Todo empezó cuando Mauricio Hachuel expresó su profunda indignación ante el número de la kefiah, y las declaraciones de Zapatero en el congreso de las juventudes socialistas. "¿Qué piensas cuando tienes 12.000 misiles que están agrediendo constantemente a Israel? Quiero manifestar nuestra gran preocupación como comunidad judía española, nuestra profunda indignación de las declaraciones ayer (por este miércoles) del presidente Zapatero. Son declaraciones anti Israel y antisemitas y no lo podemos aceptar". Y agregó "en la comunidad internacional, jamás un jefe de Gobierno occidental en este conflicto habló como ayer habló el presidente Zapatero. Lo rechazamos duramente y enérgicamente".
La respuesta furibunda de Moratinos no se hizo esperar. “No voy a tolerar, como Gobierno socialista y Gobierno español, el que indiques públicamente que el presidente del Gobierno es antisemita. ¡Qué sea la última! vez que públicamente denuncies, condenes y te expreses de esa manera sobre el carácter antisemita de un Gobierno de España.”
Lo curioso es el lapsus de Moratinos, dado que en ningún momento niega las acusaciones, sólo niega a Hachuel el derecho a decir lo que piensa en un foro público.
Lo desconocido, escamoteado por los medios de comunicación que cubrían el evento, fue la respuesta ante eso de Mauricio Hachuel. Mucha gente ha dicho que Hachuel se quedó callado, porque no sabía que decir, pero resulta que no. Lo que le contestó fue: “Y yo no le tolero a nadie que me diga que en un país libre y democrático, como es este, se me prohíba decir lo que pienso.”
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