de Eretz Israel y del movimiento sionista, estamos reunidos aquí en el día de la terminación del Mandato Británico sobre Eretz Israel y, en virtud de nuestro derecho natural e histórico y basados en la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, PROCLAMAMOS EL ESTABLECIMIENTO DE UN ESTADO JUDÍO EN ERETZ ISRAEL, QUE SERÁ CONOCIDO COMO EL ESTADO DE ISRAEL.

DECLARAMOS que, desde el momento en que termina el Mandato, esta noche, víspera de Shabat, el 6 de iyar, 5708 (14 de mayo, 1948) y hasta el establecimiento de las autoridades electas y permanentes del estado, de acuerdo con la constitución que habrá de ser adoptada por la Asamblea Constituyente a ser elegida, a más tardar el 1o de octubre de 1948, el Consejo del Pueblo actuará en calidad de Consejo Provisional del Estado y su brazo ejecutivo, la Administración del Pueblo, será el Gobierno Provisional del estado judío, que se llamará "Estado de Israel".

EL ESTADO DE ISRAEL permanecerá abierto a la inmigración judía y el crisol de las diásporas; promoverá el desarrollo del país para el beneficio de todos sus habitantes; estará basado en los principios de libertad, justicia y paz, a la luz de las enseñanzas de los profetas de Israel; asegurará la completa igualdad de derechos políticos y sociales a todos sus habitantes sin diferencia de credo, raza o sexo; garantizará libertad de culto, conciencia, idioma, educación y cultura; salvaguardará los Lugares Santos de todas las religiones; y será fiel a los principios de la Carta de las Naciones Unidas.

EL ESTADO DE ISRAEL está dispuesto a cooperar con las agencias y representantes de las Naciones Unidas en la implementación de la resolución de la Asamblea General del 29 de noviembre de 1947, y tomará las medidas necesarias para lograr la unión económica de toda Eretz Israel.

APELAMOS a las Naciones Unidas para que asistan al pueblo judío en la construcción de su Estado y a admitir al Estado de Israel en la familia de las naciones.

EXHORTAMOS - aun en medio de la agresión sangrienta que es lanzada en contra nuestra desde hace meses - a los habitantes árabes del Estado de Israel a mantener la paz y participar en la construcción del Estado sobre la base de plenos derechos civiles y de una representación adecuada en todas sus instituciones provisionales y permanentes.

EXTENDEMOS nuestra mano a todos los estados vecinos y a sus pueblos en una oferta de paz y buena vecindad, y los exhortamos a establecer vínculos de cooperación y ayuda mutua con el pueblo judío soberano asentado en su tierra. El Estado de Israel está dispuesto a realizar su parte en el esfuerzo común por el progreso de todo el Medio Oriente.

HACEMOS un llamado a todo el pueblo judío en la diáspora para que se congregue en torno de los judíos de Eretz Israel y lo secunde en las tareas de inmigración y construcción, y estén juntos en la gran lucha por la materialización del sueño milenario - la redención de Israel.

PONIENDO NUESTRA FE EN EL TODOPODEROSO, COLOCAMOS NUESTRAS FIRMAS A ESTA PROCLAMACION EN ESTA SESION DEL CONSEJO PROVISIONAL DEL ESTADO, SOBRE EL SUELO DE LA PATRIA, EN LA CIUDAD DE TEL AVIV, EN ESTA VISPERA DE SABADO, EL QUINTO DIA DE IYAR DE 5708 (14 DE MAYO DE 1948).


David Ben-Gurion

Daniel Auster, Mordekhai Bentov, Yitzchak Ben Zvi, Eliyahu Berligne, Fritz Bernstein, Rabbi Wolf Gold, Meir Grabovsky, Yitzchak Gruenbaum, Dr. Abraham Granovsky, Eliyahu Dobkin, Meir Wilner-Kovner, Zerach Wahrhaftig, Herzl Vardi, Rachel Cohen, Rabbi Kalman Kahana, Saadia Kobashi, Rabbi Yitzchak Meir Levin, Meir David Loewenstein, Zvi Luria, Golda Myerson, Nachum Nir, Zvi Segal, Rabbi Yehuda Leib Hacohen Fishman, David Zvi Pinkas, Aharon Zisling, Moshe Kolodny, Eliezer Kaplan, Abraham Katznelson, Felix Rosenblueth, David Remez, Berl Repetur, Mordekhai Shattner, Ben Zion Sternberg, Bekhor Shitreet, Moshe Shapira, Moshe Shertok.

jueves, 22 de enero de 2009

Diario italiano: los habitantes de Gaza dicen que Hamás los mantuvo en hogares siendo usados por pistoleros

Civiles palestinos han acusado a Hamás de forzarlos a quedarse en los hogares desde donde los pistoleros dispararon a los soldados israelíes durante las hostilidades recientes en Gaza, según reportó el Jueves el diario italiano Corriere della Sera.

Más de 1,250 palestinos fueron reportados muertos durante la ofensiva de Israel contra Hamás en el territorio costero. Israel ha sido duramente criticado por el gran número de civiles entre los palestinos muertos, de los cuales fueron más de la mitad de acuerdo a los oficiales de Gaza.

Pero el diario italiano también citó a un doctor en el Hospital Shifa de la ciudad de Gaza Hospital en contra del número de palestinos que se ha dicho que han muerto en la campaña.

"Es posible que el número de muertos en Gaza sea 500 o 600 como mucho, principalmente jóvenes de entre 17 y 23 años que fueron enlistados por Hamás - quien los envió a sus muertes," dijo.

13 israelíes fueron también asesinados durante la operación que duró 3 semanas, que apuntaba a detener el fuego de cohetes en el sur de Israel y destruir la infraestructura de Hamás.

El doctor de Gaza además fue citado diciendo: "Quizás sea como en Jenin en el 2002. Al principio hablaban de alrededor de 1.500 muertos, pero al final resultó que solo eran 54 - de los cuales 45 eran militantes."

El se referia a la batalla de las Fuerzas de Defensa Israelíes con los militantes palestinos en el pueblo de Cisjordania que tuvo lugar durante la Operación Escudo Defensivo en el pico de la segunda intifada.

Alto Oficial de IDF: Hamás cometió un uso 'monstruoso' de los niños durante la operación de Gaza

El Comandante de la División de Gaza de las IDF el jueves, mientras tanto, etiquetó el uso de mujeres y niños por parte de Hamás durante la ofensiva de Gaza como "monstruoso" e "inhumano."

El Brig. Gen. Eyal Eisenberg dijo que los civiles fueron enviados por Hamás para transferir armas a pistoleros durante la ofensiva. También acusó al grupo islamista militante de poner trampas caza-bobos en muchas de las casas civiles.

"Familias enteras en Gaza vivieron encima de un barril de explosivos por meses sin saberlo," dijo Eisenberg.

El oficial aseguró que a pesar de las llamadas internacionales para investigar presuntos crímenes de guerra, los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel adhirieron a los principios morales mientras peleaban en Gaza.

Fuente: Diario Haaretz

lunes, 19 de enero de 2009

A quienes comparan a Israel con los nazis

Por Yosef Levi-Sfari Cónsul portavoz de la Embajada de Israel en Uruguay

Los últimos días vimos aparecer en Uruguay, al lado de numerosos artículos de opinión expresando su comprensión a las causas por las que Israel se vio obligado a defender a su población, unas pocas opiniones virulentamente antiisraelíes.

La crítica a Israel o a sus políticas es completamente legítima. Es más, Israel es uno de los países en los que la polémica y la confrontación de ideas por parte de la prensa y la opinión pública están más arraigados, al punto que criticar ácidamente al gobierno de turno, sea cual fuere su signo político, hacer rodar cabezas, y "sacrificar vacas sagradas" como solemos decir en Israel, llega casi al grado de deporte nacional.Valga entonces la aclaración: no tenemos problema alguno con las críticas, y estamos dispuestos a explicarlas una a una e ir respondiéndolas sin esquivarle al meollo del asunto. El Estado de Israel no está exento de equivocaciones ni de yerros, enfrentándonos como lo hacemos desde los albores de nuestra existencia con una realidad sumamente compleja. Nuestro país crece y se desarrolla a pesar de un conflicto crónico, y está constantemente dispuesto a escuchar voces distintas con ideas sobre cómo manejar dicho conflicto ­que, digámoslo claramente, sólo para Israel es vital y existencial­ de la mejor manera posible, con el menor número posible de afectados, damnificados y víctimas, propias y ajenas.

