MANUEL MORENO
TOLEDO. La rápida acción de unos vecinos de la Bajada del Ángel, en plena judería del Casco Histórico de Toledo, evitó que un incendio provocado destruyera la Librería & Judaica el miércoles por la noche. Sólo resultó dañada la fachada del establecimiento, abierto el 15 de marzo de 2000. «Ha sido un milagro, damos gracias a Dios», repetía ayer la propietaria.
El ataque, en el que se utilizó gasóleo para acelerar la combustión, se produjo a las 12.45. Cuando llegaron los bomberos, los vecinos ya habían apagado con cubos de agua las llamaradas a las puertas del local, en el punto de mira de grupos neonazis desde su apertura. «Hasta ahora habían sido pintadas, un total de diez ocasiones», recuerda la dueña, que está muy agradecida a sus vecinos. Los bomberos constataron luego que las llamas no habían entrado en el local.
El Cuerpo Nacional de Policía busca al autor o autores de este atentado con tintes xenófobos. La librería, especializada en el mundo judío, se abrió «para dar a conocer ese mundo y dar un testimonio de amor y acogida al pueblo judío, que en Toledo fue masacrado», explica su dueña, que asegura no tener miedo, «de momento».
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