García López, que también abandona la militancia en el Bloque, publicó un comunicado en el que señala que su decisión se toma «después de ver como el grupo parlamentario del BNG en el Parlamento Gallego, con el Sr. Aymerich al frente, hacía todo lo posible para que no hubiera Declaración Institucional el 27 de Enero, Día Internacional de la memoria de las Víctimas del Holocausto».
El concejal recuerda que el Bloque había presentado ante la Mesa un texto «no negociable, a sabiendas de que no iba a ser aprobado por PSOE y PP o por alguno de los dos grupos, con lo cual, si no había consenso, no había Declaración Institucional, ya que la Presidenta del Parlamento exigía que hubiera unanimidad entre los tres grupos, algo lógico en este tipo de declaraciones».
Explica asimismo que el texto del Bloque comenzaba con un «tímido y oscuro recuerdo al Holocausto», sin usar esta palabra, ni nombrar las de «judío» o «pueblo judío», de forma que se sustituía la primera por «barbarie» y judío por «etnia».
En opinión del concejal dimisionario, «lo anterior no era lo peor», pues el BNG añadía una segunda parte que «era, ni más ni menos, un ataque en toda regla al Estado de Israel», en la que denunciaba «sin paliativos el bloqueo que sufre la franja de Gaza, o el muro de separación que está construyendo el estado de Israel como parte de la ocupación militar de la tierra de Palestina que suponen una conculcación de la legalidad internacional y de los derechos de las personas y de los pueblos».
Para García López, «el día que el mundo recordaba a la víctimas del Holocausto, en su inmensa mayoría judíos, el BNG realizaba un ataque a los descendientes de esas personas, hijos y nietos, que hoy viven en el Estado de Israel».
Antes de concluir que dimite «por dignidad» y «por vergüenza», cita también acciones de Hizbulá o Hamás y «los más de 2.500 israelíes muertos desde el año 2000 por atentados terroristas». Abel García López es miembro de la Asociación Galega de Amizade con Israel-AGAI.
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