
jueves, 31 de mayo de 2007
Desde Gaza City

viernes, 25 de mayo de 2007
Exodux 1947
El barco era un trasatlántico americano llamado “Presidente Warfield” que atravesó el océano en una travesía llena de incidentes. El barco comprado por la Agencia Judía, con una tripulación que apenas sabía nadar, en su primera salida estuvo a punto de hundirse en el puerto. El barco escapó varias veces del acoso de los barcos británicos. Consiguió milagrosamente salir del puerto francés en el que recogieron a los más de cuatro mil refugiados que pensaban llevar ilegalmente a las playas de Eretz.
El barco fue interceptado ante las costas del mandato británico, pero la tripulación y sus pasajeros decidieron defenderse del abordaje de los marineros británicos. La orden desde Jerusalem fue clara, nada de armas, no querían poner en peligro la integridad física de los refugiados. Todos tenían claro cómo iba a acabar aquella batalla. Eran soldados armados contra civiles desarmados. Entre los civiles se encontraba un pastor protestante que había viajado desde Estados Unidos para colaborar con la Agencia Judía.
Según relataron los soldados británicos que tomaron parte en el abordaje del barco, los refugiados les recibieron lanzándoles las latas de comida. La resistencia no duró mucho. Hubo varios heridos y 3 muertos. Quitando a unos pocos miembros del Mossad Aliyah Bet (la organización clandestina judía que organizaba la entrada ilegal de los refugiados judíos), no se trababa más que de un grupo de hombres, mujeres y niños mal nutridos.
La noticia apareció en los periódicos de medio mundo. Y Londres intentó dar ejemplo, convertir el caso en una advertencia de lo que les iba a pasar a todos los refugiados que intentasen entrar ilegalmente en el Mandato Británico de Palestina. Decidió enviar al barco y a sus refugiados, no a Chipre, como era la costumbre, si no a Alemania, lo que en el subconsciente colectivo de la época significaba devolver a los supervivientes del Holocausto al Infierno del que habían conseguido salir.
El barco fue llevado hasta el puerto de Haifa donde los refugiados fueron obligados a desembarcar a la fuerza y embarcados en tres barcos y llevados hasta un puerto cercano a Marsella donde pretendían obligarles a desembarcar. Los refugiados se negaron a bajar y Francia se negó a colaborar con los británicos. Después de tres semanas, fueron llevados al puerto de Hamburgo, y de allí devueltos al campo de desplazados de Lübeck-Pöppendorf dentro de la zona de ocupación británica. Los hombres tuvieron que ser obligados a desembarcar.
Parte de los refugiados volvió a intentarlo meses más tarde y acabó en los campos de detención de Chipre. Los soldados británicos que acompañaron a los refugiados a Alemania no volvieron nunca a sus unidades.
Haciendo un poco de Historia
El mundo siguió ocupado en sus propios problemas. Una Europa destruida que necesitaba reconstruirse. Dos potencias antagónicas que tras su colaboración demostraron que ambas pretendían imponer su estilo de vida al resto del mundo. En ese maremagnum de urgencias no había sitio para las cuitas de los judíos. Así que el pueblo judío decidió ocuparse de si mismo y llevar a cabo la misma labor que el resto del mundo que había sufrido directa o indirectamente la hecatombe que significó para el mundo la Segunda Guerra Mundial, sobrevivir. Renacer. Crecer. Curarse.
El sionismo representaba el ansia de retornar a casa, aquel “Ha Shana Habah Birushalaim”, que me recuerda poderosamente a aquella frase de Dorothy en El Mago de Oz. “No hay nada como el hogar” decía, y tenía razón. El sionismo luchó sus batallas antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
La Brigada Judía Palestina del Ejército Británico fue leal y luchó por el Imperio Británico contra la Alemania nazi y las potencias del Eje. El mismo Ejército, el mismo Imperio que colaboraría años más tarde para intentar evitar que el Estado recién creado llegara a cumplir el primer año de vida, pero los británicos fracasaron e Israel este mes cumplió su 59 cumpleaños.
Hay quienes dicen que los británicos colaboraron en la idea de Estado Judío. Claro que fueron partidarios. La influencia de los británicos es mayor en lo que se refiere al nacionalismo panarabista árabe. Pero desde luego no fueron los primeros, eso ya se le había ocurrido a Napoleón.
Todo el mundo recuerda la Declaración Balfour, pero esa Declaración tiene truco, como todo lo que tiene que ver con la diplomacia británica. Cuando se produce la Declaración Balfour en 1917, estamos en plena Gran Guerra, y es el Imperio Turco quien rige los destinos de la zona. El legendario Laurence de Arabia y aquel amigo suyo árabe que llegó a ser rey, Feisal, luchan contra los turcos. En ese contexto, en el de la Gran Guerra, la Declaración Balfour es papel mojado. Es un: “Nos parece bien que los judíos quieran hacer un estado judío en las tierras que pertenecen a los turcos” —Debieron añadir un corolario, “mientras sean turcas”—.