Pero también están quienes pecan de miopía y observan por voluntad propia al conflicto con una mirada estrecha y falta de perspectiva, como equino con anteojeras, y que despiertan puntual e infaliblemente a la hora exacta en que el caldero rebalsa ­ni un minuto antes­ declamando de memoria la cantilena de que Israel es el único villano de la película, y compitiendo entre sí como infantes quién de ellos se llevará la palma enhebrando la mayor cantidad de epítetos, de eslogans, de lugares comunes, de insultos gratuitos, de clisés, de bajezas, de frases hechas, de viejas consignas y de comparaciones descabelladas, copiando y pegando viejos textos y desempolvando pancartas confeccionadas para alguna crisis anterior.

El ejemplo más extremo de dicho fenómeno, lo constituye la comparación de los actos de gobierno, de defensa o de guerra del Estado de Israel, con el horror de los crímenes perpetrados por los nazis. El paralelismo entre ambos, indispensable aclararlo en primer lugar, ha sido formalmente tachado de antisemitismo por la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, organismo de la Unión Europea. Dicha organización emitió hace unos años un documento, en el que establece que determinadas críticas al Estado de Israel, sus gobiernos o políticas, no son sino claras expresiones de neoantisemitismo, convenientemente camufladas en esta época de corrección política como un supuesto "antisionismo". Entre ellas menciona la comparación entre las acciones israelíes y los crímenes nazis; la negación del derecho a la autodeterminación del pueblo judío, al acusar a Israel de racismo; o la aplicación de doble rasero, pretendiendo de Israel lo que no se demanda ni se exige de ningún otro país en el mundo. Lo dicho: la Unión Europea considera a expresiones de dicho tenor, cada una de ellas, como antisemitas.

Si de crítica constructiva o de argumentación sólida se tratase, nuestros detractores se expresarían sin ninguna necesidad de echar mano a comparaciones con el delito más vil cometido en la historia de la Humanidad: tal paralelismo sería en dicho caso completamente contraproducente, al crear en el oyente un antagonismo inmediato, y terminaría por debilitar irremediablemente al mejor de los argumentos. Es que no se trata de crítica constructiva: se trata de una táctica mendaz, destinada a destruir el más mínimo denominador común y rehuir así toda posibilidad de debate coherente o de valor alguno, método cuya única finalidad es la de demonizar al Estado de Israel por motivos ideológicos.

Recordemos a los que osan acudir a la comparación con los crímenes de la Alemania hitleriana ­ya que parecen adolecer de un grave problema de amnesia selectiva, aún si entre los mismos hay quienes por su edad podrían haber sido personalmente víctimas o testigos de la barbarie nazi­ los hechos descarnados: el régimen nazi (elegido democráticamente en unas elecciones populares, al igual que el régimen de Hamas) se puso como meta el exterminio cuidadosamente premeditado, planificado y sistemático del pueblo judío de la faz de la tierra, hasta el último de nosotros. Hitler pretendió apoderarse de toda Europa camino de la conquista del mundo, en tanto sus planes satánicos se saldaron con decenas de millones de muertos en sólo 6 años, seis millones de ellos judíos inocentes, masacrados industrialmente, asfixiados en cámaras de gas, asesinados en fusilamientos masivos de familias, aldeas y ciudades enteras, quemados vivos, dejados a su suerte hasta morir de inanición, hacinamiento o enfermedades; muertos durante experimentos médicos, torturados sádicamente, todo ello hasta exterminar con esos y otros métodos una tercera parte del pueblo judío. Resulta tristemente irónico que, de haberse los nazis salido con la suya hasta las últimas consecuencias, algunos de los propios maldicientes no serían hoy más que un puñado de cenizas esparcido por alguno de los campos de exterminio. Sus invectivas contra Israel no los hubiesen exonerado del pecado de ser judíos, ni salvado de la suerte del resto de sus hermanos.

Cabe a esta altura la pregunta: ¿Por qué es sólo Israel el blanco de sus diatribas? ¿Alguien los ha escuchado vociferar contra la limpieza étnica cometida en la provincia de Darfur en Sudán, con más de medio millón de víctimas hasta hoy? ¿Elevaron nuestros criticones sus voces al cielo, comparando las ejecuciones públicas de homosexuales en Irán por sólo serlo, con la matanza de homosexuales identificados por un triángulo rosa a manos de los nazis? Tampoco el grupo terrorista Hamas, que ganó en primer lugar las elecciones legislativas en Gaza y luego derrocó cruentamente al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen, apoderándose violentamente del poder de la Franja, motivó que los críticos de Israel despertaran de su voluntario letargo, a pesar de que exactamente de la misma manera fue que los nazis se apropiaron del poder, en la Alemania de 1933.

Es el mismo Hamas que instauró en Gaza una dictadura totalitaria confesional inspirada y fomentada por Irán, que prohibe toda crítica y el menor atisbo de disenso. Es una tiranía fundamentalista, que liquidó a sus contrincantes arrojándolos al vacío desde los edificios más altos de Gaza, para inspirar terror; y que instauró el imperio de la ley islámica, por cuyo mandato son cortadas las manos de los ladrones, castrados los violadores y ejecutado todo "traidor" al camino del fanatismo. Es el mismo Hamas que adoctrina a los niños de Gaza en el culto a la muerte desde la más tierna edad, inculcándoles un odio ciego contra Israel que les permita reclutarlos fácilmente como carne de cañón en atentados suicidas, o como escudos humanos. A pesar de todo eso, Hamas nunca tuvo el dudoso honor de ser comparado con el régimen nazi.

Y con toda razón. Porque a pesar de ser un enemigo jurado y declarado del Estado de Israel, y de avasallar los derechos fundamentales de su propia población civil y de la israelí, y de sus deleznables actos terroristas, Hamas no se aproxima siquiera remotamente a la barbarie nazi, la más estrepitosa bancarrota moral a la que haya llegado jamás el género humano: la constitución de fábricas industrializadas, perfectamente organizadas, por cuyas líneas de producción ingresaban hombres, mujeres y niños judíos, y salían convertidos en cadáveres, los que una vez arrancados sus dientes de oro, aprovechados sus cabellos para rellenar colchones y su grasa para fabricar jabón, eran reducidos a cenizas. El propio Hamas, aún siendo acérrimo enemigo que niega el derecho a la existencia del Estado de Israel, no pretende el exterminio sistemático de sus ciudadanos, sino que llama "sólo" a la destrucción del país como entidad política y soberana.

No dejemos de decir lo que cae de maduro: la comparación del Estado de Israel con el nazismo, es una variante particularmente despreciable del negacionismo de la Shoá, y una brutal falta de respeto por las víctimas de la barbarie nazi, incluyendo los sobrevivientes que aún están con nosotros.

La comparación de Israel con los nazis, pauperiza el debate de ideas, al nivel más pueril posible: el del golpe bajo, el de atacar al objetivo cualquiera sea el precio, el de la calumnia y la injuria. Es una forma de antisemitismo rabioso, porque no pretende en modo alguno venir en defensa de los palestinos ­en su mayor parte moderados, laicos y deseosos de alcanzar la paz, y que aborrecen de Hamas y su política de sangre y fuego no menos que nosotros­, sino que viene sólo a atacar al Estado judío. Por esa misma razón, la filípica es siempre lanzada en el momento mismo en que Israel reacciona a la agresión de turno en su contra, y nunca un minuto antes, cuando Israel es atacado, descontextualizando sus motivos, tergiversando falazmente dichos y hechos, trastrocando manipulativamente causas por consecuencias y viceversa. Todo método dialéctico vale cuando de atacar a Israel se trata, y para eso el neoantisemita va siempre dispuesto a revolver en la herida que jamás cicatrizará: el carísimo recuerdo por los 6 millones de nuestros padres y abuelos asesinados por el mero hecho de ser judíos.

No sería posible concluir estos conceptos, sin dirigirnos a los miembros de nuestro propio pueblo que prestan con tanta facilidad su pluma a la banalización de la Shoá. A ellos ­como a los otros­ los invitamos: siéntanse con libertad de criticar a Israel, que no está exenta de errores ni inmune a la opinión adversa. Pero anímense a hacerlo seriamente, sumando valor agregado al debate, con argumentos que ilustren los acontecimientos. Analicen la complejidad de la situación, interésense por los hechos (por TODOS los hechos), practiquen el ejercicio de ponerse en lugar de los demás ­de TODOS los demás­, luego de lo cual ofrezcan alternativas, sugieran posibles soluciones, los invitamos incluso a visitar el lugar de los acontecimientos (de TODOS los acontecimientos). En síntesis, intenten practicar la crítica constructiva; nosotros por nuestra parte, trataremos de dar respuestas a cada uno de sus alegatos e interrogantes. Las comparaciones con el nazismo, un fenómeno sin parangón, son por definición imposibles, y hablan más de quien las emplea que de sus supuestos objetos. Por favor, dejen la memoria de la Shoá en paz.

sábado, 17 de enero de 2009

REACCIONES CUANDO UNA MOSCA CAE EN LA TAZA DE CAFÉ

1. El italiano tira la taza al suelo, grita a todos y se va lleno de rabia a tomarse un café en otra parte.

2. El francés –saca la mosca con dos dedos y se toma el café.

3. El chino se come la mosca y tira el café.

4. El ruso – se toma el café con la mosca, si no hay cargo extra por la mosca.

5. El israelí – le vende el café al francés, la mosca al chino, se compra una nueva taza de café y con el balance, inventa y desarrolla un aparato para evitar que las moscas caigan en los cafés.

