¿De qué va esto?

Esto es un blog pro-Israeli.

Lo creamos hace ya casi cinco años, en los albores de la operación Litani, tras el secuestro de Ehud y Eldad. Cuando Gilad llevaba más de un mes en manos de Hamas.

Han pasado casi cinco años. Gilad sigue en manos de Hamas, Ehud y Eldad volvieron a Israel. Muertos. Muchas cosas han pasado, pero poco ha cambiado. Una tregua, Sderot bajo el fuego de los qassam, atentados, una operación contra Hamas, la reconciliación entre Fatah y Hamas, informes sesgados, la ONU, secuestros en Gaza, flotillas pseudo-pacifistas…

Lo que nos hizo abrir este blog en ese momento, fue notar que no recibíamos información sobre lo que pasaba en Israel. Empezamos a traducir noticias, a escribir crónicas basándonos en la información que recogíamos de fuentes de todo el mundo.

Después la calma, después otras luchas en otros lugares. Nos volvimos más críticos, más pesimistas.

Pero seguimos aquí, y pensamos, que pese a quien pese, Israel seguirá existiendo. Y seguiremos peleando, para que eso sea así.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Desde Bersheeba


"Cuando todos los perros de la calle Guilboa XX de Beer Sheba empiezan a ladrar los vecinos corren hasta la escalera para protegerse. Los perros oyen antes que los humanos las sirenas que indican que en unos segundos impactará un cohete en esta ciudad del sur de Israel.
"En las 24 últimas horas Dori y su marido Israel Winicki, viven justo enfrente de su hija y sus tres nietas, en la misma escalera, y se han encontrado decenas de veces con ellas, casi cada hora, para esperar el siguiente boom. "Yo sólo me tranquilizo cuando oigo el impacto. Esta noche, en cuatro horas he contado 21 explosiones" recuerda Dori Lustron. Lo peor es la espera entre sirena y sirena. Nos duchamos con la puerta abierta, siempre con una toalla preparada por si hemos de salir corriendo, añade Israel.
Los visito en su casa y Dori, que acaba de hablar con su psicóloga Mónica Cobal, explica que sufre de tensión arterial alta. "Antes de los cohetes, mi problema era exactamente el contrario. Nuestra realidad lo cambia todo".
Mientras hablamos, los tres perros de los vecinos, ladran al unísono y una sirena que hiela la sangre empieza a aullar. Los vecinos corren hacia la escalera y ni se miran unos a otros. "Es como un piloto automático" me dice Rinat, una estudiante de 20 años que piensa visitar a sus familiares en el norte hasta que acabe esta ola de violencia.
Minutos después, todo vuelve a empezar. Subo al sexto piso y veo como diez niños de diferentes edades se abrazan a sus padres. Lo más impresionante es que ninguno llora y se mantienen en silencio hasta que se escucha a lo lejos el boom . O quizá no tan lejos.
Después, un niño de seis años, un auténtico "veterano de guerra" me dice: "La suerte es que tenemos Iron Dome que impide gran parte de los ataques." Y añade: "Cuando tengo miedo abrazo a mi padre".
Al marchar del edificio, los vecinos me dicen: "No es fácil para nosotros, pero pedimos al gobierno que no detenga la operación contra los islamistas hasta que se soluciones el problema. No podemos soportar más sus ataques y sus misiles como en los últimos años. No queremos que nuestros hijos tengan que crecer en la escalera."


entrevista de Henrique Cymerman para la Vanguardia, publicada en su edición en papel. 

No hay comentarios: