Navegando encontré por casualidad una cita de la somalí Ayaan Hirsi Ali. Para quien no haya oído hablar de ella fue la autora del guión del cortometraje de Teo Van Gogh (el director de cine asesinado por un fundamentalista islámico justo por realizar ese corto).
A aquellos que hablan del respeto a cualquier religión (es decir al Islam, porque poner a caldo a judíos y cristianos en Europa es modelo de respeto y moderación) les recuerdo que el guión lo escribió una musulmana, no un europeo progresista que no sabía de que estaba hablando. Van Gogh tuvo la osadía de llevar a cabo la obra de Ayaan Hirsi Ali y eso le costó la vida.
Es interesante descubrir que los que en Europa se proclaman paladines de los derechos humanos cierran los ojos cuando se trata del Islam y se mueven en frases tan melosas y poco contundentes como “alianza de civilizaciones”, “entendimiento”, “diferentes culturas”…
Volviendo a Ayaan Hirsi Ali aplaudo sus palabras porque dice de una forma contundente lo que llevo tiempo pensando:
"La izquierda en Occidente tiene una marcada tendencia a culparse a sí misma y a considerar al resto del mundo como víctima —a los musulmanes, por ejemplo—, y las víctimas, a la postre, dan lástima, buenas personas que estrechamos en nuestro pecho (…) son críticos con las mayorías autóctonas en los países occidentales, pero no con las minorías islámicas: la crítica al mundo islámico, a Palestina y a las minorías islámicas se considera islamófoba y xenófoba. Lo que estos relativistas culturales no ven es que, al mantener temerosamente al margen de toda crítica a las culturas no occidentales, encierran al mismo tiempo a los representantes de aquellas culturas en su atraso. Detrás de todo ello están las intenciones más dispares, pero ya sabemos que el camino al infierno está pavimentado de los mejores propósitos. Se trata de racismo en su acepción más pura."
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