6. El palestino– mira su taza, le echa la culpa al israelí por la mosca en su café, protesta a las Naciones Unidas por el acto de agresión israelí, toma un préstamo de la Unión Europea para comprarse otro café, usa ese dinero para comprar explosivos y revienta la cafetería donde el italiano, el francés, el chino y el ruso tratan de convencer al israelí, que él tiene la obligación moral de darle su nueva taza de café al palestino.

Panorama desde la zona del blanco y II

Haim Hariri

A mediados de Diciembre, cuando el período de seis meses de "cese de fuego" finalizó, Hamás se negó a reanudarlo, lanzando 90 cohetes en un sólo día sobre poblaciones Israelíes. Visto en retrospectiva, éste hecho previno una situación futura mucho más peligrosa. Si se hubiese renovado el "cese el fuego", Hamás podría haber recibido cohetes que alcanzasen a todo el territorio Israelí y posiblemente misiles Iraníes mucho más precisos. El abastecimiento Iraní de explosivos y armas, a la par del floreciente negocio de contrabando de mercancías, hubiese pasado a través de los túneles bajo la frontera entre Gaza y Egipto eficiente y regularmente. Si esa eficiencia fuese utilizada para mejorar la vida de los palestinos en Gaza, todo el Medio Oriente podría ser una zona enteramente distinta. Pero, conjugada con el contrabando de armas, era esencial crear la farsa de la "Crisis Humanitaria".

Durante la operación actual, cuando la Fuerza Aérea Israelí decide bombardear una casa utilizada como depósito de misiles, las autoridades Israelíes telefonean a cada una de las familias y les otorgan 15 minutos para evacuar el edificio. Hamás entonces envía a las mujeres y a los niños al techo para evitar el bombardeo de los aviones Israelíes. Israel desarrolló un cohete miniaturizado que se lanza a uno de los vértices del techo, causando un potente pero inofensivo estruendo, para espantar a las mujeres y niños del techo, antes que

las bombas verdaderas destruyan los misiles o los depósitos de explosivos allí localizados. A veces, las mujeres y los niños utilizados como escudos humanos por Hamás, escapan, el edificio explota y seguidamente ocurre una espectacular explosión secundaria causada por los misiles u otros materiales de guerra. En otras ocasiones gente de Hamás sube al techo e impide que las mujeres y los niños abandonen el edificio. En tales casos la operación no se lleva acabo para evitar victimas civiles, a riesgo que tales cohetes sean lanzados contra Israel al día siguiente.

A través de la historia, ningún país hizo esfuerzos tales para evitar víctimas civiles, durante combates en contra de asesinos cuyos únicos blancos son solo y exclusivamente poblaciones civiles. A nadie en Kosovo, Serbia, Georgia o Irak, se le ofrecieron tales cortesías por parte de las potencies bombardeantes o atacantes. Los medios de comunicación de Occidente nunca mencionan estos hechos.

Muchos de los heroicos comandantes de Hamás se esconden en el hospital central de Gaza, en un complejo sistema de bunkers, seguros de que Israel no va a atacar al hospital. El portavoz de Hamás realiza declaraciones desde la maternidad del mismo hospital, sabiendo que Israel no lo atacará allí. Irónicamente, de todos los no-Israelíes, los líderes de Hamás son los únicos que saben con seguridad que Israel nunca va a herir civiles deliberadamente. Ellos se aprovechan de este hecho. El resto del mundo cree en las mentiras de Hamás y culpa a Israel por dañar a civiles.

Repetidas declaraciones de "crisis humanitaria" salen de ese hospital. Los médicos nunca nos dicen que los líderes de Hamás escondidos allí los usan a ellos y a sus pacientes como escudos humanos. No sabemos que parte de los médicos han sido atemorizados y que parte son deliberadamente cómplices. Probablemente parte de ellos son miembros activos de Hamás y otros, justificadamente, temen hablar. Nunca oímos una sola palabra por parte de la

Cruz Roja Internacional respecto al uso de los hospitales como cuarteles de líderes terroristas.

Uno de los más terribles testimonios "imparciales" respecto a la situación humanitaria en el hospital, es impartido repetidamente a los medios de comunicación occidentales por un "Medico Noruego" (Mads Gilbert) que trabaja allí. Ese hombre es bien conocido desde el año 2001 cuando, en entrevistas en la televisión Noruega, apoyó y justificó los ataques del 9/11. Demás está decir que ninguna de las redes de noticias menciona este hecho. Se le presenta solo como "Un Médico Noruego" que atiende a los heridos. Mads Gilbert también fue responsable de una gran polémica en Noruega al afirmar vehementemente que Médicos sin Fronteras debía elegir un bando y sólo curar a esos heridos, permitiendo que los otros heridos murieran.

Las ambulancias Palestinas son utilizadas rutinariamente para transportar terroristas. Esta práctica fue utilizada también en Cisjordania durante la ola de terror del 2001-2002. Una ambulancia es el medio ideal para transportar a un asesino suicida a través de los puestos de control. En el peor de los casos, si el criminal es atrapado, hay por lo menos una buena fotografía de los horrendos Israelíes atacando y deteniendo una ambulancia. Es una situación de "todos ganan". Si una ambulancia repleta de sanísimos terroristas de Hamás y de explosivos es atacada, las fotografías son aún mejores para los medios de comunicación occidentales y para Al Jazeera.

Algunos líderes de Hamás se mueven a través de Gaza rodeados de niños, y a veces sosteniendo niños en sus brazos. Existen casos bien documentados en los cuales terroristas de Hamás arrastran a niños reacios por sus orejas cuando van de un edificio a otro. Nada de esto se menciona en los medios de comunicación occidentales.

Algunas de las mezquitas, que sirvieron como depósitos de municiones, fueron destruidas por Israel. En cada uno de esos casos, las fotografías aéreas muestran una explosión primaria, causada por el misil aéreo, y una explosión secundaria mucho más grande, causada por los misiles y otros explosivos almacenados en la mezquita. La explosión secundaria es una prueba clara y absoluta de lo que se había escondido en la mezquita. Las hermosas alfombras de las mezquitas nunca causarían una explosión secundaria. Los medios de comunicación occidentales poseen esto videos, pero raramente los muestran o mencionan su existencia.

Los mismos medios de comunicación occidentales muestran repetidamente fotos de niños heridos o muertos. Algunos han sido desgraciadamente heridos o muertos por ataques Israelíes a objetivos militares y terroristas; otros son obviamente fotos de niños con pintura roja untada sobre sus caras. Al menos en uno de los casos, el mismo niño, obviamente pintado y no herido, ha sido presentado a las cámaras de televisión de distintas redes, varias veces por distintos hombres, cada uno de los cuales declaró ser su padre.

A pesar de las enormes precauciones adoptadas y los esfuerzos de las fuerzas Israelíes, niños y civiles inocentes han resultado heridos y muertos. Esto es verdaderamente trágico. Pero la única alternativa de Israel es no hacer nada y absorber los miles de misiles sobre su población civil esperando que misiles más mortíferos y de más largo alcance comiencen a destruir todo en Israel. Israel debe elegir entre un suicidio a nivel nacional o un ataque a los terroristas, tomando todas las precauciones posibles para impedir víctimas civiles, pero sabiendo que esas víctimas pueden darse cuando el enemigo usa niños como escudos humanos, esconde explosivos en mezquitas, dispara morteros desde escuelas y esconde a los perpetradores en hospitales.

Muchos de los terroristas de Hamás se esconden en búnkeres seguros, dejando a sus familias en zonas de guerra. Ellos están dispuestos a combatir hasta el último civil palestino, pero no hasta el último terrorista de Hamás. Mujeres y niños circulan en los campos de batalla sirviendo de protección, mientras francotiradores de Hamás disparan. Las mujeres y los niños no son admitidos en el limitado espacio de los bunkers de Hamás. Más de una vez, se observan mujeres transportando chalecos de explosivos. Los soldados Israelíes, que tratan de ayudar a esas mujeres a salir de la zona de combate, se arriesgan seriamente a ser víctimas de un ataque suicida.

