El Cairo: "Creo que si Israel depone las armas, dejara de existir. Pero si los árabes de Cisjordania lo hacen, se hará la paz".
No se espera que una persona, nacida en Gaza, en los años 50 y cuyo padre murió a manos del ejercito israelí pronuncie estas palabras.
Nonie Darwish, egipcia, rezaba por la destrucción de Israel y, ahora, declara que fue cambiando "gradualmente". Sin embargo, su transformación fue radical.
Hace cuatro años, tras un ciclo de conferencias en las que participaron árabes americanos de ideas similares, Darwish fundó una organización llamada "Árabes por Israel". Afirma a "The Daily Star Egypt" que se dedicaba a la reconciliación pacifica, entre Israel y Palestina, apoyando la existencia del Estado de Israel.
La organización funciona con sede en Estados Unidos, país de residencia de Darwish desde 1978. La fundadora sostiene que, las razones para crearla fueron muchas, aunque admite que, los ataques del 11 de septiembre, así como las acusaciones de complot israelí que le siguieron, significaron bisagras.
¿Como pudimos, árabes y musulmanes, acusar a gentes de otras religiones de algo que, sabemos muy bien, cometimos nosotros mismos?, se pregunta Darwish.
Fue señal de que la "paranoia y obsesión árabe respecto a Israel se hacía cada vez menos sostenible", escribió más tarde en uno de sus artículos.
Tales acusaciones fueron resultado de la ignorancia y los prejuicios reinantes en el mundo árabe y expresaban un odio que les hace más daño a ellos mismos, que a los israelíes.
Recuerda que, en su infancia, en ocasión de recitar una poesía en el colegio, se le llenaron los ojos de lágrimas al jurar que daría su vida por la jihad contra Israel.
Después de la muerte de su padre, líder de los fedayun, que incursionaban en territorio israelí, entre 1951 y 1956, los familiares le preguntaron, a ella y a sus hermanos, quien lo vengaría contra los israelíes.
Sentí que, el odio, no solo afecta al odiado sino, también, a la persona que odia, nos cuenta.
"Cuando se le deja crecer, tal como ocurre entre los árabes contra los israelíes, puede ser muy destructivo para la psique de una cultura que odia y, ahora, estamos viendo los frutos en el seno de la cultura árabe.
Según Darwish, algunas organizaciones israelíes intentan ofrecer la rama de olivo, pero falta un interlocutor en el mundo árabe. Desea que, su grupo, se convierta en pionero del esfuerzo por conseguir el diálogo.
¿De que tenemos miedo?, pregunta. "Los judíos en Israel son sólo cinco millones y los musulmanes 1.2 mil millones". ¿Por qué la dirigencia árabe y musulmana anima, constantemente, a los árabes de Cisjordania y Gaza a seguir combatiendo y no aceptar nunca la paz?"
Israel, para defenderse, alega que lo hace por su existencia.
Además de las medidas de defensa de Israel, junto con sus controvertidas relaciones con los países árabes que la rodean, el desplazamiento de los palestinos al formarse el Estado es la principal queja, tanto en Gaza como en Cisjordania y el resto del mundo árabe.
Después de la guerra de 1948, conocida en Israel como
Los campos de refugiados, que siguen funcionando en la actualidad, son la base de un considerable número de terroristas, predominantemente jóvenes, que salen a atacar Israel.
¿Acaso hemos olvidado a los 900,000 judíos que fueron expulsados de los países árabes? plantea Darwish, agregando que,
¿Donde fue la cuna del judaísmo y el cristianismo y cuales son sus derechos en Oriente Próximo?" "Los judíos viven en Oriente Próximo, en continuidad, desde hace miles de años, incluso antes del Islam"
Podría ser desafiante, pero Darwish afirma que, por lo menos el 30% de los árabes musulmanes de Oriente Próximo no se oponen a Israel. Sólo tienen miedo de decirlo.
Muchos árabes americanos, afirma, la felicitan por su página Web y, la mayor parte de los correos de apoyo que recibe, así como las contribuciones al sitio, provienen de árabes musulmanes.
"Recibo infinidad de e-mails de admiración y muy pocos opositores", confiesa sonriente. Aunque éstos últimos fueron suficientemente alarmantes como para hacerla usar un seudónimo. Nonie Darwish no es su verdadero nombre. "No tengo intención de satisfacer su odio", dice, "Estoy en América y sencillamente estoy haciendo uso de mi derecho a la libre expresión". "En una sociedad civilizada, las personas pueden, respetuosamente, discrepar. Tienen derecho a demostrarme, mediante el diálogo, que estoy equivocada".
Ciertamente, no faltan egipcios contrarios a sus ideas. Pero Darwish insiste en que su apoyo a Israel no la convierte en anti-árabe ni en anti-palestina. "Amo a los árabes, a los palestinos y a los egipcios", dice. "Son mis hijos y su sufrimiento, así como la pobreza de Egipto, son para mí una dificultad".
"Sin embargo, para resolver el problema, tenemos que comenzar a ver a los judíos con una mirada de clemencia. Debe haber perdón y justicia".
entrevista de Jonathan Spollen tomado de legadosefardi
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