domingo, 6 de mayo de 2007
Gobierno sin D's
El 12 de julio de 2006, el gobierno Olmert decidió ir a la guerra sin comprender que decidían ir a una guerra. La decisión, que costaría 160 vidas israelíes y privaría a Israel de su capacidad disuasiva, fue tomada sin una discusión apropiada, sin un examen de las alternativas y sin una comprensión de su significado político y de sus ramificaciones estratégicas.
Escandalosamente, los ministros de Olmert aprobaron una proposición ignorando totalmente lo que significaba. De este modo, cometieron la mayor equivocación de un liderazgo político. El suyo fue un acto de negligencia en el mando.
En los diez meses que han pasado, Olmert, su tribunal, y sus cortesanos, han hecho todo lo que podían para enturbiar la severidad de su fracaso. Se han refugiado en una espesa niebla de mentiras y de verdades a medias. El Comité Winograd levantó la niebla el lunes. En un lenguaje serio y exacto, presentó a la opinión pública israelí la pura verdad. El emperador esta desnudo, ha declarado el comité. No hay ningún capitán en el timón.
Si Olmert Ehud tuviera integridad, habría dimitido el lunes por la noche. Habría recogido sus pertenencias, abandonado la casa de la calle Balfour y regresado a la calle 29 de Noviembre hasta que la renovación de la casa de la calle Cremieux esté completada. Pero el primer ministro no tiene integridad. Él carece de la capacidad de inclinar su cabeza ante una institución democrática o un tribunal moral. Incluso si esa institución es una institución que él mismo designó y el tribunal es un tribunal que él mismo inventó.
Durante muchos años, los israelíes buscaron un gobierno sin lo religioso. Con el gobierno de Olmert, ellos consiguieron un gobierno sin Dios. Está claro ahora que un gobierno sin Dios es también un gobierno sin talento. Sin brújula moral, sin orden del día político y sin apego a la realidad.
El martes por la mañana, la realidad retorna a la opinión pública. Mientras el Comité Winograd se sentó a puerta cerrada, los ciudadanos de Israel dormitaron. Permitieron que el comité hiciera su trabajo mientras ellos seguían con sus vidas diarias.
Si esto continua así en los días próximos, Israel seguirá siendo dirigido imprudentemente. Tarde o temprano encallaremos. Sin embargo, si el informe de Winograd conduce a un despertar tardío del coma nacional, será recordado como uno de los documentos oficiales más importantes jamás escritos.
El documento que salvó a Israel de un gobierno que incumplió con su deber.
tomado de Safed Tzfat escrito por Ari Shavit
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