Cuando tras la Conferencia de San Remo, 1920, Reino Unido y Francia se reparten las posesiones de los turcos, y consiguen el control de la zona la política británica cambia por completo. Crean el Mandato de Palestina, crean una zona libre de judíos, en la que los judíos no pueden residir. Y desde luego se oponen frontalmente a las aspiraciones tanto árabes como judías de crear un estado, (en el caso de los judíos) de crear un imperio árabe (en el caso de los árabes). Los británicos pretendían quedarse.
En 1920 se crean las organizaciones judías de autodefensa, ante la laxitud de las autoridades británicas. Aparece la Hagana.
En los años subsiguientes se limitó la entrada a los judíos a la zona. No importó el auge del nazismo, la amenaza contra la población judía alemana en un principio, europea unos años más tarde. Se obviaron las leyes raciales de Nüremberg, se consideraron asuntos internos. Al mismo tiempo que Chamberlain practicaba su política de apaciguamiento para evitar un conflicto armado, consiguiendo todo lo contrario, cerraba las puertas a los judíos que huían del régimen de Hitler. La armada británica llegó a hundir barcos de refugiados judíos que intentaban llegar a su soñada Palestina.
Sin olvidar el doble rasero tan conocido por todos, fueron capaces de pedir a los judíos que vivían en Palestina, que hablaban francés, alemán, húngaro, rumano, ruso, ucraniano,... que pusieran sus vidas en peligro para que actuaran como espías en la Europa ocupada por los alemanes de la que milagrosamente habían conseguido huir. Lanzaron a civiles, hombre y mujeres de la llamada brigada de paracaidistas de Palestina. Nadie volvió con vida. Todos fueron capturados, y sólo se conoce con certeza el final de una de sus miembros, la escritora Jana Szenes.
Cuando los británicos presentaron ante la recién constituida ONU el problema irresoluble que tenían con judíos y árabes, sobre todo tras el atentado contra el cuartel general británico instalado en el Hotel Rey David, esperaba una solución de compromiso que les dejara volver a tener, en un corto espacio de tiempo, el control de la zona.
El plan de la Partición no les gustó nada. Pero prefirieron no vetarlo. Por un lado sabían que Francia votaría a favor, porque el caso del “Exodus 1947” había calado en la opinión pública francesa. China no consideraba que fuera un tema que le interesara, estaban demasiados ocupados en solucionar sus problemas que en vetar una resolución que no les afectaba, así que se iba a abstener.
Estados Unidos y la URSS se pusieron misteriosamente de acuerdo, después de muchos contactos diplomáticos con ambas partes. A la URSS el sionismo de base socialista, con su economía basada en los kibutz les sonaba familiar. Además a Stalin le parecía magnifico entorpecer los planes de los aliados naturales de sus ya no tan amigos americanos, los británicos. Dicen los historiadores que fue más fácil conseguir el sí de Stalin que el de Truman.
El plan delimitaba aún más el terreno en el que la comunidad judía podía crear su estado, siendo el 55% de lo asignado el desierto del Negev. Tras la declaración de Independencia del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948, los británicos colaboraron con las naciones árabes que les declararon la guerra. Y todos los países, menos Checoslovaquia, se negaron a venderles armas.
Por otro lado, los británicos esperaban que el Estado Judío acabaría desapareciendo aniquilado por los ejércitos y voluntarios de los países vecinos que contaron con la colaboración del ejército inglés. Despues de eso, ellos volverían a controlar la zona. Se equivocaron, Israel hace 11 días celebró su 59 cumpleaños
sábado, 19 de mayo de 2007
Prensa Española: "Semos (sic) objetivos"
Si hablamos de Oriente Medio, de Israel y Palestina o Israel y los territorios ocupados, o de Israel y Gaza, o de Gaza, o de toda aquella amalgama de falsos sinónimos que los periódicos y
Parece que en este caos de sinónimos, ser miembro de Hamas es lo mismo que ser un civil palestino, ser civil es lo mismo que ser combatiente, ser combatiente es lo mismo que ser soldado, perdón, los soldados y los civiles no tienen nada que ver. ¿Se han perdido? ¡Por qué será!
