Señoras y señores, su humilde servidor pasó toda su vida estudiando la teoría de juegos, entre otros juegos muy serios: juegos sobre la vida y la muerte, y juegos que tratan sobre la existencia o el aniquilamiento.
En la teoría de juegos la palabra "juego" significa "motivación", "incitación".
Acabamos de discutir las motivaciones de los que están en el lado opuesto. Motivarse a sí mismo es la cosa más importante, esa que nosotros tenemos tendencia a perder.
Sin motivación, no resistiremos. ¿Qué hacemos aquí? ¿Por qué estamos aquí? ¿A qué aspiramos aquí? Estamos aquí porque somos judíos, porque somos sionistas, debido a nuestro lazo histórico a esta tierra; aspiramos a realizar nuestra esperanza bi-milenaria de ser una nación libre sobre nuestra tierra, la tierra de Sion, y en Jerusalén.
Si no comprendemos profundamente esto, no resistiremos. Sencillamente, no estaremos más aquí; el post-sionismo acabará con nosotros.
Hace cerca de seis meses, en Pétra, en Jordania, el primer ministro dijo que estábamos cansados. Él tenía razón. Ha sido elegido por la nación, y expresa los sentimientos de la nación. Nos parecemos a un alpinista sorprendido en una ventisca; la noche cae, tiene frío, esta cansado, y quiere dormir. Si se duerme, muere de frío. Estamos en peligro mortal porque estamos cansados.
Me permitiré pronunciar palabras impopulares y pasadas de moda: nuestro deseo desesperado de hacer la paz se vuelve contra nosotros. Nos aleja cada vez más de la paz, y pone en peligro nuestra misma existencia.
Creo que fue Churchill quién dijo, "Si quieres la paz, prepara la guerra". La preparación de la guerra supone una preparación material, un ejército fantástico, herramientas eficaces para la guerra, pero por encima de todo, hay que hablar de la preparación espiritual, de la determinación moral para soportar y realizar la guerra.
Hojas de ruta, armisticios, gestos, desconexiones, convergencias, transferencias de población, y así sucesivamente no aportan la paz. Al contrario, ellos aportan la guerra, como lo vimos el verano pasado. Todo ello envía una clara señal clara a nuestros "primos" (vecinos): la señal de que estamos cansados, que ya no tenemos fuerza espiritual, que no tenemos tiempo, que reclamamos una pausa. Esto sólo aguza su apetito. Esto los anima a ejercer sobre nosotros más presión, a exigir más, y a no conceder nada.
Esto es el resultado de consideraciones teóricas simples y de un raciocinio pertinente. Pero no es simplemente la teoría: esto ha sido probado y confirmado por los hechos durante millares de años. Vuelvo hoy de un viaje a
Señoras y señores, nosotros debemos decirles a nuestros "primos"(vecinos) que vamos a quedarnos aquí. No nos desplazaremos. Tenemos tiempo; tenemos paciencia; tenemos energía. Es necesario comprender esto y convencerse. Nosotros mismos no debemos decírselo simplemente a nuestros "primos", sino sentirlo. Es esto y nada más lo que aportara la paz.
Verdaderamente, es posible vivir en paz, en unidad y cooperación con nuestros "primos". Pero solamente después de que hubieran comprendido e integrado la idea de que el Estado sionista está aquí para siempre. Muchas gracias."
tomado de Safed-Tzfat
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