Tras una semana de enfrentamientos que ha acabado con la vida de al menos doce personas (la mayoría milicianos de Hamas o de Al fatah) y ha causado heridas a medio centenar, durante ese mal llamado cese el fuego entre Hamas y Al-Fatah, tras la reunión fallida entre Abbas y Haniye en cuya rueda de prensa posterior lo más llamativo fue la mirada de desprecio que Haniye lanzó a Abbas, Abbas ha decidido declarar ilegal a la milicia de Hamas.
Hamas ha reaccionando disponiéndose a duplicar el numero de efectivos, dado que pierde en la batalla de las cifras con las milicias de Al-Fatah (12.000 contra 18.000). Para ello utilizará parte de los fondos que recibió por parte de Irán, porque el resto no pudo ingresarlos en la franja de Gaza, al no permitirle los de la aduana atravesar con ellos la frontera.
Hamas como contrapartida política ha declarado ilegal a Al-Fatah.
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