En lo que va de año se han lanzado sobre Sderot más de novecientos Kassam, según el testimonio de un periodista de
Cada vez que desde Gaza lanzan un kassam las sirenas suenan en Sderot. ¿Imaginan oír sirenas cada cuarenta minutos? ¿Imaginan recibir entre veinte y treinta impactos de kassam al día?
Siempre habrá quien diga que los kassam asustan pero no matan. Para desmentirlo hay trece muertos y cuatrocientos cincuenta heridos. Miles de millones en casas destrozadas, infraestructuras dañadas, trabajos perdidos, población que tiene que emigrar ya van 3,000 de una pequeña ciudad de 30,000. Gente que no puede dormir, con problemas de ansiedad…
Y ahora con los cohetes de más largo alcance de fabricación iraní que el régimen de Ahmadineyad le ha proporcionado al ejecutivo de Hamas Ashkelon vuelve a recibir impactos de cohetes.
En total desde la desconexión de Gaza (junio de 2005) Sderot ha recibido el impacto de más de 4500 kassam. Kassam invisibles, que algunos llaman “cohetes de fabricación artesanal” como quien habla de fuegos artificiales, o “cohetes de poca precisión y poco alcance” tan poca precisión y poco alcance que los vecinos del bebé muerto en Gaza aseguran que fue un kassam lo que mató al bebé y no el ataque israelí como dice Hamas.
Pero obviamente la prensa europea no va a hacerse eco de esta noticia y menos aun la española porque los kassam no existen, y si existen no son más que simples petarditos.
Después uno oye a los corresponsales hablando de “represalias del ejército israelí” unas represalias que la gente no entiende, porque de una manera artera el corresponsal en la zona siempre olvida mencionar que si Israel devuelve fuego enemigo es porque desde Gaza se les estaba atacando.
Kassam es la palabra tabú que se debe evitar en cualquier crónica y se debe minimizar en el momento en el que inevitablemente a un corresponsal se le escape, debe quedar claro que como mucho es sinónimo de petardo. Si kassam es un petardo, katyusha es un petardo un poquito más grande.
Pero claro, es que los Kassam (en el caso de existir) no son más que simples petardos que no funcionan demasiado bien. Como caracas, sólo hacen ruido. Ni destrozan, ni hieren, ni matan, sólo asustan.
1 comentario:
Si Sderot fuera Londres o venecia o Barcelona o Lérida o Valladolid la cosa cambiaría, pero solo suena su nombre como una lejana referencia, una alusión en la enésima línea de alguna que otra noticia cuyo titular ha sido: "Brutal incursión de Israel en Gaza"
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