Para la mayoría de
No importa que mueran mientras están manipulando cosas tan sospechosamente poco “civilizadas” como una lanzadera de cohetes kassam. No importa que el portavoz de Hamas, o de Al-Fatah, o de
Dado que
Este mediodía descubrí emocionado que
Uno piensa, lleno de esperanza, ¿habrán entendido algo por fin? Pero nada, mi gozo en un pozo. La noticia seguía “Israel lanza un ataque contra Gaza como represalia por el lanzamiento de cohetes matando a 11 palestinos” y ahí las imágenes de palestinos ensangrentados. Agradezco, eso sí, que hayan puesto la grabación de un kassam, así la gente podrá hacerse una idea de lo bien que suena. Aunque sospecho que más de uno va a seguir pensando que no son más que fuegos artificiales. Eso sí, ¿cómo iban a resistirse a llamar judío al ejército de Israel?
Echándole un vistazo a esas operaciones que
Obviamente los más de 50 muertos resultantes de las luchas entre Hamas y Alfatah en esta última semana, no han podido competir con los 11 privilegiados que murieron a manos de Israel. Ni siquiera a pesar de los 4 ceses del fuego que ninguna de las dos partes ha respetado. Ni a pesar de los civiles que han muerto en los fuegos cruzados. Ni a pesar de los secuestros, porque los hay, basta con leer las condiciones del último alto el fuego que cita LD: “… en declaraciones a Efe, un portavoz de Al-Fatah que participaba en las conversaciones, Abdel Hakim Awat, había manifestado que a las 15.00 hora local se deberán retirar "los controles y retenes" emplazados estos últimos días en calles y carreteras. Una hora después, "los hombres armados deberán retirarse de las calles y los francotiradores de los tejados, y dejar en libertad a los secuestrados".”
Ya sé que soy lo suficientemente mayorcito como para darme cuenta de qué va el percal, pero… ¿qué quieren? A mi estas cosas, me molestan.
viernes, 18 de mayo de 2007
Sobre Gaza y Sderot
El ejército de Israel ataca por segundo día consecutivo objetivos de Hamas mientras la lucha entre Hamas y Al-fatah continúa en Gaza.
En los últimos tres días más de 50 cohetes kassam han alcanzado la ciudad israelí de Sderot y alrededores, al mismo tiempo que las milicias de Hamas y Al-Fatah siguen tiñendo de sangre las calles de Gaza con su lucha por el control de la región. Entre el viernes y el lunes murieron más de 40 personas en Gaza, entre civiles y milicianos de ambas facciones.
En esas condiciones ¿a alguien le extraña que las encuestas indiquen que dos tercios de la población de Gaza desearía que Israel reocupara la zona?
En su lucha por el poder con sus aliados en el gobierno, Hamas, sin embargo encontró hueco para lanzar cohetes kassam contra Israel. Cualquiera que no les conociera podría pensar que es una estrategia un poco extraña, provocar a un enemigo mayor cuando está metido en una lucha en las calles por el control de Gaza. Pero el prestigio de Hamas depende de la fiereza que muestra contra Israel. Aunque sea a costa de poner en peligro a adolescentes imberbes que deberían estar en la escuela en vez de lanzando cohetes contra la ciudad de Sderot. En estos dos días de ataques milimétricos por parte del Tzahal han muerto según las facciones palestinas 11 miembros de Hamas.
En los ataques contra Sderot han resultado heridas unas veinte personas, parece que afortunadamente, ninguna de gravedad. Aunque para variar las alarmas no dejan de sonar y sus habitantes llevan tres días y tres noches corriendo a los refugios. Desde luego, como decían los miembros del grupo “Teapacks” vivir en Sderot es el lugar ideal para hacer una cura de sueño.
lunes, 14 de mayo de 2007
Más numeros en Palestina.
La voluntad de constituir un Estado independiente ( que debe estar, según Hamas, unida a la voluntad de destruir a Israel) es claramente inexistente cuando se violan los conceptos claves que caracterizan a un estado. Un Estado debe tener unas fronteras bien definidas, un terriorio sobre el que aplicar una soberanía. Para Hamas, como hemos dicho ese territorio no se limita a Gaza y Cisjordania. La posición de Fatah es todavía más ambigua si observamos los adelantos y retrocesos en los procesos de paz. Un Estado tiene una población definida: ¿cual?. Es una consideración absurda cuando se multiplican hasta el infinito las cifras lo que se considera un "refugiado político" y que según ellos debe retornar al territorio de otro estado soberano. Volvemos a lo mismo, todo pasa por la destrucción, más lenta o más precipitada de Israel. Constatamos que lo que estas dos facciones en conflicto desean no es una Palestina independiente, sino una Israel inexistente. Todos sabemos de sobra que si en vez de matarse entre ellos fomentasen marcos de diálogo hace tiempo que hubiesen conseguido un Estado.