Cuando terroristas de Hamás mueren, son denominados por las "Fuentes de la ONU" como civiles. Esa es la forma por la cual las "Fuentes de la ONU" llegan a las grandes cantidades de civiles muertos de las cuales informa. Es interesante que Al Jazeera casi nunca muestre cadáveres de hombres jóvenes, y los medios de comunicación occidentales, alimentados por fuentes Palestinas, siguen la corriente.

La estación de televisión de Hamás ("Al Aksa TV) y Al Jazeera muestran repetidamente, 24 horas por día, fragmentos de vídeo clips acompañados de música a gran volumen, mostrando niños heridos y sangrando incluyendo miembros mutilados. Algunos heridos son reales y otros no, pero los vídeos son presentados ininterrumpidamente entre cada dos noticias. Las noticias mismas mienten muchas veces, pero eso no tiene importancia. Lo que importa es que los vídeos, editados como avisos comerciales, lavan el cerebro a una audiencia a lo ancho del mundo y a una nueva generación de futuros simpatizantes del terrorismo.

Ha resurgido un vídeo tomado hace unos años en Gaza. En él se documenta la explosión accidental de un camión de Hamás, que llevaba un gran número de misiles, a una celebración Palestina en Gaza. Hubo muchos muertos y heridos en este accidente, y las fotos fueron devastadoras. El evento sucedió hace unos años e Israel no jugó en el ningún papel. Las redes europeas de noticias, incluyendo France 2, lo muestran ahora como evidencia del actual comportamiento "criminal" de Israel. El canal Francés se disculpó posteriormente, pero la cantidad de personas que escucharon la disculpa es significativamente menor que aquellos que vieron las horribles escenas y creyeron las mentiras. En este caso, por lo menos, el engaño fue elaborado por Hamás y France 2 fue aparentemente la víctima y no el perpetrador, como lo fue en casos anteriores y bien conocidos.

Israel abre diariamente los pasos fronterizos, durante la batalla para proveer de alimentos básicos y medicamentos a la población civil. No existe antecedente de un gesto parecido en otra guerra a lo largo de la historia, ciertamente no cuando el gesto es hacia el bando que ataca solamente civiles y anuncia repetidamente que su único objetivo es aniquilar a su oponente. La mayoría de las provisiones son capturadas por los terroristas de Hamás y utilizadas para sus propias tropas y su floreciente mercado negro, y nunca lo distribuye en forma organizada a la población. "Fuentes de la ONU" afirman que la cantidad de provisiones es insuficiente.

El hecho que los asesinos de Hamás usan esas tácticas, mentiras y métodos no es para nada sorprendente. El hecho que la comunidad internacional, con todos sus periodistas investigadores, digieren tales mentiras con avidez, sin desenmascararlas, es lo que exige explicaciones.

Panorama desde la zona del blanco I

Haim Harari

Enero 2009

Traducido del Inglés por Oved Kedem

Estas palabras son escritas a corta distancia del impacto más septentrional, por ahora de los misiles de Hamás, apuntados metódicamente hacia la población civil de Israel como única meta. Este mensaje puede ser denominado "Panorama desde la zona del blanco".

Durante ocho años, 5.000 misiles han sido lanzados deliberadamente hacia centros poblados Israelíes, por los terroristas de Hamás. Los misiles son muy imprecisos. Las buenas noticias son que muchas veces caen en campos vacíos. Las malas noticias es que cuando alcanzan edificios y gente, matan, mutilan y destruyen. Es un horrendo juego de Ruleta “Iraní”.

Pero el hecho más significativo es que el propósito indiscutible de los misiles es matar civiles a diestra y siniestra. Dado que las más no aciertan a impactar a ciudades enteras y caen fuera de ellas, es posible que no puedan ser dirigidos hacia objetivos militares o estratégicos. El movimiento Hamás no alega nada que no sean intentos deliberados de matar civiles dentro de Israel. El mundo sabe de los cohetes pero raramente menciona que están destinados pura y exclusivamente a atacar a civiles.

Hamás denomina sistemáticamente a Israel "el territorio ocupado". Denomina a toda ciudad en Israel como "asentamiento ilegal". Declara que su objetivo es destruir a Israel. Se ha atribuido orgullosamente, la movilización y envío de numerosos asesinos suicidas a autobuses, supermercados, centros de compras, fiestas de bodas y otros sitios de aglomeración. Declara explícitamente que lo continuará haciendo. Dado que Israel logra prevenir ataques suicidas por medio una combinación de murallas de protección, servicios de inteligencia y otras medidas defensivas, los misiles son el medio preferido por Hamás para matar a civiles Israelíes.

Hamás ha sido definido como organización terrorista, no solo por Israel, no solo por los Estados Unidos, sino también por la Unión Europea, que no es sospechosa de ser pro-Israelí.

La misma Unión Europea, que se niega a definir a Hezbollah como organización terrorista, declara oficial y repetidamente que Hamás lo es. Hamás está totalmente financiado y controlado en gran medida por Irán, un país comprometido con la destrucción de Israel abierta y totalmente, al tiempo que continúa disfrutando de relaciones comerciales con gran parte del mundo occidental.

Los medios de comunicación de Hamás, y en especial su estación de televisión independiente, transmiten diariamente programas infantiles (incluyendo programas para jardines de infancia) que describen a los Judíos (y no solo a los Israelíes) como cerdos, perros, escoria de la sociedad y seres que deben ser eliminados. En uno de esos programas aparece un conejo que come Judíos. Existe muchísima documentación sobre tales programas, que incluyen dibujos animados y programas con presentadores infantiles. La mayoría de las agencias de noticias occidentales no dan a publicidad tales fenómenos, mientras que algunas de ellas publican declaraciones de líderes de Hamás.

Las 7:45 es la hora preferida por Hamás y lo ha sido durante los últimos ocho años para el lanzamiento de cohetes, pero solo durante los días hábiles. ¿Por que? Porque esa es la hora en que las calles transitan multitudes de niños Israelíes que van a la escuela. Ellos no quieren desperdiciar cohetes durante los fines de semana, cuando no hay niños en las calles.

Niños de ocho años de edad de la ciudad de Shderot, a pocos kilómetros de la frontera con Gaza, conviven desde su nacimiento con esos cohetes. No conocen otra realidad. Cuando suenan las sirenas, disponen de exactamente 15 segundos para llegar a algún cobijo improvisado. Alumnos de octavo grado, de 13 años de edad, no han ido nunca a la escuela, sin temer que un cohete los alcance en el camino. Sus padres nunca se sintieron tranquilos al enviar a sus hijos a la escuela. Es muy difícil, para quien vive en un lugar normalmente

seguro, imaginar el significado de enviar a tu hijo o hija a la escuela, día a día durante ocho años, con el temor constante que sean alcanzados por un ataque de misiles, destinado a matar a los niños. Parecería que el mundo acepta esta realidad.

Israel se retiró de la franja de Gaza en el 2005. Ni un solo soldado o civil quedaron allí. Todo estaba listo para que la gente de Gaza, comenzase una nueva vida y un floreciente desarrollo económico. No había bloqueo, los puestos fronterizos estaban abiertos. Al contrario: se desataron ataques de cohetes hacia Israel, un golpe de Estado de Hamás, arrojando a palestinos de Fatah a su muerte desde los techos de edificios y torturando a gente de su propio pueblo en sus prisiones. Es de lamentar que Israel no reaccionase con toda su fuerza cuando los primeros cohetes se lanzaron desde Gaza, pero existía la ingenua ilusión que por medio de tratativas, conversaciones, acuerdos orales, y cierres temporales de los puestos de frontera, se podían lograr resultados. Lo que Israel no tuvo en cuenta fue que Irán, directamente o a través de Hezbollah, pagaba por cada cohete que lanzaba Hamás.

Por medio de un elaborado sistema de túneles excavado por Hamás bajo la frontera Gaza-Egipto, miles de toneladas de explosivos y misiles iraníes modernos han sido introducidos a Gaza. El gobierno Israelí aceptó, estúpidamente, a mediados del 2008, una tregua de seis meses. Durante esa "pseudo tregua", muchos cohetes fueron lanzados a Israel, por una gama de organizaciones palestinas reales y ficticias, con el claro apadrinamiento de Hamás, que alegaba que mantenía la tregua.

