¿De qué va esto?

Esto es un blog pro-Israeli.

Lo creamos hace ya casi cinco años, en los albores de la operación Litani, tras el secuestro de Ehud y Eldad. Cuando Gilad llevaba más de un mes en manos de Hamas.

Han pasado casi cinco años. Gilad sigue en manos de Hamas, Ehud y Eldad volvieron a Israel. Muertos. Muchas cosas han pasado, pero poco ha cambiado. Una tregua, Sderot bajo el fuego de los qassam, atentados, una operación contra Hamas, la reconciliación entre Fatah y Hamas, informes sesgados, la ONU, secuestros en Gaza, flotillas pseudo-pacifistas…

Lo que nos hizo abrir este blog en ese momento, fue notar que no recibíamos información sobre lo que pasaba en Israel. Empezamos a traducir noticias, a escribir crónicas basándonos en la información que recogíamos de fuentes de todo el mundo.

Después la calma, después otras luchas en otros lugares. Nos volvimos más críticos, más pesimistas.

Pero seguimos aquí, y pensamos, que pese a quien pese, Israel seguirá existiendo. Y seguiremos peleando, para que eso sea así.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Israel corta relaciones con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU

Lo que uno puede decir, tras años de leer noticias y haber echado más de un vistazo a la agenda del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, es ¡ya era hora!

El Consejo de Derechos Humanos nació en una especie de borrón y cuenta nueva, para que lo que parecían chistes de mal gusto no se repitieran. Pero si hay algo que la ONU sabe hacer mejor que cualquier ser humano, es tropezar mil veces en la misma piedra.

La idea al fundar el Consejo de Derechos Humanos en 2005 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos, era hacer una limpieza de cara de una organización que ha sido acusada miles de veces, y con razón, de ser un chiste en la defensa de los seres humanos. Tres de los países que controlaban ya en su tiempo la Comisión, Cuba, China y Arabia Saudi entre otros, llevan años en la lista de infractores sistemáticos de los derechos humanos.

Una de las historias que explica la “utilidad” y la “amplitud de miras” de la entonces Comisión, fue la elección durante 2004 de Sudan, para un puesto en la Comisión. Un Sudan que, en aquella época, era noticia (no en muchos periódicos españoles, eso sí) por la limpieza étnica practicada por los Yanyauid, milicia árabe bajo las ordenes del gobierno sudanés.

El Consejo, que fue formado pese a la oposición de muchos que no veían más que una limpieza de cara en ese cambio de nombre, ha demostrado ser más de lo mismo. Libia era miembro del Consejo hasta que Gadafi cayó en desgracia ante la ONU. Lugar que ocupó en su momento Irán. Y juro que no me lo invento.

Resulta realmente complicado hablar del Consejo o de su antecesora, sin pensar que se trata de una broma de mal gusto. Las polémicas no han dejado de rodear a un Consejo, que sin ningún disimulo prohibió a la comisión encargada de investigar lo sucedido en el Líbano en 2006 investigar ninguna acción cometida por Hezbollah.

O en el caso de aquel famoso informe, que pocos leyeron y bastantes aplaudieron, hasta que su autor se retractó. Uno se pone a pensar, si Goldstone encontró de repente la profesionalidad que no tuvo mientras redactaba un informe, con el que en su momento no estaba demasiado de acuerdo por la negativa del Consejo de criticar de ninguna forma a Hamas. O cuando negaba taxativamente las alegaciones israelíes en sus conclusiones, tras haber admitido que ni siquiera se habían molestado en investigarlas.

En tiempos de Bush, la orden de la Casa Blanca era sencilla boicotear al Consejo. Con la llegada de Obama, la postura cambió, buscando una posición más conciliadora, su administración colaboró con el Consejo, encontrándose con que no importaba la postura. La obsesión del Consejo con Israel, es un suma y sigue. Al fin y al cabo el 48% del tiempo del Consejo está dedicado a Israel.

No hace falta adivinar para saber en qué ha gastado su tiempo el Consejo, y en qué no se han molestado. ¿Se ha condenado a Sudan por la persecución contra los cristianos, por perseguir a los animistas o a los musulmanes de etnia no-árabe? NO. ¿Se ha condenado al gobierno sirio? NO. ¿Se ha condenado la política represiva de Irán? NO.

No creo que nadie tenga dudas sobre qué país tiene el dudoso honor de estar grabado en la agenda del Consejo. O cuál es el único que además de ostentar el record de condenas del Consejo, es el único que consigue que el Consejo se reúna de Urgencia preocupado por su maldad.

Parece que el único país que provoca el insomnio a los miembros del Consejo es Israel. Y por si alguien lo duda, la última reunión de urgencia no ha sido para preocuparse por la campaña sangrienta elegida por Assad para acabar con la resistencia. Sin importarle que si no se consigue parar la escalada de violencia, Siria podría acabar sumida en una guerra civil.

Poco importa que las noticias oficiales hablen escandalizadas de cosas que llevan pasando en Siria desde hace un año, o que la cifra de muertos lleve estancada en los 8.000 a pesar de que los sirios en el exilio, o los pocos testigos occidentales directos que lograron salir con vida de Homs hace poco, hablen de 200 muertos al día y la presencia de tropas irregulares iraníes.

Por mucho que sea árabe y musulmana la sangre derramada, parece que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU no pierde el sueño por la suerte que pueda correr cualquier país que no sea Israel.

Así que lo único que puedo decir, es sí, ¡ya era hora!

No hay comentarios: