¿Hay homosexuales en Irán?

Esa sería la pregunta que se podría hacer el presidente de Irán Mahmud Ahmanideyad. El espectáculo en la universidad de Columbia indignó a muchos, ofendió a más y arrancó el aplauso de otro grupo, algo que espero que algún día me expliquen. Apelar a la libertad de expresión para decir las barbaridades que dijo es un juego hipócrita y cruel. Pero tiene razón: es la libertad de expresión la que nos hace sentir más orgullosos a los occidentales y es donde más nos duele cuando nos atacan.

Los manifestantes a las afueras de la universidad le llamaban diablo, un apelativo usado por Hugo Chavez para caracterizar a Bush. Pueda que parezca significativo pero usar tan noble calificativo es más propio de grupos sociales o de masas que de jefes de Estado que también andan vendiendo su verdad. Pero la pareja de hecho Chavez y Ahmadineyad es otro tema. Y ya que lo mencionamos, me pregunto ¿donde estarán los homosexuales en Irán? ¿Será verdad que no existen? Sin ánimo de emular al judío Jerry Seinfeld y de ofender al club de la comedia pasemos a cosas serias. Ser homosexual en Irán se paga con la pena de muerte legalmente. Este verano, como muchos otros, la teocracia iraní ha asesinado 16 personas que entre otros crímenes habían osado ser gays. No está la cosa para chistes.

Que la mezcla entre hechos admitidos y verdades ocultas no nos despiste. Un presidente que admite que no hay homosexuales en la teocracia de Irán bien sabemos lo que hace con ellos. Un presidente que admite respetar a los judíos de Irán pero que niega el holocausto o manifiesta su ilusión por acabar con el estado de Israel nos debería dar una idea aproximada de lo que se cuece. Tenemos más perlas, no hay más que bucear en la prensa árabe. Nuestro hombre afirmó sin tapujos que su país es "un país musulmán" mientras que "los corrompidos occidentales" no podían definir su religión debido a la mezcolanza y al ateísmo que reinaba en sus sociedades. También son muy conocidos sus comentarios acerca de la gran manipulación del Holocausto. Son cosas que a un ciudadano normal de a pie le deberían hacer razonar.

Al final la gravedad no está en que nuestro "héroe" suelte estas perlas. La gravedad del asunto está en que nuestros conciudadanos librepensadores piensan "ey, puede ser cierto!". Llamar a eso "pensar" puede resultar contradictorio pero así es la democracia. Y al final nos preguntamos: ¿será cierto que Irán solo busca intereses pacíficos con su tecnología nuclear? ¿Será verdad que el Holocausto fue una gran mentira muy bien organizada?¿ Será verdad que en Irán no hay homosexuales?. También podríamos estudiar o leer de vez en cuando pero quizás sea demasiado esfuerzo para nuestra mente corrupta y occidental.

por Tails