En el ínterin, Hamás pudo prepararse muy bien para el siguiente round. Recibió cohetes Iraníes aún imprecisos pero con cabezas de combate y alcance más grandes, conteniendo numerosas bolillas de acero, para incrementar las víctimas civiles en un mayor radio.

Nuevamente, la falta de precisión de los cohetes garantizaban que puedan ser usados sólo en contra blancos civiles aleatorios. Pero ahora el alcance de los cohetes expone a casi un millón de Israelíes y el daño es más significativo.

Cohetes más grandes y mejores estaban ahora almacenados en mezquitas, escuelas, hospitales y edificios de apartamentos. Ataques de morteros se agregaron al menú de ataque contra civiles Israelíes. Escuelas financiadas por las Naciones Unidas fueron usadas para lanzar proyectiles de morteros y misiles. Los invernaderos Israelíes, dejados intactos después de la retirada fueron destruidos, sus partes metálicas fueron convertidas en cohetes primitivos y sus locaciones sirvieron como áreas de lanzamiento. El lanzamiento de cohetes contra la población Israelí da mejores ganancias que el cultivo de frutillas y flores en invernaderos.

Cada vez que Israel abrió los pasos fronterizos para abastecer de alimentos y combustible a Gaza, Hamás intentó explotar los pasos fronterizos. El abastecimiento de demasiados alimentos y combustible podría estorbar al floreciente mercado negro controlado totalmente por los jefes de Hamás y sus aliados. Podría también deteriorar su aparato propagandístico.

La mayoría del abastecimiento era transportado a través de túneles excavados desde Egipto, auspiciados por Hamás, creando negociados lucrativos para las "familias" de Hamás.

Los medios de comunicación occidentales declaman permanentemente un absurdo mantra por la cual Israel tiene la obligación de abastecer de combustible, electricidad, alimentos y medicamentos a una región proscripta, dominada por una organización terrorista.

Se presume que Israel debe proveer a Hamás con materias primas para los cohetes a ser lanzados contra sus ciudadanos, con electricidad para la maquinaria de producción de tales cohetes, con provisiones para sus diseñadores y fabricantes, con los materiales de construcción de refugios seguros en los subsuelos de escuelas y hospitales para los líderes de Hamás. Por un lado se alega que Hamás es gobierno legítimo elegido democráticamente por la mayoría de la ciudadanía, y simultáneamente se alega que esa ciudadanía que eligió a esos matones es inocente y sufriente. Esta inconsistencia nunca se menciona.

Cuando, como consecuencia de los repetidos ataques de Hamás, los pasos fronterizos se cerraban, el juego internacional de la "crisis humanitaria" comienza a jugarse exitosamente, con la plena cooperación de los medios de comunicación occidentales. Incidentes famosos incluyen fotografías de los pobres residentes de Gaza con velas y (aparentemente) sin electricidad, en un cuarto con pesadas cortinas, mientras la luz del día es visible a través de las aberturas entre las cortinas. La mayoría de los medios de comunicación occidentales usan sin reparos esas fotos falsificadas y, cuando la mentira se descubre, nunca la mencionan. A los líderes de Hamás nunca les faltaron comestibles, combustible, vehículos lujosos y todos los atractivos que pueden proveer las ganancias del mercado negro,

Quedan pocos periodistas residentes en Gaza, dado que varios de ellos fueron secuestrados por Hamás. Casi toda la información que llega a los medios occidentales proviene de los palestinos, que apoyan a Hamás, o que temen a Hamás, o son activistas en sus filas o todas las anteriores posibilidades juntas. El lector del New York Times, o el espectador de una red televisiva Europea, nunca sabe cual es la fuente de las noticias que le son entregadas. Todas las fotografías y videos, provienen de fuentes Palestinas, que no tienen ningún reparo en servir al aparato propagandístico. En la televisión occidental, los cohetes de Hamas son siempre lanzados desde campos abiertos, nunca desde una escuela o un barrio apiñado de gente, tal como sucede en la vida real.

Las fuentes de las Naciones Unidas en Gaza son citadas frecuentemente, condenando a Israel como causa de la "Crisis Humanitaria". Pero esas fuentes son generalmente empleados de la UNRWA, la agencia de la ONU que, desde 1948, hace todos los esfuerzos para perpetuar el status de "refugiados" de los bisnietos de los refugiados de 1948. Los abuelos de esos "refugiados" fueron desplazados hace 60 años a una distancia de 20 minutos en automóvil y nunca fueron reubicados porque desde entonces reciben alimentos gratuitamente de manos de la ONU. La ONU se opuso vehementemente a cualquier intento de reubicación de los refugiados, sus hijos y nietos. Los pocos refugiados verdaderos que viven aún, tenían 18 años cuando fueron desplazados y hoy en día tiene 80 años. Todos los terroristas son la tercera o cuarta generación de "refugiados" mantenidos como tales por "cortesía" de la UNRWA.

Esas organizaciones de la ONU emplean, por propia voluntad, a numerosos activistas de Hamás. Cuando estos hacen declaraciones en nombre de "fuentes de la ONU en Gaza", nunca se menciona quienes son esas "fuentes de la ONU". El público recibe la impresión de que se trata de fuentes fiables y veraces, mientras se le proveen las mentiras de Hamás. Los medios nunca cuentan que los puestos de trabajo de esa gente depende de la perpetuación de la miseria de los así llamados "refugiados".

Un director y docente de Ciencias de una de las escuelas de UNRWA en Gaza, era uno de los líderes de la industria de cohetes del Jihad Islámico, una organización terrorista, colaboracionista de Hamás. La ONU denegó vehementemente las acusaciones Israelíes respecto al empleo de un terrorista, hasta que fue eliminado por Israel y loado por sus amigos como líder del Jihad Islámico y diseñador de cohetes.

Cuando camioneros Israelíes transportaban abastecimientos humanitarios a Gaza, fueron frecuentemente atacados por Hamás. Al menos uno de los chóferes Israelíes fue deliberadamente asesinado. La ONU no protestó. Pero, cuando en la batalla actual, un camionero árabe empleado por la ONU fue muerto accidentalmente, la ONU se indignó y paralizó, en protesta, toda su actividad "humanitaria", en afinidad a las clamorosas denuncias de todas las "fuentes de la ONU".

Las Fuerzas de Defensa de Israel registran cada detalle de esta "actividad quimérica" usando mini aviones robots y por medio de una penetración eficiente de los servicios de inteligencia en los rangos de Hamás. Ellos conocen qué edificio de apartamentos es utilizado como depósito de misiles, también la dirección y el teléfono de los líderes de Hamás, y las escuelas utilizadas como depósitos de municiones, etc.

15 segundos




Por Sderot, por Netivot, por Ashdod... por todas esas ciudades y pueblos que llevan ocho años viviendo bajo la amenaza de los qassam. Porque los qassam, Katyusha, grad y morteros lanzados desde la franja no distinguen entre civiles o militares, entre palestinos o israelies, entre judíos, musulmanes, drusos o cristianos. Porque más de 9000 proyectiles han sido lanzados desde la franja, porque ha habido 37 muertos, 6 de ellos en las ultimas dos semanas (entre ellos dos hermanas palestinas), porque en los ultimos 20 días han resultado heridos cerca de 1300 israelies, porque un millón está en el radio de acción de los proyectiles... porque si suena la alarma, sólo tienen 15 segundos para llegar al refugio antiereo que salve sus vidas. Porque los ataques de Hamas, la yihad islámica,... sí son indiscriminados.

Tamid Am Israel Jai BShalom BIsrael!!!

texto robado de Judaica

La verdadera pregunta y sus respuestas

Una respuesta a Felipe Giménez Pérez que abarca a todos los críticos de Israel, a fin de que sepan colocar el interrogante donde corresponde.

por Gustavo Perednik

Respuesta a las dudas que sobre Israel formula Felipe Giménez

La verdadera pregunta

Con mucha altura Felipe Giménez Pérez ha planteado dudas que representan a una buena parte de la opinión pública europea. Me permito responderlas desde un análisis de su perspectiva.

Me resulta útil comenzar agradeciendo la bienvenida que me dio Fernando Genovés en su columna, porque me sorprendió su conjetura de que la voz judía podría suponerse harto presente en España. De mis frecuentes visitas y conferencias en este país, mi impresión es diametralmente opuesta. La voz que impregna los medios españoles, su vida cultural y su «corrección política» no es la judía sino precisamente la antijudía. Rara vez puede leerse o escucharse en medios masivos españoles una palabra comprensiva de Israel.

Esa influencia también se percibe en el texto de Giménez Pérez, a pesar de su visible buena disposición para con el pueblo judío, y a pesar de que atenúa sus cuestionamientos presentándolos como los del «abogado del diablo».

