EL ZOO DEL SIGLO XXI / MARUAN VELASCO / Es el primer español que se enrola en las 'fuerzas de seguridad' del grupo islamista, aunque no olvida el chorizo y el jamón El teniente sevillano de Hamas JAVIER ESPINOSA. Enviado especial
GAZA.- Escuchar a Maruán Velasco expresarse en un castellano matizado con acento de Sevilla resulta tan singular como que lo haga embutido en el flamante uniforme de la policía leal a Hamas. Aún más si se le oye explicar cómo echa de menos el «chorizo y el jamón» -productos prohibidos por el islam ortodoxo-, que no prueba desde 2004, durante la última visita veraniega a su familia de la ciudad andaluza.
«De la paella y la tortilla de patatas no nos hemos olvidado porque nos las hace mi madre. Pero aquí no podemos conseguir ni jamón ni chorizo ni turrón», asegura el miembro de las Fuerzas de Seguridad de Gaza.
El divertido carácter del agente hispano-palestino es incluso peculiar para los parámetros de cualquier hispalense anclado en las tradiciones. Porque Velasco reniega de las sevillanas -prefiere la música tecno- y tampoco le gusta el fútbol. «Si tengo que apoyar a alguno es al Real Madrid, pero no es que me entusiasme», dice.
Nacido hace 24 años en Sevilla, Velasco es el resultado del matrimonio de su padre, un palestino que se trasladó a la Península ibérica para estudiar Medicina, y María Velasco, una andaluza que abandonó España con toda su familia cuando Maruán tenía seis años para instalarse primero en Siria y después en Gaza, cuando los Acuerdos de Oslo parecían diseñar un halagador futuro para este territorio.
Maruán se convirtió en septiembre de 2006 en el primer ciudadano español integrado en lo que entonces se llamaba Fuerza Ejecutiva, la agrupación que Hamas creó en la Franja para contrarrestar la rebeldía de los policías de Al Fatah frente al Gobierno de Ismail Haniya.
El muchacho ni siquiera milita en el movimiento islamista, sino en el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), un partido de orientación izquierdista que, sin embargo, aceptó encuadrar a varios de sus activistas en la nueva coalición armada controlada por los islamistas.
«Hamas solicitó a todos los grupos que enviaran a sus miembros para formar una fuerza conjunta. El FDLP eligió a 10 miembros de Jan Yunis, donde vive mi familia. Siempre me apeteció ser militar, o bien en el Ejército español o bien en el palestino. La población palestina hablaba muy bien de la Fuerza Ejecutiva y además cuando intenté entrar en la policía de Al Fatah no me aceptaron».
Durante los primeros meses de actuación de la nueva agrupación, Velasco tuvo que sortear con diplomacia exquisita los trágicos episodios que protagonizaron la Fuerza Ejecutiva y los simpatizantes de Al Fatah, la formación del presidente Abú Mazen. Una pugna que concluyó en la mini guerra civil que libraron en junio de 2007, cuando Hamas se hizo con el control de Gaza.
Pero Velasco no participó en ninguna de esas reyertas. «El FDLP nos decía que nos quedáramos en casa», indica el español que admite con cierto orgullo «no haber disparado ni una sola bala» en las confrontaciones fraticidas.
Ahora, el sevillano es uno de los portavoces de la renombrada «policía palestina» que no sólo agrupa a milicianos de Hamas, sino de otras muchas organizaciones armadas. «Un poco más de la mitad son de Hamas y el resto de otras facciones, pero la gente aquí no diferencia y piensan que también soy de Hamas».
Velasco y su jefe, Islam Shahwan, exhiben con orgullo lo que definen como «logros» de la nueva era de la Franja bajo la autoridad de los islamistas y rechazan el apelativo de «terroristas» que asignan la Unión Europea, Israel y Estados Unidos al movimiento. «El problema es que Europa se deja influir por lo que dicen los israelíes y la prensa de Al Fatah. La situación de seguridad en Gaza es mil veces mejor que antes. Hemos confiscado miles de armas. No se permite ir por la calle exhibiéndolas, ni disparar al aire en las bodas. Se prohibió circular con las ventanillas oscurecidas o sin matrícula. Hasta se organizó el mercado callejero», precisa Velasco.
Los uniformados han dividido sus fuerzas en departamentos con un carácter plenamente formal como la «policía femenina», el «directorio de investigación», los agentes de tráfico, los municipales, o la unidad antidrogas. «En dos o tres meses más habremos limpiado Gaza de drogas», apunta el español.
Sin embargo, Velasco no esconde su «preocupación» por la reciente multiplicación de ataques contra sus compañeros. El fin de semana pasado un integrante de la policía de Haniya fue asesinado en Nuseirat y otras dos personas resultaron heridas en un atentado con bomba. La propia madre de Maruán, María Velasco, también admite el evidente «desasosiego» que le produce la presencia de su hijo en las fuerzas afectas al movimiento islámico, ante los riesgos que enfrenta. «¿Pero qué va a hacer? No hay otra cosa que hacer», asegura.
LO DICHO Y HECHO
«A Hamas sólo le importa si eres profesional en tu trabajo. Yo no soy islamista»
tomado de ElMundo
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