Los que odian a Israel están locos por citar – y lo más a menudo, citar mal – mis trabajos, en apoyo de sus argumentos. Permítame aportar algunas correcciones.
Los árabes palestinos no fueron responsables "de una manera más bien rara" (David Norris, el 31 de enero) de lo que les ocurrió en 1948. Su responsabilidad fue muy directa y muy clara.
Con desprecio de la voluntad de la comunidad internacional, tal como fue expresada por la Resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 29 de noviembre de 1948, desencadenaron las hostilidades contra la comunidad judía de Palestina, con la esperanza de abortar la emergencia del estado judío y tal vez destruir esa comunidad. Pero ellos perdieron; y una de las consecuencias fue el desplazamiento de 700.000 de sus miembros lejos de sus hogares.
Es exacto, como lo hizo observar ya hace mucho tiempo Erskine Childer, que no hubo mensajes radiofónicos árabes presionando a los árabes para que huyeran en masa; de hecho, hubo mensajes difundidos por varias estaciones árabes de radio que llamaban a permanecer sobre los lugares. Pero, a nivel local, en decenas de localidades de Palestina, los dirigentes árabes aconsejaron, u ordenaron, la evacuación de mujeres y de niños, o de comunidades enteras, como la que se produjo en Haifa, a finales de abril de 1948. El 22 de abril, el alcalde de Haifa, Shabtai Lévy, parlamentó con ellos para que se quedaran, sin resultado alguno.
La mayoría de los 700 000 "refugiados" huyeron de sus casas a causa de la plaga de la guerra (y con la esperanza de volver en poco tiempo a sus hogares siguiendo los pasos victoriosos de los invasores árabes). Pero también es verdad que hubo varias decenas de lugares, y entre ellos Lydda y Ramla, donde las comunidades árabes fueron expulsadas por las tropas judías.
El desplazamiento de los 700 000 árabes que se convirtieron en "refugiados" – pongo la palabra entre comillas, ya que dos tercios de entre ellos fueron desplazados de una parte de Palestina a otra, y no de su país (lo que es la definición habitual para un refugiado) – no fue un «crimen racial» (David Landy, el 24 de enero), sino el resultado de un conflicto nacional y de una guerra, con connotaciones religiosas, desde un punto de vista musulmán, y activada por lo propios árabes.
No hubo un "plan" sionista o una política global de expulsión de la población árabe, ni una "depuración étnica". El Plan Dalet (Plan D), del 10 de marzo de 1948 (de acceso público para quienquiera que desee consultarlo en los archivos del Tsahal y en diversas publicaciones), era el plan-director de la Haganah – la fuerza militar judía que se convirtió el Ejército de Defensa de Israel (Tsahal) – para contrarrestar el asalto panárabe contra el naciente estado judío. Ese plan lo que él dice explícitamente y lo que fue.Y la invasión de los ejércitos de Egipto, Jordania e Irak se efectuó, según lo previsto, el 15 de mayo.
Es exacto que el Plan D daba carta blanca a los comandantes regionales para ocupar, instalar guarniciones, o expulsar, o destruir pueblos y aldeas árabes situados a lo largo de las líneas del frente y en la retaguardia, así como las rutas previstas como objetivos por parte de los ejércitos invasores árabes. También es verdad que, en medio de la guerra de 1948, los dirigentes israelíes decidieron impedir la vuelta de los "refugiados" (estos "refugiados" que venían de atacar a la comunidad judía), porque los consideraban como una quinta columna y una amenaza para la existencia del estado judío. Por mi parte, yo no puedo criticar sus temores o su lógica.
La diabolización de Israel está ampliamente sostenida sobre mentiras – al igual que la diabolización de los judíos, durante los últimos 2.000 años, ha estado basada en mentiras. Y hay una relación entre una y otra.
Le recomiendo a gente como Norris y Landy leer unos cuantos libros de historia e informarse de los hechos, y no volver a poner en circulación una ya muy vieja y desgastada propaganda árabe. Así, ellos podrían aprender y saber, por ejemplo, que la "Guerra de Palestina" (la "Guerra de Independencia", como la llaman los israelíes) comenzó en noviembre de 1947, y no en mayo de 1948. A fecha del 14 de mayo, cerca de 2.000 israelíes habían muerto, y eso de entre los 5.800 muertos que costó, para Israel, dicha guerra (es decir, cerca del 1% de la población judía de Palestina / Israel, que contaba cerca de 650.000 almas).
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