Mientras tanto, el número de vicitimas aumenta. No habrá quien relacione de alguna manera los cadáveres palestinos con la mano del sionismo. ¿Para qué culparte a ti cuando puedes culpar a otros? . Desde la falsedad se construirán estadísticas en el futuro (inmediato o no) en el que estos muertos engrosarán la cifra de muertos "por la ocupación israelí". Y la inestabilidad continúa; se sigue atacando a Israel, palestinos siguen matando palestinos y palestinos siguen pidiendo seguridad y paz, algunos incluso reclamando la vuelta de la que fue el statu quo previo a la "desconexión" de Gaza.
Pero lo que hoy son muertos mañana serán números, mañana completarán el argumentario de una causa mal planteada e hipócrita en muchos aspectos.
por Tails
domingo, 6 de mayo de 2007
Siguiendo con la prudencia
El ataque de Hezbollah, preparado meticulosamente, no era novedoso, se parecía mucho al utilizado seis años antes, cuando intentaron secuestrar a una patrulla israelí utilizando uniformes y vehículos de la UNIFIL. Aunque esta vez no tenían la valiosa colaboración de una patrulla de la UNIFIL que se dejó comprar a cambio de unos miles de dólares. Se calculó todo, el cebo, la entrada, la salida, la captura, la persecución por parte del ejército israelí… todo menos la respuesta de Israel.
El plan era sencillo. Un grupo de Hezbollah lanzó katyusha contra Kiriat Shmona, una pequeña ciudad israelí, y esperó que una patrulla se acercara a investigar que estaba pasando. Pero les faltó paciencia y en vez de esperar que la patrulla cometiera la imprudencia de saltarse la frontera, fue el comando de Hezbollah el que entró en territorio israelí, eso unido al ataque contra Kiriat Shmona daba a Israel un “casus belli”, la ocasión propicia para acabar con el arsenal que se sabía desde hacía tiempo que estaba llegando ingentemente a manos de Hezbollah a través de Siria e Irán. Además Hezbollah tuvo la desfachatez de elegir a un ministro del gobierno libanés para reivindicar el ataque contra Israel, el asesinato de los ocho soldados y el secuestro de Ehud Goldwasser y Eldad Reghev.
El gobierno de Israel dio la orden de atacar a Hezbollah hasta conseguir los dos objetivos de la operación: 1) Destruir los arsenales de Hezbollah. 2) Recuperar a Ehud y a Eldad.
Todos sabemos como acabó todo eso. Israel ganó la guerra sobre el terreno a pesar de las meteduras de pata bastante sangrantes del mando militar y político. Pero ni se recuperó a los dos soldados, y lo que es peor, se perdió la guerra cara a la galeria, la de los titulares de prensa. La censura coreografiada de Hezboullah resultó más interesante para esa prensa que se llama a sí misma “objetiva e imparcial” que la realidad que mostraba Israel en el Norte del país.
En algunos países (como en España) la realidad del norte de Israel, de casas agujereadas, medio millón de personas desplazadas hasta el sur o viviendo en refugios antiaéreos durante un mes entero no merecieron más que un par de minutos, un par de líneas o un par de fotos apresuradas.
Pero en el frente virtual aparecieron los blogs pro-israelíes que no estaban por la labor de permitir que la parcialidad de la prensa imperara en la red y destapó escándalos como las fotos retocadas de Reuters que hizo que en varios países empezaran a circular videos sobre el control de la prensa en el Líbano. En España, por supuesto, no.
Israel tenía el derecho internacional de su lado, la fuerza, la experiencia, pero tenía en contra a una panda de aficionados. No es que Israel no debiese haber entrado en la guerra, es que debería haberla ganado contundentemente en cinco días, sin haber caído en la trampa del ego de Peretz, pero sobre todo de Halutz y Olmert.
Halutz dimitió hace unos meses, aunque lastimosamente no dimitió antes, un año antes. Quizás (seguramente) nos hubiéramos ahorrado una sarta de errores que la comisión está sacando a la luz. Olmert llegó al poder de rebote, por la enfermedad que retiró prematuramente a Ariel Sharon, el viejo general no habría dejado que las cosas tomaran tal cariz. Años de experiencia lo avalan. Peretz tenía una cartera que le quedaba grande. No es militar y se notó. Y esas cosas no pueden, ni deben notarse.
De todos modos, no merece la pena lamentarse por los errores cometidos si no aprender de ellos y que los responsables paguen por ellos, como debe ser.
Israel no es una democracia al uso, ni un país al uso, no puede estar dirigido por ególatras, ni por aficionados. No vale llegar de carambola, hay que valer, y está claro que Olmert, Peretz y Halutz no sirven. Halutz y Peretz parece que se han dado cuenta, pero Olmert sigue aferrándose al cargo sin importarle el daño que le está haciendo al país.