Lo ocurrido hace unos días en Vigo, no es un caso aislado. Las victimas del pensamiento único son aquellas que han osado disentir de lo considerado politicamente correcto. De actitudes como "Israel genocida" o "Que vienen los fachas" o "Que vienen los rojos" hemos llegado a un punto en el que el débate se hace imposible, porque la policia del pensamiento decide quién puede hablar y quién no puede. Lo cual nos hace recordar, al menos a mí, aquel exabrupto del entonces ministro* de Exteriores Moratinos cuando se le echó en cara la actitud completamente anti-israelí y soterradamente antisemita que estaba teniendo el gobierno de Zapatero: ¡No te permito...!
Esa lección ha quedado grabada a fuego en la mente de mucha gente, que cree que la Libertad de Expresión, les da permiso para difamar, insultar y amenazar de muerte a todos aquellos que no comparten su forma de pensar o sus modos. Y así están las cosas.
Parafraseando al inclito Moratinos, yo no permito que una panda de gilipollas se crean con el derecho de callar a todo aquel que disienta, a todo aquel que no piensa como ellos.
Tampoco permito que esos mismos gilipollas se crean con el derecho de amenazar de muerte, de difamar, de hacer pintadas, de romper cristales, de vandalizar edificios y de agredir a los demás, escudandose en una falsa moral y una dignidad moral que jamás han tenido y desde luego nunca van a tener.
*no se merece una mayuscula