Sin embargo, para hallar la injusticia de sus argumentos, basta con ponerlos en un plano relativo. Israel no es una entelequia ni un concepto abstracto. Es un Estado, uno de los casi doscientos de este planeta, pero curiosamente el único al que persistentemente se le revisa el «pecado original» de su concepción, como si el resto de los doscientos países hubieran sido paridos virginalmente.

Seamos directos: ¿Hay algún país que no padezca pecados originales? ¿La expoliación de España en las Américas, o el robo de las tierras a los indios americanos por parte de todos los modernos Estados de América, no son pecados? El comportamiento colonial de los países europeos en el Tercer Mundo, que les permitió acumular las fortunas que los hicieron poderosos, ¿no son pecados?

¿Cómo han nacido Jordania o Arabia Saudita? ¿No son creaciones pecaminosas de los imperios modernos? ¿Ha revisado el autor los orígenes de los otros Estados, acompañados en general por agresiones e injusticias?

¿Por qué está Europa empeñada en hurgar solamente los pecados de Israel, un diminuto país que, a diferencia de todos los demás pecadores, era indispensable para salvar millones de vidas de las garras europeas? ¿No cabe preguntarse por qué los defectos de Israel son magnificados con lupas y las vilezas de sus enemigos (y del mundo entero) son salteadas o aun aprobadas?

La respuesta

Los europeos tienden a creer que el motivo de su enfermiza obsesión con Israel es su humana solidaridad con el oprimido pueblo palestino. Pero esa fingida solidaridad tiene un doble mentís. Primeramente, que de entre centenares de pueblos carentes, sólo los palestinos despiertan la solidaridad europea. Segundamente, que toda vez que los palestinos sufren por culpa de otros regímenes (Jordania, Kuwait, Arafat) no hay protestas ni lamentaciones. Sólo cuando puede acusarse a Israel (aun indirectamente, como en el caso de Sabra y Shatila) hay furibunda empatía.

El núcleo de la verdad es que Europa necesita repetirse a sí misma que Israel es victimario. Así aplaca sus propias culpas por la inmisericorde destrucción del pueblo judío que viene perpetrando durante siglos.

Por ello nos acusan siempre. Por ello Giménez, aun con buena voluntad, no puede superar la necesidad de inspeccionar en Israel (y sólo en Israel) para revelar pecados de nacimiento.

No hay creaciones humanas perfectas; Israel tampoco lo es. Pero cuando de los doscientos Estados a disposición para el análisis crítico, Europa concentra su cuestionamiento privativamente en la legitimidad de Israel, sus preocupaciones morales resultan sospechosas. Vamos a los hechos.

La tierra de Israel fue independiente sólo cuando la poseyó el pueblo hebreo. Este fue despojado de su tierra por la fuerza, y nunca renunció a ella. No existe otro pueblo que haya mantenido por su tierra una incesante fidelidad de más de tres milenios. Y presencia constante. Siempre hubo comunidades de judíos en Israel, aun en los largos períodos durante los que los imperios de turno lo habían prohibido expresa y estrictamente. Importantes comunidades se restablecieron en Jerusalén y en Tiberíades desde el siglo noveno.

El sionismo, como aspiración de retorno y de reparar una injusticia histórica, es milenario. Lo expresaron tanto judíos religiosos (Maimónides o Najmánides, quien se radicó en Israel en el siglo XIII) como irreligiosos como Baruj Spinoza, quien en 1670 declaraba que los judíos recuperarían Israel.

Lo que se produjo en el siglo XIX fue la politización del sionismo, tal como le ocurrió al resto de los movimientos nacionales (aunque en el caso de los judíos acuciaba la urgencia de una solución a su problema nacional, ya que la incansable crueldad europea arreció con mayor fuerza y saña). La urgencia del pueblo judío por recuperar su tierra fue una carrera contra el tiempo... en la que llegó tarde.

Y destaquemos que aunque el pueblo judío era consciente de sus derechos históricos sobre toda la tierra de Israel, siempre estuvo dispuesto a contentarse con sólo una pequeña parte de ella. Estuvo listo a recuperar con alivio aunque más no fuera un territorio cien veces más pequeño que España, un rinconcito en este planeta al que poder volver a llamar finalmente patria, y dejar de ser perseguido. Renunciaba al todo para lograr un poco, por la premura que imponía que miles y miles de judíos fueran asesinados. El nadir de su martirologio llegó en la Segunda Guerra Mundial, cuando uno de cada tres judíos fue asesinado.

Me pregunto: ¿No es este todo esto suficiente para despertar mayor comprensión para con los «pecados» de Israel, para mirarlos con menor rigor del que aplicamos a los pecados de todos los demás países del orbe?

Agréguese que desde el comienzo la idea fija de Israel fue tender una y otra vez su mano de paz a los árabes. Se cansó de proponerles por todos los medios, hacer juntos del desierto un vergel, construir una tierra cuya prosperidad iba a beneficiar a los dos pueblos. Algunos de los árabes, respondieron al llamado. El Emir Feisal de Hejaz firmó en 1919 un tratado con la Organización Sionista Mundial, que preveía la convivencia en paz de los dos pueblos en un Estado hebreo renacido que traería beneficios a sus ciudadanos de todas las etnias y religiones. Pero el sufrido pueblo árabe terminó una vez cayendo presa de los líderes más fanáticos y sanguinarios, y las voces de los que deseaban crear en paz, fueron ahogadas en sangre.

La verdad demográfica

Vayamos a las cifras, que son la preocupación fundamental del texto de Giménez, y el núcleo de la deliberada ignorancia europea sobre la cuestión. Los diversos imperios que la gobernaron les habían prohibido a los judíos regresar a Palestina, porque sólo ellos tenían aspiraciones independentistas en el territorio. Cuando a pesar de las trabas, los judíos revivieron su audacia y comenzaron a regresar a la tierra de Israel en gran escala (1882) moraban allí (junto a algunos miles de judíos) unos doscientos mil árabes. Éstos no tenían ni identidad nacional ni cultura distintivas. Apenas vieron asomar los primeros frutos de la inmigración israelita, los empobrecidos árabes de los países vecinos respondieron a la obra creadora del sionismo: comenzaron ellos también a encaminarse a la entonces Palestina, precisamente porque el arribo de los judíos traía nuevas opciones de trabajo. No había pueblo palestino. No lo hubo hasta bien entrado el siglo XX.

Hasta hoy mismo puede verse en la práctica los beneficios que a los árabes les trajo el renacimiento de la patria hebrea. Es irrefutable que los árabes gozan de mayor prosperidad en Israel que en cualquier país árabe. Y no hablo sólo de nivel económico o cultural. En Israel hay parlamentarios palestinos, jueces palestinos que actúan sin temor, partidos políticos palestinos, diarios y radios. De hecho, es el único país del mundo en donde árabes como grupo exhiben tanta libertad. En ningún país árabe pueden ejercerla.

¿Que la situación podría mejorar? Por supuesto. Pero comenzar por criticar a Israel para que se corrija, y omitir las flagrantes violaciones de derechos humanos en el resto del mundo, sobre todo en el mundo de los enemigos de Israel, es a todas luces sospechoso. Resulta de una acendrada obsesión contra lo judío. Contra la cultura judía, la vitalidad judía, el país judío. Saltear ese dato no mejora la situación.

Los judíos no despojaron a ningún pueblo. La mayor parte de la tierra era estatal. Y el Estado moderno, eran los imperios otomano y británico. Los judíos vinieron a trabajar la tierra, no a desposeer a nadie. Construyeron sus kibutzim, sus aldeas colectivas, su agricultura de avanzada, sus universidades. De todo ello se vieron beneficiados también los árabes, a quienes sus líderes ofrecían sólo las alternativas de bombas, muerte y odio.

El conflicto de Palestina no comienza con la llegada de los judíos, como arguye Giménez Pérez, sino con el rechazo de los líderes árabes.

La guerra la desata el agresor. Esos mismos líderes nefastos que no se opusieron al imperio colonial, sí descargaron su ira contra un puñado de necesitados que venían a trabajar el desierto porque en Europa los trataban como un virus, y porque sabían que esa tierra les pertenecía por legítimo derecho histórico. Y Europa alentaba al agresor.

El tema central

El conflicto del Medio Oriente es la historia de una violencia terrorista que tiene un perpetrador muy concreto. Una guerra entre una parte que fue agredida desde el comienzo y se defiende como puede, y está dispuesta a renunciar a algunos de sus derechos en aras de la paz, y la otra intransigente que mata sin discriminación y celebra aun el asesinato de niños.

