¿De qué va esto?

Esto es un blog pro-Israeli.

Lo creamos hace ya casi cinco años, en los albores de la operación Litani, tras el secuestro de Ehud y Eldad. Cuando Gilad llevaba más de un mes en manos de Hamas.

Han pasado casi cinco años. Gilad sigue en manos de Hamas, Ehud y Eldad volvieron a Israel. Muertos. Muchas cosas han pasado, pero poco ha cambiado. Una tregua, Sderot bajo el fuego de los qassam, atentados, una operación contra Hamas, la reconciliación entre Fatah y Hamas, informes sesgados, la ONU, secuestros en Gaza, flotillas pseudo-pacifistas…

Lo que nos hizo abrir este blog en ese momento, fue notar que no recibíamos información sobre lo que pasaba en Israel. Empezamos a traducir noticias, a escribir crónicas basándonos en la información que recogíamos de fuentes de todo el mundo.

Después la calma, después otras luchas en otros lugares. Nos volvimos más críticos, más pesimistas.

Pero seguimos aquí, y pensamos, que pese a quien pese, Israel seguirá existiendo. Y seguiremos peleando, para que eso sea así.

domingo, 1 de julio de 2007

Dos sueños opuestos para una misma nación

Los colonos israelíes en Gaza y Cisjordania tienen un sueño para el futuro de Israel. Yo también. Pero el sueño de ellos es mi pesadilla, y mi sueño es, para ellos, veneno.

El sueño de los colonos es crear "un Gran Israel" con asentamientos judíos de punta a punta. En esos asentamientos sólo pueden residir los judíos, mientras que los palestinos sólo pueden ir a trabajar, ocupándose en los empleos más simples. En un Estado así, la democracia tendrá que someterse a los rabinos. Los colonos creen que una vez que el Gran Israel se convierta en una entidad religiosa y en una "nación Sagrada", vendrá el Mesías y se materializará la redención completa del pueblo judío.

En esta fantasía de los colonos no hay lugar para el pueblo palestino, salvo en calidad de humildes servidores y trabajadores agradecidos. Más aún, en la fantasía de los colonos no hay lugar para mí, no hay lugar para un Israel moderno y secular.

Mis amigos y yo estamos "afuera", a menos que nos arrepintamos. Se supone que, por lo menos, no debemos obstaculizar la construcción de nuevos asentamientos ni el crecimiento de los ya existentes. Si los israelíes seculares borramos nuestra existencia, los colonos nos inundarán de amor fraterno. Pero si insistimos en que tenemos una visión diferente para Israel, nos convertimos en traidores, amantes de los árabes e incluso nazis.

Pero también nosotros tenemos nuestro sueño para Israel, distinto de la fantasía religiosa de los colonos. Queremos vivir en paz y en libertad, no bajo el dominio de los rabinos, ni siquiera bajo el dominio del Mesías, sino bajo las leyes de nuestro gobierno elegido. Tenemos el sueño de liberarnos de la duradera ocupación de los territorios palestinos.

Carcelero y prisionero

Durante casi 40 años, Israel y Palestina han sido como el carcelero y el preso, esposados entre sí. Después de tantos años, casi no hay ninguna diferencia: el carcelero no está libre y el preso tampoco. Israel solo será una nación libre cuando la ocupación y los asentamientos terminen y Palestina se convierta en un país vecino independiente.

Durante 30 años los colonos han controlado a Israel a través de diversos gobiernos. Hicieron prevalecer su visión y pisotearon nuestro sueño.

Fueron los amos del país.

Ahora, el primer ministro Ariel Sharon intenta dar un golpe contra el dominio de los colonos. Es un intento de restaurar la autoridad del gobierno elegido. Si tiene Éxito, el sueño de los colonos puede quedar bloqueado, y la visión de los israelíes seculares puede revivir.

La lucha en Gaza no es esencialmente una lucha entre el ejército y los colonos, ni siquiera una lucha entre halcones y palomas. No. Es una lucha entre la Iglesia y el Estado (para ser más preciso, entre la Sinagoga y el Estado). Y es algo que muchas naciones han experimentado: ¿cuáles deberían ser la posición y la influencia de la religión y de los clérigos en la tarea de dirigir un país?

Algunos países han resuelto el asunto hace siglos. Otras naciones se han debatido infinitamente tratando de resolverlo. El mundo musulmán, con la excepción de Turquía, ni siquiera ha empezado.

¿Nación o religión?

Durante los últimos días, en Gaza, hemos sido testigos de algo que, retrospectivamente, tal vez demuestre ser el primer combate entre Sinagoga y Estado en Israel, el primer enfrentamiento sobre la naturaleza del judaísmo del único Estado judío.

Somos principalmente una religión o una nación? En este primer round, parece que el Israel secular, racional, pragmático prevalece sobre el Israel fanático. Pero no olvidemos que es sólo el primer round.

Tanto los colonos como el resto de los israelíes podemos enorgullecernos de que, a diferencia de las sangrientas guerras entre Iglesia y Estado que se han desencadenado en muchos países a lo largo de la historia, este primer round de Gaza ha sido bastante violento pero no sangriento. Hubo mucho ruido y furia, pero no una masacre. ¿Serán así los rounds que siguen? ¿Será así cuando llegue el momento de entregar Cisjordania y Jerusalén oriental a cambio de la paz con los palestinos?

Esas preguntas no sólo dependen de los israelíes, religiosos y laicos, halcones y palomas, el ala derecha y el ala izquierda. Esas preguntas dependen muchísimo de la reacción de los palestinos.

Palestina considerará todo esto un audaz avance israelí encaminado a la concreción del histórico acuerdo? ¿Los palestinos lo retribuirán tomando medidas igualmente audaces sobre sus propios fanáticos? ¿O considerarán los enfrentamientos entre judíos el primer síntoma de la desintegración israelí y procurarán inflamar la situación interna de Israel lanzando una nueva oleada de violencia y terrorismo palestino?

El antiguo proverbio Árabe advierte: no se puede aplaudir con una sola mano. Ahora, mucho depende de la manera en que los palestinos interpreten la lucha entre judíos desatada en Gaza.


Amos Oz

publicado en LA NACIÓN en el 38 aniversario de la Guerra de los Seis Días en 2005.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy bastante de acuerdo con lo escrito por Oz. No dudo que el sueño del Gran Israel pueda ser defendible por muchos pero el camino debe ser paz por territorios. Es en esos puntos intermedios donde se construye la convivencia. Los colonos tienen todo el derecho a pensar lo que quieran pero, como dice Oz, estamos ante el conflicto entre una visión abierta de un Israel moderno y secular (creo que no es lo mismo secular que laico). Aunque los errores de los israelíes sean magnificados por los mass media y por lo tanto, injustamente exagerados, esto no quiere decir que no dejen de ser errores. Y creo sinceramente que mezclar las pretensiones religiosas con la política en pleno siglo XXI es un error , como lo fue el revival del Islam político de los Hermanos Musulmanes en el siglo XX

Anónimo dijo...

Tiene toda la razón. Aunque el extremismo abunda más en la corrupta organización palestina, si queremos alcanzar la paz hay que promover que los elemenos más moderados y diplomáticos lleguen a acuerdos, aislando a los radicales

Sedoni dijo...

sinceramente veo q el tema del díalogo no lo entendiste, Tails.

no se puede pedir comprensión si se intenta imponer un modo de vida y se decide q es lo correcto y q es lo incorrecto, y ese es el gran problema de Amos Oz, q separa entre buenos y malos.