Por supuesto que la parte agredida comete y cometió errores. Bien concluye Giménez con que Israel no siempre tiene razón. Nadie tiene siempre razón. Pero uno no debería comenzar a juzgar una situación por medio de ensañarse con la víctima.

Ignoro quién es el autor judío al que cita Giménez. Como pertenezco a un pueblo democrático, estoy habituado a que abunden escritos de judíos desde todas las posiciones imaginables. Pero en rigor habla muy bien del sionismo que cuando se deban mencionar ejemplos reales (y no mitos) de la vileza de Israel, lo que se traiga a la memoria es que había inmigrantes judíos que rompían huevos y envenenaban tomates.

En funesto contraste, el movimiento nacional árabe-palestino, apuntó y apunta deliberadamente a matar mujeres y niños. Se alió con Hitler. Fue iracundo. Exaltaba la lucha genocida del fundamentalismo islámico (que es una forma violenta de expansión imperialista).

No hay países perfectos. Pero a Israel le asiste la razón de ser la víctima de regímenes atroces.

Y a la mayoría de los españoles (Felipe Giménez incluido, aun como «abogado del diablo») les cabe el pecado original de buscar con lupa las fallas de Israel y saltear los horrores que perpetran sus enemigos, que es un modo de alentarlos en su embate genocida. Y de azuzarlos con el mito del «pueblo despojado» que es moneda corriente en Europa.

Giménez señala la discriminación insita en la Ley de Retorno israelí, que privilegia la inmigración judía por sobre la no-judía. Otra vez, establezcamos una perspectiva relativa. ¿Hay algún país en el mundo que no ejerza esa discriminación? Si yo quisiera inmigrar a España ¿no me facilitaría mis derechos descubrirme nieto de españoles? Del mismo modo, ser judío significa para Israel ser descendiente de los poseedores de esta tierra. Que el momento de esa posesión haya sido remoto, no debilita el reclamo histórico: lo fortalece. No se trata de que hace dos mil años los judíos poseyeron Judea, sino que durante dos mil años fueron el único pueblo en reclamarla como propia.

Otra vez, Giménez menciona las leyes de propiedad de tierra en Israel, que determina que nadie es verdadero propietario de la tierra, sino el ente de forestación. Son leyes muy humanistas que han permitido hacer del desierto un oasis agricultor. Pero Giménez no se detiene en logros sino en pecados. En contraste, no ha revisado las leyes de tierras de ningún otro país. Se habría enterado que la ley de Jordania (uno de los más moderados de entre las naciones árabes) pena explícitamente con la muerte a quien venda tierra a judíos. Habría descubierto que los judíos tienen expresamente prohibida la entrada a Arabia Saudita y a otros países, aun como turistas. ¿Por qué entonces poner el dedo acusador contra Israel? ¿No puede reconocerse aquí nuevamente la obsesión europea?

Preveo a algunos de mis contradictores, que espero mantengan la altura de Giménez. Me espetarán que eludo el tema. Que lo que se espera de mí es que explique a Israel, no que muestre cuán feo es el mundo. Pero ése es el quid. No me avengo a que Israel siempre deba explicarse y defenderse desde el banquillo de los acusados. Que la Bélgica que arrasó el Congo, la que ni siquiera juzgó a sus criminales nazis, en este mundo de ayatolas y tiranos, haya elegido para incriminar sólo al Primer Ministro judío. Que la cínica Europa acuse, e Israel siempre deba defenderse. Pues no lo acepto.

Me recuerda a un rector universitario que en la década del veinte sugirió que se redujera el número de judíos admitidos a la universidad, debido a que «se copian en los exámenes». Cuando alguien le replicó que los cristianos también se copian, el rector se despachó impávidamente: «¡No me cambie el tema! Estamos hablando de los judíos». Bueno, amigo Giménez, permítaseme cambiar el tema.

robado de apoyando a Israel

viernes, 16 de enero de 2009

LA LIBERTAD ESCUPIDA

por Pilar Rahola

Lo confieso. Iba a titular este artículo de forma más contundente y explícita: "La izquierda fascista". Pero me ha frenado el sensato artículo de Lluís Foix, en La Vanguardia de ayer. Ciertamente, y como yo misma he escrito en ocasiones, hay que tener mucho cuidado con el uso de algunos grandes conceptos que han teñido de horror el pasado de Europa.

Foix habla del uso perverso del término genocidio para atacar la incursión militar de Israel. Yo, que coincido con él, cometería el mismo error si usara el término fascista para definir a los sectores que tengo la intención de analizar. El fascismo es un fenómeno ideológico con un largo historial de violencia y muerte y no es equiparable a nada. Y si es la expresión extrema y trágica de las ideas de derechas, no podemos olvidar que también existe la versión extrema y trágica de las ideas de izquierdas. Del fascismo al comunismo, todos convergen en el mismo gusto por tiranizar y matar. Dejemos, pues, las ideologías totalitarias para la memoria negra de la historia.

Como resulta evidente, sin embargo, que actualmente existen sectores de la izquierda que presentan tics inequívocamente intolerantes, y cuyo dogmatismo fanático impide la disidencia, a veces de forma violenta, también resulta fácil considerarlos fascistas de izquierdas. No caeré en la trampa, e intentaré considerarlos solamente intolerantes, incapaces de asumir dos actitudes fundamentales de la cultura de la libertad: el derecho a la disidencia y el derecho a no ser sospechoso por ejercerla.

Por supuesto, escribo por la herida, no en vano tengo el dudoso honor de ser blanco, junto con algunos otros colegas, de las iras de sectores organizados que, con la excusa de la defensa del pueblo palestino, están demonizando nuestro derecho a pensar distinto. Guardianes celosos del pensamiento único, y esclavos de su miedo a pensar en libertad, disparan contra el pianista para impedir cualquier posibilidad de reflexión crítica.

Sobre el conflicto de Palestina no se debate. Se imponen argumentos camuflados de solidaridad y pacifismo, y cualquier análisis que esté fuera de la ortodoxia progre es enviado a los infiernos de la maldad y de la complicidad asesina. Por supuesto, todo bien aliñado con campañas de difamación, insultos en todos los foros posibles, y algunas lindas amenazas.

Estos mismos que se manifiestan de forma gritona en las calles, levantando bondadosas banderas de solidaridad, son los mismos que nos atizan con esas banderas, en un intento burdo de hacernos callar porque pensamos distinto. Su intolerancia llega hasta el punto de intentar monopolizar, no solo la verdad del conflicto, sino también la defensa de la paz. Es decir, no sólo niegan el debate. También se creen con el derecho a considerarse "los buenos" de la tragedia que se vive en Tierra Santa, en un ejercicio pueril de maniqueísmo. Buenos palestinos y malos israelíes y resumen en blanco y negro un conflicto que hace 60 años que dura.

Por supuesto, los que tenemos opiniones más complejas sobre el rompecabezas de Oriente Próximo somos tildados de genocidas, cómplices de la matanza, y otras lindezas al uso. ¿Y si resultara que para defender la paz, se necesita un pensamiento más complejo? ¿Y si los enemigos de la paz, estuvieran en las filas que defienden? ¿Y si algunos palestinos lo tuvieran más claro que los papistas europeos que dicen defenderlos? ¿Y si Israel fuera la única alternativa real que le queda al pueblo palestino, cuando se libere de las ideologías que los oprimen? Ni contemplan la posibilidad de pensarlo, imbuidos de una pretendida superioridad ética que les permite negar toda opción que no sea la de su verdad bíblica. La superioridad ética de la intolerancia.

En este proceso de demonización de la disidencia, se ha llegado a momentos de pura locura. Por ejemplo, las manifestaciones de Madrid y Barcelona, donde los gritos de Allah Akbar, los pasamontañas y las pistolitas, los vivas a Hamas, las quemas de banderas israelíes y americanas y los grupos islamistas se manifestaban en buena compañía con 'L´estaca', los progres al uso y los pacifistas de toda la vida. Y con el propio conseller de Interior, en uno de los actos más vergonzosos de la historia de esta conselleria.

Como dicen algunos mossos, ¿cómo van a recibir información sobre islamismo radical por parte de otros servicios de inteligencia, si su propio conseller se manifiesta en tamaña compañía?

Dicen que se manifestaron a favor de la paz, pero se oyeron gritos de guerra. Dicen que se manifestaron a favor de la solidaridad, pero en la manifestación se repartieron revistas donde seis ciudadanos catalanes -Joan Culla, Vicenç Villatoro, Lluís Bassat, Miquel Sellarès, Pilar Rahola i Jaume Renyer- eran señalados con la diana de la maldad y la sospecha. ¿Ellos señalan, y quizás otros disparan? Por supuesto, recibirán la querella pertinente.

Y finalmente, dicen que se manifestaron a favor de Palestina, y solo oímos el ruido atronador del odio contra Israel. De tolerancia, nada. De solidaridad, con el ojo tuerto. Y de libertad, sólo el grito, usado para imponer el pensamiento único, y acallar las bocas disidentes.

robado a Avalon

Occidente continúa expiando sus culpas

Prof. George Chaya* Diario An Nahar, Beirut, Lebanon, Domingo 28 de Diciembre (Version en español del original en árabe)

Muchos israelíes y palestinos han buscado la paz durante generaciones. Es el sueño al que nadie ha renunciado y que se ha ido renovando cíclicamente en el escenario del Israel actual, donde hoy se vislumbra con angustia lo que deparara el futuro. Para los creyentes de las tres religiones monoteístas: judíos, cristianos y musulmanes la hoguera de odio que no cesa representa no solo un drama sino lo peor, algo que se define en una sola palabra: fracaso.

El grupo islamista Hamás equivocó su estrategia en los últimos ocho años con sus "golpes y amagues" al estado hebreo. Israel erró al retirarse de Gaza tres años atrás. Los fundamentalistas leyeron el gesto israelí como signo de debilidad. Hoy ambas dirigencias y lo que es peor, los dos pueblos están pagando sus errores.

Lo que se percibía como desenlace, finalmente ocurrió. Israel bombardeó objetivos del movimiento islamista Hamas en la Franja de Gaza destruyendo almacenes de armamento y munición, centros de entrenamiento y estaciones operativas de seguridad causando centenares de bajas entre sus filas. La operación, de la que Israel dio aviso previamente, acaba de comenzar y con ella se reaviva el proceso de asunción de culpabilidad histórica en varios países europeos y occidentales.

En las ultimas 20horas este "proceso residual, psico-culposo y antisemita" se ha visto acompañado a gran escala desde la prensa occidental en periódicos y agencias cuyos artículos y comunicados parecen ignorar intencionalmente las circunstancias especificas como las particularidades de sus motivos.

No han sido pocas las agencias que, presurosamente mostraron sus posiciones sesgadas y antisemitas. Ejemplo de ellos son los cientos de artículos que se pueden leer en una importante variedad de periódicos e Internet, muchos de ellos escritos por ecologistas y defensores de los derechos humanos, en definitiva, activistas "de la plumilla pacifista" que hablan de genocidio y holocausto de l pueblo palestino pero ignoran pornográficamente las acciones del grupo terrorista palestino y sus lanzamientos de cohetes sobre la población civil israelí en los días, meses y años previos a la ofensiva de la Fuerza Aérea Israelí.

Lo cierto es que en estas posiciones informativas parciales, subjetivas y racistas puede observarse una cierta asincronía y patrones que despliegan viejas y conocidas posiciones antisemitas hoy encubiertas en expresiones tales como "antisionismo" lo cual representa en esencia, ni mas ni menos que otra desilusión que la prensa ideológica sesgada disemina a sus lectores muchas veces incautos.

La obsesión con Israel y su conflicto con los palestinos, hace que se llegue afirmar que el Estado Judío representa "el nuevo nazismo" o en el mas morigerado de los casos, que es la nueva Sudáfrica del Apartheid, por lo que juzgo in necesario ampliar ejemplos ante semejante discurso que engloba un inequívoco y completo "wishfull thinking".

Estos dislates universales por un lado alivian el peso de la culpabilidad que conllevan las distintas historias nacionales de no pocos países europeos que jamás afrontaron su responsabilidad durante la era del nazismo, pero la liviandad en la utilización del termino, pretende finalmente mostrar que cualquiera puede jugar "el rol de nazi", con lo cual, la responsabilidad moral será siempre menos exigente. Después de todo, estos roles se van alterando casi aleatoriamente para muchos medios de prensa europeos temerosos de perder beneficios económicos de los que gozan dada su amistad con las compañías petroleras árabes.

Tampoco ha faltado en las ultimas horas la siempre dispuesta y sesgada opinión de las manifestaciones de gran parte de la izquierda internacional uniéndose al colectivo de las victimas siempre que no pertenezcan a lo que consideran sus enemigos en lo que configura su ya conocido y reiterado ejercicio de hipocresía universal irrespetando la vida humana, y es allí donde "los campeones de los derechos humanos" miden los muertos según sea el arma que los mata, y a mayor numero de victimas mejor para el aquelarre verbal sobre sangre y muerte que desatan histéricamente.

Esto no debe llamar la atención pues existe una tendencia de grandes sectores de la izquierda a reconocer de manera simplificada a las naciones o pueblos como únicos actores reales en conflictos y situaciones políticas, fuera de todo matiz y diferenciació n interna. Así, ellos suelen hablar de "Los palestinos/árabes" o "Los EE.UU." sustentando sus discursos en posiciones que abrevan en la más oscura ignorancia de la realidad. Del mismo modo que cierto sector del movimiento antirracista internacional reduce a los inmigrantes a la condición exclusiva de victimas. Así, gran parte de la izquierda apoya la lucha contra Israel en términos resistencialistas y rotula como pueblo oprimido al pueblo palestino, pero también lo hace por carencia de conocimientos sobre el conflicto y una alta dosis de antisemitismo.

Todos estos grupos se convierten en instrumentos psicológicos de "alivios de la culpa", algunos de forma conciente y otros desde la ignorancia, pero siempre prestos a calificar "la nazificación" de Israel insuflan esa fantasía con alta carga emocional casi hasta el paroxismo. Lo que los delata en la irracionalidad de la ideología que profesan y da por tierra con cualquier postulado que pretendan esgrimir "es su apoyo a la muerte y el oscurantismo" que caracteriza el terrorismo islamista.

De allí que estas horas son importantes, el publico debe interiorizarse, leer, investigar, racionalizar y procesar la información que esta recibiendo, pues sin tener en cuenta estos aspectos del neo-antisemismo yihadista apoyado por varios sectores en occidente, la lucha contra el terrorismo mantendrá graves e insalvables insuficiencias. La lucha de Israel contra el terrorismo es un combate inevitable que se debe interpretar apropiadamente teniendo en cuenta la continua transformació n de las acciones de los terroristas hacia formas innovadoras, oportunistas y hasta menos obvias. Esta es la responsabilidad que los medios de prensa internacionales deben respetar y rescatar en defensa de lo moral y lo ético, y desde luego el aspecto sobre el que la opinión pública debe estar atenta sin permitir que se le engañe bajo ningún concepto con información sesgada.

Israel hoy esta luchando para proteger a sus ciudadanos y por su supervivencia misma como en todas y cada una de las guerras libradas por los últimos 60 años. Pero por sobre todo simboliza la primera línea de batalla en defensa de la cultura occidental y Judeo-Cristiana contra el avance de la sin razón, el oscurantismo y el odio. Muchos lo saben en la dirigencia política occidental, por caso el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania condenó a Hamás por el abandono de la cesación del fuego con Israel e instó al grupo a que "de inmediato cese los insufribles ataques con cohetes contra la población civil israelí", el primer ministro británico, Gordon Brown, expresó su preocupación con la situación en Gaza y pidió durante los últimos 5 meses a las facciones palestinas poner fin a los ataques con cohetes sobre poblados y ciudades de Israel. Lo propio hizo el portavoz del Vaticano, el Reverendo Federico Lombarda y el presidente Francés Sarkozy en varias oportunidades el último mes.

Para quienes no conocen el escenario de una región que es "un pañuelo" y las dificultades de una democracia rodeada por países con regímenes muy distintos en valores culturales, el análisis puede ser maniqueo y simplista, cuando no superficial y erróneo, pero la realidad y la cuestión de fondo es mucho más compleja. Por ello, una genuina lucha contra el terrorismo no debe focalizarse exclusivamente en las acciones militares, sino que debe ser sustentada por una información fidedigna y realista y ella no debería apoyarse en la ideología del odio a los símbolos de la modernidad que Israel encarna en la región solo por la cercanía de las relaciones del estado hebreo con los EE.UU., relacionar aspectos relativos a la globalización y al capitalismo como lo pretende la izquierda anacrónica es tan absurdo como inverosímil a los ojos de las personas de buena voluntad y de paz. Algo tan maniqueo y falaz como sostener que los árabes o los musulmanes no pueden ser antisemitas, idea esta basada en "la noción paternalista del buen salvaje".

Es tiempo de tener claro el pensamiento que no todo ser humano tiene la misma capacidad moral de distinguir entre el bien y el mal. La ilustración es nuestra principal arma y probablemente la única que disponemos.